Un viejo ermitaño se refugió en las montañas para dedicarse a la meditación y la oración. Siempre se lo veía muy ocupado.
Un día alguien le preguntó: ¿cómo puedes tener tanto trabajo si vives solo?
Él respondió: "Tengo varias cosas que hacer:
- Entrenar a dos halcones.
- Calmar a dos conejos,
-Disciplinar a una serpiente,
-Motivar a un burro y
-Domar a un león.
No veo ningún animal por aquí, ¿dónde están?
El ermitaño respondió:
Estos animales son lo que todos llevamos adentro.
Los dos halcones,
se lanzan sobre todo lo que se les presenta, bueno o malo, tengo que entrenarlos para lanzarse solo sobre cosas buenas:
-Son mis ojos.
Las dos águilas con sus garras, provocan sufrimiento y destruyen, tengo que entrenarlas para ponerse al servicio y ayudar sin hacer daño
- Son mis manos.
Los conejos quieren ir a donde se les antoje , y pueden crear problemas difíciles.
Tengo que enseñarles a estar tranquilos, incluso si tengo problemas, o cualquier cosa que no me guste:
- Son mis pies.
Lo más difícil es mirar a la serpiente, está encerrada en una jaula fuerte, pero siempre está lista para atacar, morder y colocar su veneno sobre cualquiera que esté cerca.
Tengo que disciplinarla:
- Es mi lengua
El burro es terco, no quiere cumplir con su deber, siempre está cansado y se niega a cargar su carga todos los días:
- Es mi cuerpo
Finalmente necesito domesticar al león, él quiere ser el rey, es arrogante y siempre quiere ser el primero, es vanidoso, está orgulloso, cree que es el mejor:
- Es mi EGO.
Como puedes ver, tengo mucho trabajo por hacer. "
Reflexión.
Pidamos a Dios que nos permita aprovechar estos días para dominar todo lo que llevamos en nosotros, para que podamos ser los mejores testimonios, las mejores personas, los mejores socios, los mejores amigos y, sobre todo, los mejores amigos de D/os.
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