En este cuatro de julio, quiero agradecer al pueblo estadounidense por ser fiel a su derecho de nacimiento, el Espíritu de 1776, y desearles un feliz y bendecido Día de la Independencia.
En las buenas y en las malas, durante los últimos nueve meses, Israel ha apreciado profundamente el vital apoyo estadounidense.
En estos tiempos de crisis nacional, mientras el pueblo de Israel lucha una guerra de siete frentes por nuestra supervivencia nacional contra Irán y sus representantes
terroristas, es alentador saber que lejos de estar solos, contamos con el apoyo de la mayor democracia que el mundo haya conocido.
El carácter se revela en tiempos de crisis. Ante el salvajismo de Hamas el 7 de octubre, el pueblo de Israel se conectó a los cimientos más profundos de nuestro ser nacional. Como uno solo, nos levantamos para luchar contra nuestros enemigos con el heroísmo, determinación y resistencia que caracterizaron a nuestros héroes de los días de Josué y los Macabeos, transmitidos a través del tiempo a los guerreros del moderno Estado de Israel.
Estados Unidos apoya a Israel porque los estadounidenses también están conmovidos por el legado de sus antepasados. En su base, Israel y Estados Unidos se guían por las mismas ideas gemelas. La libertad es el regalo más preciado que la humanidad conocerá jamás. Y la libertad no es gratis. Tienes que estar dispuesto a luchar por ello.
Los israelíes vieron el 7 de octubre lo que significaría si alguna vez perdiéramos nuestra libertad. Entendimos que esta no es una guerra de elección, sino una guerra por la supervivencia.
Los estadounidenses vieron las atrocidades del 7 de octubre, y también entendieron lo que está en juego, no sólo para Israel, sino para el mundo libre en su conjunto. Israel, una democracia amante de la paz y el aliado más cercano de Estados Unidos en Oriente Medio, fue invadido por un ejército de yihadistas empeñados en la aniquilación y la subyugación. Las mismas fuerzas atacaron América el 11 de septiembre. De pie con Israel vino natural e inmediatamente para los estadounidenses. Entendieron que para que termine esta marcha de asesinato y tiranía, Israel debe ganar esta guerra.
Los ayatolás tiranos que gobiernan Irán están en la cima del eje de la yihad, el asesinato y la guerra. Ellos y sus secuaces ven a Israel y a los Estados Unidos como sus enemigos mortales.
El resultado de esta guerra no está en duda. Israel seguirá siendo fiel a nuestro legado antiguo y moderno.
Vamos a ganar esta guerra. Nos fortalecemos con el conocimiento seguro de que a medida que avanzamos hacia la victoria contaremos con el apoyo de nuestro gran amigo, los Estados Unidos de América.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.