miércoles, 5 de octubre de 2011

El Estado Palestino no aceptará refugiados palestinos

David Meir-Levi

En su artículo de opinión del “The New York Times” (16 de mayo,2011) el Presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, le dijo al mundo, en términos inequívocos que, la condición de estado palestino y el reconocimiento de la ONU no pondrían fin al conflicto: la admisión de Palestina en las Naciones Unidas, allanaría (como tema legal) el camino para la internacionalización del conflicto, no sólo de carácter político. También aplanaría el camino para que se entablen demandas contra Israel en Naciones Unidas, en los organismos de derechos humanos y en la Corte Internacional de Justicia.
Pero nadie parece darse cuenta que, esa admisión, contradice el argumento central para la condición de estado palestino: los palestinos luchan por su estado; así se lo dicen al mundo, por su autodeterminación política, por su auto-realización nacional; de modo que, la creación de un estado palestino, es la manera de poner fin al conflicto.
Ahora tenemos la reiteración de esta, más bien torpe, contradicción, en las palabras del embajador de la Autoridad Palestina en Líbano, en una entrevista al diario en idioma Inglés de Líbano, el Daily Star: cuando tengamos un estado aceptado como miembro de las Naciones Unidas, no significará el fin del conflicto. No es la solución. Es sólo un nuevo marco que va a cambiar las reglas del juego.
Y, todavía, nadie parece darse cuenta de esta contradicción. Pero además de decirle al mundo que, incluso después de que el así llamado pueblo palestino tenga su estado, continuarán con el conflicto, el Embajador Abdullah Abdullah continuó diciendo que (...) Los refugiados palestinos no se convertirán en ciudadanos del buscado estado palestino, reconocido por las Naciones Unidas, un tema que fue muy discutido. "Son palestinos. Esa es su identidad", dice. "Pero... no son automáticamente ciudadanos". Eso no sólo se aplicaría a los refugiados (en países tales como Líbano, Egipto, Siria y Jordania, o los otros 132 países donde Abdullah dice que residen palestinos). Abdullah dijo que "incluso los refugiados palestinos, que viven en [campos de refugiados] dentro del estado [palestino], siguen siendo refugiados. No serán considerados ciudadanos". La Organización para la Liberación de Palestina seguiría siendo responsable de los refugiados, y Abdullah dice que UNRWA continuará, como de costumbre, con su trabajo.
¡Qué increíble ironía! Durante años, el mundo apoyó el concepto de Estado palestino, y perdonado el interminable e implacable terrorismo palestino sobre la base que, los palestinos, son un pueblo apátrida que se merece un país propio "Palestina". Y, ahora, un funcionario de alto rango palestino anunció que, una vez que reciban un estado, la mayoría de los palestinos seguirán siendo apátridas; incluso aquellos que, en realidad, viven en “Palestina”. Además, el nuevo estado no les proveerá a esos residentes de ningún servicio: espera que UNRWA - o, con mayor exactitud, los contribuyentes estadounidenses y europeos, que proporcionan el grueso de la financiación de esa organización – continúe proporcionando educación, salud, prestaciones sociales, etc. Así que, casi la mitad de todos los palestinos en la Margen Occidental y la Franja de Gaza, no serán ciudadanos del estado(que exigen sea creado para que esas mismas personas tengan un estado).
Está más allá de lo increíble el que un funcionario, de alto rango, de la Autoridad Palestina se sienta en libertad de expresar, abiertamente, esa transparente hipocresía. Los líderes de la Autoridad Palestina están derogando su propio (supuesto) "sagrado derecho de retorno" (haq el-auwda), su demanda intransigente, canonizada en la ONU tantísimas veces desde 1949, de poner fin a la condición de apátridas de los así llamados "refugiados palestinos". Lo que exigieron, durante los últimos 60 años como una concesión no negociable de Israel, ahora la anulan con una frase, y sin explicación, al negarse a ofrecérselo a los suyos. Incluso el más obstinadamente ciego a las reales intenciones de la Autoridad Palestina, no puede cerrar los ojos ante las transparentes intenciones expresadas en esta maquiavélica declaración de rechazo.
Los líderes palestinos no exigen un estado para que puedan tener su "largamente negada patria" para sus pobres sufrientes "refugiados palestinos"; todos esos millones de personas que languidecen en el exilio de su llamada "diáspora Palestina." Si lo exigieran ahora no podrían negarles a algunos ese derecho que, tan ruidosa y santurronamente, exigían a Israel. Más bien, exigen un estado para que puedan, de manera mas eficiente y exigente, seguir su guerra contra Israel.
Si tuvieran que utilizar sus recursos para reasentar a los inmigrantes, construir una economía viable, crear empleo para los supuestos millones de "palestinos" que, tal vez, volverían desde el exilio y acudirían a su patria recién reconocida, para construir proyectos de viviendas, escuelas, hospitales, infraestructura, etc., entonces podría haber menos recursos para dedicar a su interminable e incesante guerra contra Israel: La guerra política en la ONU, la violenta guerra terrorista, la guerra de relaciones públicas en los medios de comunicación del mundo, la guerra legal jurídica en Occidente y la guerra académica que se lleva a cabo en los campus universitarios. La repatriación de los "refugiados" sería una distracción. Si fueran a drenar los campos de refugiados de sus "refugiados", re-asentarlos y ofrecerles las oportunidades de trabajo constructivo, educación y una vida normal, pronto habría menos gente oprimida y pobre, de donde reclutar a sus atacantes suicidas y operativos terroristas y perderían el valor de relaciones públicas de la desgarradora y revulsiva imagen de los desesperados, desventurados y desamparados refugiados, sin hogar, languideciendo en la "Diáspora Palestina", anhelando, con desesperación, por su antigua patria. Los rehabilitados "refugiados" se convertirían en un pasivo de relaciones públicas.
Finalmente, cuando se tienen en cuenta los recursos disponibles para el naciente "estado palestino" desde países árabe ricos en petróleo, es obvio que esos aliados del "estado palestino" deberían estar felices de ofrecer ayuda, préstamos y cooperación política y económica al nuevo estado hermano - árabe musulmán, con el objeto de asegurar que su lanzamiento sea exitoso y que cuente con los recursos necesarios para resolver su "problema de refugiados" (si, en verdad, les importase un ápice los "refugiados").
Sin embargo, nadie reaccionó ante este hipócrita rechazo de ciudadanía para los "refugiados". ¿Cómo podría ser a menos que esos estados árabes comparten el mismo objetivo de continuar el conflicto hasta la victoria, y la victoria significa la destrucción de Israel?
Y, en efecto, parece muy probable que, la razón de esas aparentes contradictorias declaraciones; esos hipócritas pronunciamientos, es porque el liderazgo de la Autoridad Palestina reconoce la necesidad de reasegurarles a sus aliados en el mundo árabe, y en el más amplio musulmán, que la condición de estado palestino no significará un acuerdo con los malditos sionistas. No! La condición de estado sólo hará que la aplicación de la gran jihad final sea más eficiente, y así traer, a un presente mas cercano, el día en que Israel pueda ser borrado de la faz de la tierra.
¿Qué mejor razón para negar la condición de estado que el reconocimiento que, tal estatus, para la OLP/Fatah/Hamas, los líderes del futuro estado, contribuirá a la continua guerra, terrorismo y sufrimiento y ayudará a esos terroristas a lograr su objetivo de genocidio? Esa admisión aclara, más allá de toda duda razonable, que apoyar a un estado palestino es apoyar a la destrucción de Israel y el genocidio de sus judíos.
http://www.horowitzfreedomcenter.org/2011/09/26/palestinian-state-will-not-accept-palestinian-refugees/
Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld

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