Opinión: No se derramarán lágrimas reales en el funeral del presidente de Irán, Ebrahim Raisi. Se le despreciaba y se le temía por las ejecuciones masivas durante la guerra entre Irán e Irak. Las mujeres lo odian por intensificar y hacer cumplir leyes más estrictas sobre el hijab. Hasta los Guardianes de la Revolución Islámica se distanciaron de él.
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