miércoles, 2 de diciembre de 2009

LOS ARABES HAN DEJADO DE APLAUDIR A OBAMA

By FOUAD AJAMI

'El habla demasiado," me dijo del 44º presidente americano recientemente un academico saudita en Jeddah, que una vez habia estado locamente enamorado de Barack Obama. El se ha puesto la camiseta de Obama y ahora no se molesta en escuchar la oratoria de Obama.
El dificilmente este solo. En el interminable parloteo de esta region, y en los comentarios ofrecidos por la prensa, el tema es uno de desilusion. En el mundo arabe islamico, Barack Obama ha llegado a la tierra.
El no ha renovado el mundo, la historia no se inclino ante su voluntad, a los indios y pakistanies se les ha dicho que el tema de Kashmir es suyo para que lo resuelvan, el conflicto palestino-israeli es el mismo insolubre choque de dos nacionalismos irreconciliables y los teocratas en Iran no han "abierto su puño", ni han abandonado su busqueda nuclear.
Hay poco que el Sr. Obama pueda hacer acerca de este desencanto. El no puede viajar a Turquia a decir a sus lideres y clase politica islamistas que una decada de chivo expiatorio antiamericano esta perdonada y fue el producto de politicas americanas- el ya ha hecho eso. El no puede viajar a Cairo a decir a la legendaria "calle arabe" que la guerra de Irak fue una guerra inutil guerra de eleccion, y que America gano la malicia que llego de su proceder con las tierras arabes- el ya ha hecho eso tambien. El no puede decir a los musulmanes que America no esta en guerra con el Islam- el, como su predecesor, ha dicho eso una y otra vez.
Fue la norma para el liberalismo americano durante los años de Bush esgrimir la encuesta de Actitudes Globales PEW que contaba la declinacion de America ante los ojos de naciones extranjeras. Los extranjeros estaban diciendo lo que los liberales querian que se dijera.
Ahora aquellas encuestas de 2009 traen conclusiones del mundo del Islam que confirman que el animo hacia America no ha sido radicalmente cambiado por la ascendencia del Sr. Obama. En los territorios palestinos, el 15% tiene un punto de vista favorable de los EEUU mientras que un 82% tiene un punto de vista desfavorable. El discurso de Obama en Ankara no parecio ayudar en Turquia, donde los favorables son 14% y aquellos no reconciliados, 69%. En Egipto, un pais que ha cosechado casi 40 años de ayuda americana, las cosas quedaron apenas iguales: 27% tiene un punto de vista favorable de los EEUU mientras que un 70% no. En Pakistan, un lugar de gran consecuencia para el poder americano, nuestra posicion se ha deteriorado: los desfavorables crecieron del 63% en 2008 a 68% este año.
La eleccion del Sr. Obama no ha secado los pantanos del antiamericanismo. Ese antiamericanismo es endemico en esta region, una coartada y chivo expiatorio para las naciones, y sus gobernantes, no dispuestos a librarse del cepo de la autocracia politica y el fracaso economico. Precedio a la presidencia de George W. Bush y continua vigente durante la presidencia de Obama.
Nosotros hemos una vez llevado al mundo extranjero esa diferencia americana por antonomasia- la creencia en la libertad, una necesaria inocencia para desempatar contra las formas establecidas y complacientes de naciones mas antiguas. El enfoque de Obama es diferente.
Inmerso en una idea general de culpa americana, el Sr. Obama y sus tenientes ofrecieron nada menos que una doctrina, y una politica, de penitencia americana. Nadie dijo al Sr. Obama que en el mundo islamico, donde el poder americano esta comprometido y tan peligrosamente expuesto, es considerado mala forma, mejor dicho una gran equivocacion moral, hablar mal de la propia tribu de uno cuando en se esta en medio, y en las tierras de otros.
La multitud puede haber aplaudido la forma arrogante del nuevo administrador del poder americano refiriendose a su predecesor, pero en la privacidad de su propio lenguaje ellos sin dudas se preguntaron acerca de su caracter y su fidelidad. "Mi hermano y yo contra mi primo, mi primo y yo contra el extranjero", continua siendo una de las mas honradas maximas del mundo arabe. El extraño que llego en medio de ellos y hablo malamente de los suyos propios estaba destinado a volverse objeto de sospechas.
El Sr. Obama no pudo ordenar su mente: El era uno con "el pueblo" y con los gobernantes que los mantenian en sometimiento. El pueblo de Iran que tomo las calles este verano pasado fue traicionado por esta desventurada diplomacia- el Sr. Obama estaba para "comprometerse" con los terribles gobernantes de los que millones de iranies estaban determinados a quitarse de encima.
El 4 de noviembre, en el 30º aniversario de la toma de la Embajada americana en Tehran, los batallados reformistas, nuevamente en las calles, colocaron un embarazoso dilema para la diplomacia americana: "Obama, Obama, tuestas con nosotros o con ellos", cantaban. Al no responder a estos gritos y continuar "comprometiendo" al regimen asesino de Teheran, su eleccion fue clara. No fue uno de los mejores momentos de la diplomacia americana.
El Sr. Obama tiene que culparse por la confusion de su politica exterior. Los ejercitos americanos habian ganado un resultado decente en Iraq, pero el Sr. Obama no lo reclamaria- fue la guerra de su predecesor. La vigilancia habia mantenido la tierra americana a salvo de ataques terroristas por siete largos años bajo sus predecesores, pero el no podia nunca conceder a las politicas de Bush el honor y credito que merecian. El habia declarado la guerra de Afganistan una necesidad, pero el parece tener sus ojos en el camino fuera aun cuando el esta por anunciar un incremento de tropas en un discurso a ser dado mañana.
El fue rapido para afirmar, en el curso de su exuberante campaña para presidente el año pasado, que su diplomacia en Asia del Sur comenzaria con el punto muerto en Kashmir. En verdad India no tenia interes en una adjudicacion internacional de Kashmir. Lo que se establecio durante la particion en 1947 estaba alli para quedarse. En los ultimos dias, el Sr. Obama se retiro de las ambiciones tempranas. "Obviamente, hay conflictos historicos entre India y Pakistan," dijo. "No es el lugar de los EEUU intentar desde el exterior resolver aquellos conflictos."
Tampoco fue el influido por el destino de tantos "planes de paz" que han estado flotando por tantas decadas para resolver la lucha entre arabes y judios sobre la tierra entre el Rio Jordan y el Mediterraneo. Donde George W. Bush ofrecio a los palestinos el regalo de la claridad- un estado pero solo despues de la renuncia al terror y la ruptura con el maximalismo- el Sr. Obama señalo un retorno a los caminos muertos del pasado: un proceso de paz donde America misma es negociador y arbitro.
La diplomacia de Obama ha hecho de un congelamiento de asentamientos su punto de inicio, cuando este fue precisamente el lugar equivocado para comenzar. Israel ha capitulado a los asentamientos ante el altar de la paz- recuerden el acuerdo historico con Egipto un cuarto de siglo atras. El curso correcto hubiese sido dejar a un lado la cuestion de los asentamientos mientras asumia el mas amplio desafio del radicalismo en la region- la amenaza y pavoneo de Iran, el arsenal de Hamas y Hezbollah, el rechazo del orden arabe de poder para adoptar a plena luz del dia la causa de la paz con Israel.
Las leyes de gravedad, el peso de la historia y del precedente, han atrapado a la presidencia Obama. Nosotros estamos mas alla de discursos emocionantes. La novedad del enfoque de Obama, y de Obama la persona, ha desaparecido. Hay toda una tradicion diplomatica americana sobre la cual inspirarse—compromisos asumidos, sabiduria adquirida en el curso de decadas, y si, cuentas a ser ajustadas con delincuentes y tiranias. Ellas podrian aun ayudar a esta administracion a encontrar su camino de salida de un laberinto de su propia fabricacion.

El Sr. Ajami, profesor en la Escuela de Estudios Internacionales Avanzados de Johns Hopkins y miembro senior de la Institucion Hoover de la Universidad de Stanford, es el autor de "El Regalo del Extraño" (Free Press, 2007).
FUente: The Wall Street Journal

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.