domingo, 5 de enero de 2020


**Recuerdo**

Recuerdo todo, absolutamente todo; recuerdo hasta los mínimos detalles
lo que ayer ha olvidado mi viejo cerebro olvida lo vivido actualmente y no
logra olvidar lo que hace cuatro décadas nos amamos olvidándonos del
mundo que quizás se detuvo mientras nuestras bocas se unían dejando,
familia y amigos, con nuestros corazones latiendo al compás de nuestro
amor desesperado.
¡Sin futuro sin remedio condenado al fracaso pero no al olvido!
Mis manos si pudieran hablar recordaría la suavidad de tu piel, mis ojos si
hablarían sobre lo visto en la profundidad de los tuyos, mis labios a un hoy gritan pidiendo calmar su sed en tu boca y mis brazos, al estrujarte,
como teniendo memoria del contorno de tu cuerpo. Tu cuerpo al transpirar
se unía a mi sudor creando el aroma que excita y revive el olfato décadas
después de haber amado como hemos amado los dos.
 Alguien quiso enseñarme como se puede olvidar me negué rotundamente
olvidar es morir y yo quiero vivir para recrearme con los recuerdos que me
llevan como una senda marcada con pétalos, aromas y esperanza a los años
felices que vivió mi vieja alma.
Mis años se merecen una alegría y en el recuerdo encuentro el mejor regalo
para alegrar la soledad de mis días o el insomnio de las largas noches.
…………………………………………………………………………………..
El amanecer está frente a mi ventana, un nuevo día para recordar y revivir.
Un nuevo día que me encontrará con la sonrisa de la memoria que será mía
hasta que pierda la vida que es cuando muere el recuerdo.
Mario Beer-Sheva

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