martes, 22 de mayo de 2012

AQUI ES DONDE PERTENEZCO

Fuente: The Jerusalem Post- Traducido por Marcela Lubczanski especialmente para el blog de OSA Filial Cordoba Por David Geffen 19/5/12 Un relato de un testigo ocular de las experiencias de un estudiante de la Universidad Hebrea durante la Guerra de los Seis Dias. ‘A medida que marchamos dentro de Jerusalem, la culminacion de cuatro dias de andar por las Colinas de Judea, nosotros pisamos la animadamente el Camino de Jaffa ante una multitud de aplausos de los que se reunieron para saludarnos. Quien hubiera creido que pocas semanas mas tarde, estariamos bajo fuego mientras caminabamos por esa misma calle cerca de la oficina central de correos. Una barrera sobre el Camino a Jaffa era un punto visible donde las dos partes de la ciudad fueron separadas, judia y jordana.” El que esta hablando es el Dr. David Wilensky de Jerusalem, quien ha vivido aqui por mas de tres decadas. Cuando estallo la Guerra de los Seis Dias cuarenta y cinco años atras, el estaba estudiando en la Universidad Hebrea. El y todos los otros estudiantes en su programa vivian en los dormitorios de la Universidad Hebrea. “Tres semanas antes de la guerra, el pais paso a un estado de emergencia. Los unicos que quedaron en los dormitorios eran los estudiantes extranjeros y los estudiantes arabes", dice el. David recuerda bien esos dias. “En todas nuestras habitaciones sonaba a toda potencia las noticias en ingles de la radio jordana que concluia cada transmision con: 'y todos ustedes sionistas en Israel' (con el sonido de la ametralladora en el fondo).” Wilensky se dio cuenta que estos no israelies tenian su propia agenda. “Los estudiantes arabes en el dormitorio, con quienes viviamos diariamente, estaban teniendo fiestas de victoria, y alguien dejo un traje de baño colgado en la puerta de nuestro consejero israeli en los dormitorios [judios al mar].” Como los trabajadores normales estaban en el servicio militar, los estudiantes americanos se presentaban como voluntarios para todo tipo de trabajos. Muchos fueron a los kibutzim para ayudar con la cosecha de primavera o cualquier otra cosa que fuera necesaria. “Yo y algunos de mis amigos fuimos al Kibutz Ein Tzurim,” destaco David. “Como ellos no tenian refugios anti-bombas, nuestro primer empleo fue cavar trincheras cerca de las casas para que tuvieran algun lugar para buscar refugio en caso de ataque." Luego ellos recibieron una asignacion agricola. “Nosotros salimos y arrancamos las largas hileras de plantas de algodon que estaban recien empezando a crecer.” La experiencia de otra estudiante, Adrienne Dodi fue un poco diferente. Ella se presento como voluntaria para trabajar en el conmutador del Hospital Hadassah. Mientras estaba alli en esas ultimas semanas de mayo, los diarios publicaban propagandas de la embajada americana aconsejando a los ciudadanos americanos que partieran. Adrienne recibio un consejo mas personal. Sus padres habian convencido a su congresista para que contactara a la embajada aqui, la cual como corresponde envio un funcionario a su dormitorio. “Sus padres han pedido al embajador que la envie a casa,” anuncio el. “Por que esta usted permaneciendo en un pais en estado de guerra?" Incluso por entonces estaba claro donde estaba su corazon. “Yo no estoy en un pais extranjero,” recuerda decir ella. “Aqui es donde pertenezco.” Adrienne ha estado aqui durante muchos años, retirandose recientemente como directora de Shekel. En 1967 Sheldon Weinstein era abogado en Wilmington, Delaware. Ahora, el y su esposa Ruthie son israelies, viviendo en Jerusalem. Sheldon encaro la guerra en Delaware en una forma un poco inusual. Adicto a la radio portatil bajo su almohada en la noche, el continuo con las noticias de ultimo momento ya que no podia dormir bien. El supo de la crisis aqui en Israel mientras seguia los informes de la preparacion para la guerra por parte de los paises arabes. “En las primeras horas del 5 de junio de 1967, yo iba aser una de las unicas personas en Wilmington, Delaware en enterarse, a traves de KYW [una estacion de noticias de 24 horas de Philadelphia] la cual recien habia recibido un informe de la agencia de noticias Reuters de Londres, que Israel habia lanzado ataques aereos sorpresivos contra las fuerzas arabes. Hubo tambien informes que las fuerzas israelies estaban supuestamente involucradas en importantes batallas terrestres y aereas en muchos frentes contra la desbordante oposicion." Weinstein no pudo volver a dormir; su mente estaba corriendo con las noticias que recien habia escuchado y con todos los informes negativos con los que el habia sido bombardeado durante las semanas previas. El se vistio y fue a sus oficinas legales en el centro preguntandose que podria suceder a nuestra patria Israel. “Habiendo estacionado mi coche y mientras caminaba las cuatro cuadras al edificio de mi oficina a aproximadamente las 6 a.m., pase por una licoreria propiedad de un comerciante judio a quien conocia. El estaba por abrir su negocio y cuando me vio comenzo a saludarme con la mano febrilmente. La mayoria de la gente, esa primera mañana de la guerra, tanto en Israel como a traves del mundo, no sabia que estaba sucediendo realmente. Asi que el informe de Weinstein aqui era inusual. “El propietario de la licoreria tenia su radio de onda corta en su mano y me informo muy excitadamente que los informes que estaba recibiendo daban informes positivos acerca de las fuerzas de Israel en las batallas en todos los frentes.... si, parecia que Israel estaba avanzando y no en retirada." El inicio de la guerra para David Wilensky, quien retorno a Jerusalem desde el Kibutz Ein Tzurim, fue bastante diferente. Prestemos atencion a su informe de primera mano. “En la primera mañana de la guerra, la sirena sono a las ocho de la mañana. Nosotros, por supuesto, habiamos retornado a los dormitorios, y yo recuerdo como la señora de la limpieza se paro en atencion con su palo de esponja ya que penso que era un dia de recordacion. La unica comunicacion era a traves de la radio asi que escuchamos atentamente, escuchando sobre las batallas con los egipcios pero tambien el anunciante nos decia que no parecia que Jordania entraria a la guerra." A los estudiantes universitarios siempre les gusta moverse, como explica David. “Asi que tres estudiantes y yo nos dirigimos al centro para llevar nuestra ropa sucia al negocio comun donde lo habiamos hecho, el cual estaba localizado junto al edificio central de correos en el Camino a Jaffa. Mientras estabamos esperando para entregar nuestra ropa, repentinamente, escuchamos el sonido de la artilleria bombardeando y disparos de armas pequeñas. Para los que solo conocen Jerusalem como es hoy, la vieja frontera dividiendo la Jerusalem judia de Jordania estaba a solo unos cien metros de distancia de donde estabamos parados." Los siguientes segundos parecieron una eternidad para David, como de hecho debe haber sido. “El propietario del negocio donde estabamos empezo a llorar porque tenia muchos hijos en el ejercito. Mientras continuaba el bombardeo, sin tregua ni nada parecido, nosotros atravesamos el Camino de Jaffa, saltando dentro del hueco de la escalera de otro edificio para protegernos. Nos acurrucamos alli mientras continuaban los disparos de las tropas jordanas. Hubo momentos de incertidumbre real. Para nuestro alivio, aproximadamente una hora mas tarde, los tanques israelies rodaron por el Camino a Jaffa en la direccion de la frontera. Esa fue la primera vez que nos tranquilizamos un poco. Yo supongo que como nativo de New Orleans, recorde la Batalla de New Orleans donde los civiles tuvieron suerte de sobrevivir.” Incluso con los tanques, no ceso el bombardeo. “Nosotros decidimos que el edificio central del correo nos ofreceria mejor proteccion. Cruzando corriendo la calle nos relocalizamos en ese edificio.” Una familia que estaba planeando la alia desde Estados Unidos a comienzos de junio de 1967 iba a alterar inesperadamente sus planes. Shoshana Dolgin-Beer, que vive aqui en Jerusalem desde julio de 1967, explica lo que sucedio. “La Guerra de los Seis Dias no solo cambio el futuro de Israel, sino que nos dejo a mi esposo y a mi y nuestras tres hijas en Los Angeles, California, en el limbo total." Su cuarta hija, Ethel Zehava Dolgin, habia pasado el año 1966-1967 en Jerusalem estudiando en la secundaria Horev para chicas y planeaba reunirse con sus padres cuando llegaran. “Ademas,” dijo Shoshana, “nosotros habiamos vendido nuestra casa en Los Angeles; estabamos quedandonos con la familia solo esperando la confirmacion de un vuelo para hacer alia.” En su enfoque tipico ante una crisis en la historia de Israel, Shoshana informaba para las oficinas de la Agencia Judia de Los Angeles. “Yo ayude a registrar a una multitud de voluntarios preparados para volar a Israel para ayudar en cualquier forma necesaria. Ademas, contacte a una amiga cuya hija estaba tambien en Israel mientras nosotros buscabamos frenetica y esperanzadamente alguna noticia aliviadora y consuelo. Nosotros estuvimos entre los afortunados ya que nuestras hijas se habian contactado con nosotros - nosotros sabiamos que ellas estaban a salvo." Un mes y medio mas tarde la familia hizo alia a Israel y ha estado aqui desde entonces. Cuando Wilensky y sus amigos encontraron seguridad en la oficina central de correo, ellos preguntaron alli si habia algo para hacer para ayudar. El tiroteo de los jordanos fuera podia aun ser escuchado. “Nuestra primera tarea,” recuerda David,“fue pegar papel negro sobre las ventanas de la sala de telegrafos ya que habia un apagon total ordenado para la ciudad.” Ahora este joven se entero de que se trataba la burocracia israeli. “A pesar de la situacion de emergencia, la persona a cargo tenia que asegurarse de cumplir su deber normal en el cual el nos requirio firmar una promesa de secreto en terminos de lo que podiamos leer o escuchar. Todos nosotros aprendimos como usar la maquina de teletipos. Yo incluso logre enviar un mensaje a mis padres en New Orleans [para decirles) que estaba a salvo.” “Nuestras tareas eran importantes debido a que teniamos que enviar fuera todos los despachos de noticias,” explico David.“Estos corresponsales tenian que venir a la oficina de correos para enviar sus historias, las cuales nosotros teletipeabamos por ellos. Todas las otras instalaciones fueron cerradas." Una oracion ha permanecido en su mente durante estos 45 años. Una historia comenzaba, "Esta noche cayeron proyectiles sobre la ciudad de Jerusalem.” El segundo dia de la guerra, David y sus amigos retornaron al dormitorio de la Universidad Hebrea. Ese fue un objetivo tambien. “Los proyectiles golpean el campus en Givat Ram debido a que el ejercito habia colocado las baterias de artilleria debajo en el Valle de la Cruz. Yo dormia en un edificio donde parecia que estabamos mas seguros." Para la tercera tarde de la guerra, los estudiantes fueron a la cafeteria. Era alli que llegaban las noticias. “El Kotel esta en nuestras manos,’ y en la radio nosotros escuchamos al Rav Goren tocar el shofar.” El momento mas maravilloso para todos los que estaban en Jerusalem en Shavuot fue entrar a la Ciudad Vieja, donde ellos no habian estado desde 1948. David Wilensky tuvo esa oportunidad. “Yo fui invitado a la casa de uno de mis profesores para el ‘tikun’ en la noche de Shavuot. A las cuatro de la mañana empezamos a caminar, con pasos que retumbaban alrededor de nosotros en la oscuridad, mientras multitudes convergian en direccion de la Ciudad Vieja. Nosotros entramos a traves de una de las entradas, caminamos a traves de los escombros. Nosotros habiamos llegado! Nos unimos a las multitudes de nuestros compañeros judios mientras todos nosotros rezamos por primera vez en el Kotel, el Muro Occidental.”