domingo, 31 de mayo de 2020


**Celos**

Como una fuerza extraña, que no conocía, se hizo cargo de mis manos
y mis dedos ágiles, como nunca, comenzó a recorrer el teclado donde
letras forman palabras y las palabras forman oraciones.
Y ante mi asombrado comencé a leer lo que yo creo que mi corazón
me dicta. Pero no era mi corazón era la terrible enfermedad de los
celos que se habían adueñado de mis sentimientos del amor que por
ti tenía.
¡Un amor sin celos! ¿Es acaso amor?
Esta reacción que es descontrolada se hace necesaria para que el alma
brinque de alegría o sufra por las sospecha de los celos que vigilan.
¡Es un mal necesario! ¡Es el faro del amor!
Los celos nos mantiene alerta que nuestro amor no se distraiga o pierda
la mirada de la mujer que amamos. Es como las espuelas sobre el corcel
para mantenerlo despierto, alerta y la sangre caliente.
Piensa tu que sería un amor sin celos o celos sin amor ninguna de las dos
sería posible. Los celos nacieron cuando el amor despertó.
Mis humildes pensamientos me están dictando y así lo estoy escribiendo:
“Los celos nacen del amor; si no hay celos no hay amor, los celos son la
sombra del amor que juntos nacieron hasta extinguirse los dos.”
¡Esa es mi opinión!
¿Qué opinas tú?
Mario Beer-Sheva

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