martes, 14 de junio de 2011

Las múltiples democracias israelíes

Las múltiples democracias israelíes
de Cidipal,
Seth J. FrantzmanJerusalem Post
A mediados de septiembre del 2010 la revista Time tenía una portada en laque se pretendía demostrar por qué los israelíes, hoy, no estaban tan interesado por la paz. Asimismo, Roger Cohen, del NYTimes, publicaba un extraño artículo de opinión sobre el mismo tema ("Los israelíes tienen mejores cosas que hacer que soñar con la paz"). En ese redundante artículo incluía una cita del escritor y periodista israelí Tom Segev: "Ellos (los israelíes) realmente no creen en la paz y los millones de recién llegados de la ex Unión Soviética no brillan por sus valores democráticos. La democracia (israelí) es ahora más débil".El comentario de Segev que retrataba a los ruso israelíes como si fueran unos "recién llegados" (cuando ya llevan 20 años en Israel), resulta más que sorprendente. Lo que es más interesante es por qué se opta por calumniar a toda la comunidad rusa y se la elige, como exponente de la debilidad de la democracia israelí. ¿Cuáles son estos "valores democráticos" que Israel tenía antes de 1990 y que tanta falta hacen hoy? Esas condenas de los rusos israelíes por arruinar el carácter democrático de Israel son reminiscencia de una entrevista, realizada al periodista y escritor Amos Elon por parte de Ari Shavit, y que fue publicada en diciembre 2004, en el Ha´aretz.Ya por entonces, Elon, vivía "exiliado" en Italia. Se había separado de ese Israel que le proporcionó fama y dinero. Llamaba al país un Estado "cuasi-fascista" en el que "la gente religiosa estaría mejor tras las rejas y no en la política". Elon se quejaba que, Israel, ya no era un país occidental democrático, y resumía sus puntos de vista así: "Había mucho provincianismo aquí [en Israel]. Había demasiada arrogancia propia de advenedizos. Y esto no me sorprende cuando se echa un vistazo a su población. Sabemos de dónde viene. De cualquier país árabe [los judíos sefardies y mizrahim] o del este de Europa [rusos]". Aquí Elon añadía en sus reproches a los judíos de los "países árabes" como co- responsables de que Israel se convirtiera, a su juicio, en una sociedad cada vez menos democrática y occidental. Su argumentación (sobre la falta de democracia en la sociedad israelí) tendía a centrar la culpabilidad en los "otros", en especial en los inmigrantes como arrebatadores de la democracia occidental que, alguna vez, floreció aquí.Sin embargo, todo depende del trasfondo de cada uno. Tom Segev nació en 1935 de unos padres que huyeron, ese mismo año, de Alemania. Su lengua materna era el alemán, hablado en la casa con sus padres. Elon nació, también, de padres judíos alemanes y explicaba a Shavit "los amigos de mis padres eran inmigrantes de Alemania y Austria. La gran biblioteca de mi casa era toda en alemán (...) En realidad ellos fueron los primeros judíos libres y los primeros europeos [en el sentido de la unidad europea]. Construyeron una sociedad civil y creían, casi de manera obsesiva, en el Bildung, en la superación personal a través de la promoción de las preocupaciones sociales".Desde la perspectiva de Segev y Elon, que representa a una corriente muy poderosa dentro de la élite de la sociedad israelí, su queja puede resumirse en el hecho que, los "judíos no - alemanes arruinaron a su país". Es un insulto extraordinaria a los millones de judíos que vinieron, hasta aquí, sobre todo teniendo en cuenta que, lejos de ser enemigos de la democracia, muchos anhelaban respirar, con libertad, por vez primera tras huir de los estados no- democráticos en los que vivían.Los judíos procedentes de los países árabes (entre otros, Líbano, Egipto, Argelia o Irak) absorbieron, en su gran mayoría, las últimas ideas occidentales de principios del siglo XX. Algunos se convirtieron en ardientes socialistas antes de convertirse en sionistas, si es que llegaron a ser sionistas. Los judíos de la Unión Soviética, en especial los refuseniks, eran todos demócratas hasta la médula. Por tanto, hay una pregunta que debe formularse a aquellos que, como Segev (Elon murió en el 2009 por lo que ya no podrá ser), creen que, los inmigrantes judíos que llegaron a Israel después de 1950, son responsables de traer, consigo, valores no democráticos.¿Cuán democrático era el Israel de los viejos tiempos? Aquellos que condenan al Israel actual (el del Likud-Shas-Israel Beiteinu) por ser "antidemocrático" idealizan los días previos a 1967, cuando florecía esa democracia occidental "judío-alemana".Recordemos a ese Israel ideal. Antes de 1967, se trataba de un Estado de cuasi de partido único, cuyo gobierno fue dominado, desde su creación en 1948, por el partido Laborista (o las diversas facciones que lo representaron). Se asemejaba más bien a la democracia que podíamos encontrar en Italia, Japón o México durante ese período que a la que disponían, por aquel entonces, en el Reino Unido y los EEUU. La democracia de esos años mantenía, a las comunidades árabes, bajo el gobierno militar, donde los ciudadanos árabes, a pesar que podían votar, tenían todo tipo de restricciones en su movilidad, incluyendo toques de queda (se refiere a los años posteriores a la guerra de la Independencia, la década del 40, 50 y principios del 60). Antes de 1967, la censura sobre bastantes aspectos era general y poderosa, tanto es así que, a los Beatles, se les prohibió venir en 1965 por temor a que corrompieran la moral pública. El Israel de esa época fue antidemocrático tanto en la asignación de tierras para los nuevos inmigrantes como en su tratamiento de los judíos procedentes de los países árabes, hasta el punto que estallaron disturbios étnicos (inter-judíos), en Haifa (1959). Fue el Israel previo a 1967 el que diseñó un Tribunal Supremo sin controles y sesgado políticamente a favor de la élite gobernante, y que se elegía a sí mismo constituyéndose, tal vez, en la institución menos democrática en el país.Esto no supone condenar los logros del antiguo Israel, ese que aún no incluía a los sefardíes, mizrahim, religiosos, rusos o judíos etíopes. Su liderazgo, compuesto por los miembros de las anteriores inmigraciones judías, llevó a cabo grandes cosas pero no fue un dechado de democracia y, el posterior arribo del resto de inmigrantes judíos a partir de 1950 no hizo sino mejorar la democracia israelí. Fueron los sefardíes quienes propiciaron el primer cambio en el poder político del país (1977), y luego los rusos, los religiosos y los etíopes, por no hablar de los árabes- israelíes, que también contribuyeron al tejido democrático.El hecho que, algunos, encuentren a este país tan diverso como "antidemocrático", dice mucho más acerca de la "democracia" que desean, esa que deberían disfrutar solo los grupos y sectores a los que están culturalmente vinculados, y no tanto por otros inmigrantes. Los que se llaman a sí mismos como grupos o sectores ilustrados, si piensan que sus calumnias son correctas, deberían considerar exiliarse en Europa, esa que prohíbe los velos, el burka y los minaretes, y que se demostró ser incapaz de acoger a buena parte de sus inmigrantes.Israel puede haber fallado el test de ser una replica de la Europa occidental al abrir sus puertas a todos los judíos de los países árabes, eslavos y africanos, pero – por eso mismo- es más democrática.

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