**La Niña Y
El Poeta**
En esta casa, con un gran terreno e inmenso jardín, habitaba
una niña fácil
de oír ya que su risa y alegría se la escuchaba por la casa,
por el patio
y en cada lugar. Su felicidad contagiaba y como toda niña
fue creciendo
en edad y fantasía; dándole a sus sueños brillos de realidad…
Ella quería y en sus sueños decía y en sus ruegos se
escuchaba pidiendo
un joven apuesto, príncipe o campesino, de a caballo o de a
píe, que llegue
un día a su hogar y pidiendo su mano se la lleve al altar…
Y formar un hogar con sonrisas y besos, adornados con moños
de amor y su
corazón, envuelto en papel, con hermosos colores, como un
regalo, entregarlo
a su galán, mientras él, apreciando tan bello regalo, lo
atesoraba hasta el fin de
sus días…
¡Y pasó lo que debía pasar!
Cuando el verano moría, un caballero, con su guitarra, llamó
en el caserón para
pedir sombra, que alivie el calor y frescura para aliviar su
sed. La niña en el
acto se enamoró del poeta, que así decía y con algunos
versos forzó su corazón.
Después vinieron días de alegría y de risas, de versos y
anécdotas, de juramentos
y besos, de proyectos apurando que termine el día y asome la
noche con un amor
que no existía…
¡No hubo pedido de mano, no hubo camino al altar!
Ocho días después él tomó su ruta y al camino que tanto
amaba se alejó de la niña
dejándola con lágrimas en los ojos, pena en su corazón…
…………………………………………………………………………………………
La niña descansa a la sombra mientras el niño recorre el
jardín y cuando el pregunta
ella le responde:
¡Ya volverá, niño, ha ido a buscar nuevos poemas que para
nosotros traerá!
Mario Beer-Sheva
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