IRAN TIENE UNA RAZON PARA LLEGAR A UN ACUERDO NUCLEAR: SU ECONOMIA ESTA EN PROBLEMAS
Las sanciones paralizantes y la solución sistémica empujan a los iraníes comunes al borde del abismo en un momento políticamente sensible.
Por Benoit Faucon y Feliz Solomon
Abril 13, 2025
traducida por Marcela Lubczanski
Los consumidores en la capital iraní, Teherán, están luchando con los aumentos abruptos en los precios. © Majid Asgaripour/WANA/Reuters
MUSCAT, Omán—La amenaza de la intervención militar de EE.UU. ayudó a traer a Irán de regreso a la mesa de negociación. Su economía en crisis es probable que lo mantenga allí.
La divisa de Irán está entre las más débiles en el mundo. La inflación sigue bien por encima del 30%. La gente joven está luchando para encontrar trabajo, y una clase media frustrada ya no puede permitirse más comprar bienes importados.
Esos problemas se ven a punto de intensificarse bajo una segunda administración Trump, la cual reanudó su campaña de “presión máxima” para obligar a Irán a frenar su programa nuclear e impedirle desarrollar una bomba. Ya seriamente tensada por las sanciones y corrupción endémica, los observadores y analistas políticos dicen que un deterioro adicional de la economía de Irán podría empujar a su pueblo al borde del precipicio.
“Este es un país que está crujiendo bajo la presión de las sanciones económicas, el mal manejo sostenido y la corrupción,” dijo Sanam Vakil, directora del programa Medio Oriente y Africa del Norte en Chatham House, una think tank de Londres. "Finalmente, lo que ellos buscan es el alivio de sanciones duradero, y creen que Donald Trump podría quizás darles eso en una forma que la administración Biden no pudo.”
Funcionarios de EE.UU. e Irán se reunieron en la capital omaní el sábado para sus primeras conversaciones de alto nivel en años, prometiendo mantener una conversación en curso. Washington quiere un nuevo acuerdo para torcer el enriquecimiento de uranio de Teherán a cambio de levantar las sanciones, después de abandonar uno anterior durante el primer mandato del Presidente Trump.
La retirada de Trump en el 2018 del Plan Integral de Acción Conjunto, acordado por Irán y otras naciones durante el gobierno de Obama en el 2015, fue seguida por una ola de sanciones paralizantes que tomaron como blanco sectores cruciales tales como petróleo y finanzas. Desde que regresó a la Casa Blanca, Trump ha aumentado la presión con más sanciones contra los operadores de terminales y buques chinos que hacen negocios con Teherán.
La desconfianza es alta a ambos lados, pero cada uno tiene razones para querer que las conversaciones tengan éxito.
Para Trump, un acuerdo con Irán reforzaría sus credenciales como pacificador, mientras su administración ha hecho poco progreso para poner fin a las guerras en Ucrania y Gaza como prometió. Para Teherán, un alivio de las sanciones podría revertir una recesión de años en la economía que, si no es abordada, podría amenazar al régimen autoritario del líder supremo ayatola Ali Khamenei.
Hay señales que Teherán está preocupado por la agitación en una época políticamente sensible. El régimen se está preparando calladamente para un eventual cambio de liderazgo—Khamenei tiene 85 años de edad y tiene un historial de enfermedad. El alcance de su poder militar ha disminuido en el extranjero. Los ataques israelíes han incapacitado a las milicias respaldadas por Irán en la Franja de Gaza y Líbano, mientras que una revolución en Siria le costó a Teherán un aliado cercano. La elección el año pasado del presidente reformista Masoud Pezeshkian señaló que el estamento de seguridad de Irán estaba abierto a algún grado de cambio.
“Esta fue la apuesta de Pezeshkian, y la de la gente que le permitió presentarse y ganar, que si no permiten la reforma, la consecuencia será la revolución,” dijo Jon Alterman, director del programa de Medio Oriente en el Center for Strategic and International Studies, una think tank en Washington.
Alterman dijo que los problemas económicos de Irán podrían estar llegando a un punto crítico. “Hay una clase muy visible de iraníes que están atados a la estructura de poder que manejan coches deportivos costosos, y son multimillonarios,” dijo él. “La mayoría del resto del país se está volviendo gradualmente más empobrecida, pero ven que los hijos de funcionarios de gobierno de alto rango viven vidas lujosas inimaginables."
Los relatos anecdóticos de la agitación económica de Irán son escasos debido a la censura y aislamiento del país. Pero los economistas dicen que los datos pintan un cuadro preocupante, en particular para la clase rural pobre y una clase media que se está empequeñeciendo. El costo de los alimentos, por ejemplo, aumentó 41% en marzo respecto a marzo del año pasado, de acuerdo con el Banco Central de Irán. Y aunque la economía se está expandiendo en general, el crecimiento se está lentificando y es amenazado adicionalmente por los cortes de energía.
Gregory Brew, un analista senior del Eurasia Group que se especializa en relaciones entre EE.UU. e Irán, dijo que las sanciones impuestas desde el 2018 no causaron una crisis repentina, sino un lento estrangulamiento de la actividad económica. Los consumidores iraníes acostumbrados a los bienes europeos como cosméticos, ropas y joyería—cosas que simbolizaban su ascenso a la clase media—han tenido que ajustar sus gustos cuando el comercio es reorientado hacia China y Rusia.
Mientras tanto, muchos iraníes comunes están encontrando más difícil simplemente sobrevivir. Mostafa Pakzad, un asesor financiero iraní, dijo que incluso los residentes de Teherán, quienes tienden a ser más ricos que los que viven fuera de la capital, están luchando por lidiar con los precios en aumento. Algunos han recurrido a vender medicinas gratis que obtienen del gobierno para ganar dinero para cosas esenciales como arroz y pan, dijo él.
Un hombre de 41 años llamado Abbas, quien vive en la ciudad del centro de Irán de Shiraz, dijo a The Wall Street Journal que él perdió la mayoría de sus ahorros cuando la bolsa de valores del país se derrumbó en el 2023. Aproximadamente un año después, él perdió su empleo de 15 años como contador. Lo poco que le queda está perdiendo rápidamente el valor a medida que la divisa continúa su caída libre y aumentan los precios al consumidor.
“El dinero es como el hielo, se derrite muy rápido,” dijo él.
“La inflación es probablemente la preocupación Nº1 de la gente en este momento,” dijo Djavad Salehi-Isfahani, profesor de economía en Virginia Tech quien se especializa en Irán. “Es muy doloroso para la gente porque hay un elemento psicológico de trabajar duro, obtener un salario, y luego ir a una tienda sólo para verlo desaparecer," dijo él.
A pesar de la presión, él duda que Teherán se comprometerá con cambios importantes. Muy probablemente, dijo él, el régimen dará lo suficiente para mantener las conversaciones en marcha y extraer pequeñas concesiones económicas de Estados Unidos mientras reduce gradualmente sus demandas.
“Ellos han tolerado gran cantidad de dificultades, y no se han rendido todavía,” dijo él.
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