domingo, 16 de enero de 2011
APRENDER DE LA TRAGEDIA
Campo de concentración de Buchenwald. Elie Wiesel se encuentra en la segunda fila de literas, el séptimo contando desde la izquierda.
"vivo pues soy culpable; si estoy todavía aqui, es porque un amigo, un camarada, un desconocido ha muerto en mi lugar" - ELIE WIESEL
HEREDERO
Heredero del silencio. Legado de dolor y angustia.
Llantos hacia adentro. Continuidad de héroes anónimos condenados a sufrir más allá de lo indecible, más allá de lo explicable, más allá de la razón. Gotas de rabia, de ira, de odio, de porqués, de nopuedos, de respuestas no encontradas.
Retazo viviente de un pasado monstruoso y abominable cuando los asesinos iban ganando la partida, mientras Dios miraba para otro lado (¿existirá?). Trozo con heridas sangrantes que no llegan a cicatrizar. Ignominia y oprobio dominantes.
Fragmento compuesto por millones de seres gaseados y cremados en los hornos de la barbarie.
Sobreviviente del despropósito, de la indiferencia colectiva, de la apatía. Apatía de ayer transportada a hoy. Aquella que no impidió la masacre. Aquella que volverá a permitirla. ¿Perdonar? Jamás…
Daniel Najnsztejn
FUENTE: http://estallidodepalabras.blogspot.com/search/label/holocausto
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.