jueves, 8 de agosto de 2013
Son 244.000 los judíos que viven en la ciudad, según un censo poblacional
En el país son unos 300.000; es la comunidad judía más grande de América latina y la séptima en el mundo
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Después de 45 años, cuando un censo nacional preguntó por última vez la religión de las personas, vuelve a conocerse la cantidad de judíos que vive en Buenos Aires.
Según un reciente estudio poblacional al que LA NACION tuvo acceso, en la Capital y en el Gran Buenos Aires hay 244.000 judíos, mientras se estima que en todo el país habría entre 280.000 y 300.000.
El estudio, realizado en 2004 por el Joint Distribution Committee, a través de uno de sus centros de estudios, Meida, y con la supervisión de Knack, una reconocida consultora sociológica local, tomó una amplia definición acerca de quién es judío: incluyó a toda persona nacida de vientre judío, como lo indica la ley judía ( halajá ), a todos aquellos que tienen un abuelo o abuela judía, y a los que se definen como tales, entre los que se encuentran las personas que se convirtieron al judaísmo.
PROYECTO CULTURAL YOK
A partir de los datos obtenidos y con el objetivo de aportar una "mirada judía" a la vida cultural de la ciudad de Buenos Aires, acaba de lanzarse el Proyecto Cultural YOK, que presenta propuestas diversas en el ámbito de la cultura y el arte para todos los porteños.
La comunidad judía de la Argentina es la más grande de América latina y la séptima en el mundo luego de la de los Estados Unidos, Israel, Francia, Canadá, Reino Unido y Rusia, según estimaciones del doctor Sergio Della Pergola, experto en el tema.
La última oportunidad que en la Argentina se conoció la cantidad de judíos fue en 1960.
En el censo nacional de aquel año se preguntó por última vez la religión de las personas a las que se censó. En esa ocasión, 310.000 argentinos dijeron ser judíos.
"Durante los años 60 en la Argentina había un antisemitismo floreciente que hace pensar que muchos judíos no quisieron darse a conocer como tales", dijo Abraham Kaul, ex presidente de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), por lo que se estima que en aquel momento la cifra era mayor, pero se desconoce en qué cantidad.
INSTITUCIONES
Han pasado 45 años y se ha vuelto a saber, por medio de parámetros científicos, cuántos son los judíos que viven en la Argentina.
Entre los datos interesantes que arrojó el estudio poblacional, se encuentra el hecho de que el 61 por ciento de los judíos dejó de asistir o nunca asistió a una institución judía como son las organizaciones sociodeportivas, los clubes, las sinagogas o las escuelas de la comunidad, y sin embargo, considera que ser judío es muy importante en su vida, por lo que busca diversos marcos de pertenencia.
El estudio indicó también que compartir creencias y valores culturales, intercambiar vivencias relacionadas con la familia, la tradición y la herencia cultural contribuye a la conformación de la identidad de una persona.
Teniendo en cuenta estos datos e intentando aportar una "mirada judía" a la vida cultural de la ciudad comenzó el Proyecto Cultural YOK, que está a cargo de un equipo multidisciplinario y apunta a integrar a las personas de identidades múltiples a través de actividades culturales, artísticas y sociales.
La presentación oficial de YOK se produjo al auspiciar la sección "algo judío" del Festival Internacional de Cine Independiente de Buenos Aires (Bafici).
"Nos proponemos incluir una mirada creativa sobre lo judío en las propuestas culturales de la ciudad", dijo a LA NACION Diego Freedman, director de YOK.
UN ESTILO DE VIDA
Como en Nueva York, donde la palabra jewcy, que juega con "judío" y "jugoso" en inglés pasó a ser una marca de ropa y un estilo de vida que combina, sin enfrentar, la tradición con la moda (ver la foto que ilustra esta nota), y la comida kosher se vende a judíos y a los que no lo son, y mientras que la cantante Madonna se convierte al judaísmo, YOK apunta a ser una expresión social y cultural de un judaísmo integrador, diverso y dinámico.
"YOK propone un espacio de contacto entre personas judías y personas que no lo son con los valores de la cultura y el arte. Es un nuevo canal de contacto en los espacios de la ciudad", dijo Freedman.
"YOK cuenta con un sitio web ( www.yoktime.com ) donde se pueden contratar servicios y obtener información acerca de nuevas actividades. La próxima será mañana: una visita al atelier del artista Juan Doffo, a la que puede asistir cualquier persona interesada.
"Se puede contratar a filósofos o críticos de cine, música y teatro para hacer una pequeña reunión en una casa con amigos y conversar de una película que todos han visto o una obra de teatro", explicó Ianina Grimblat, directora operativa y de contenidos.
La financiación de YOK está a cargo de las contribuciones de donantes particulares del exterior. Existen experiencias similares que se están llevando a cabo de manera muy exitosa en Nueva York y en Londres.
"Nos proponemos fortalecer la identidad judía e intercambiar con otras culturas", dijo Grimblat.
SERVICIO DE REFLEXIÓN A DOMICILIO
Los impulsores del proyecto cultural YOK ofrecen desde su página de Internet ( www.yoktime.com ) la posibilidad de que los judíos que no estén vinculados con la colectividad a través de la religión se conecten con sus congéneres de todos modos, por medio del pensamiento, de las ideas.
Así, brindan la posibilidad de participar de grupos de reflexión sobre diversos temas, como música, cine, filosofía y literatura. El proyecto se llama YOK Delivery y permite que el interesado invite a su hogar a un especialista de la colectividad en un determinado tema, para que él y un grupo de amigos participen de un debate en el que cada uno exponga sus ideas y conozca, a la vez, el pensamiento judío al respecto. Algunos de los destacados pensadores son Daniel Dujovney (sobre música en el cine), Mauricio Kogan (teatro de cartelera), Diana Sperling ( Filosofía y ética, el lugar de la mujer en las fuentes judías). .
Por Irina Jorolinsky
Para LA NACION