**La Palabra**
Con la fuerza de un tifón
o la suavidad de un enamorado, como el grito desesperado esperando el auxilio
que no llega, como el susurro que
enamora, como el grito del
condenado o el grito de libertad.
¡Esa es la palabra!
La palabra que ordena, que
suplica, que muestra la ira, la alegría o al fin
el perdón. La palabra que
hiere o premia pero nunca es indiferente de lo
que pasa a su alrededor.
La fuerza de la palabra
que no se puede medir que es la expresión de la raza
humana y nos separa del
animal. La palabra que ha destruido gobiernos y la
palabra que ha resurgido
de las cenizas hasta hacerse sublime, imbatible y
dejar su expresión en la
historia de la humanidad.
Creadora de civilizaciones,
idiomas, costumbres, religiones. Que viajando sin
equipaje recorre el mundo
llevando sus dichos sus ideas sus convicciones.
¡Esa es la palabra!
Su enorme valor la hace
indispensable y necesariamente debemos cuidar de
ella. No olvidemos que
vino a nuestra vida con nosotros y nos abandonará
cuando llegue nuestra
partida.
La palabra tiene su propio
filo su propio tono su propia voz y cuando la dejas
de tu boca salir se
asemeja a la piedra arrojada que es imposible detener.
¡Esa es la palabra!
Mario Beer-Sheva
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