martes, 20 de agosto de 2013

ENFRENTAR EL FIN DE LA JUDERIA EUROPEA

Fuente: Commentary- Traducido por Marcela Lubczanski especialmente para el blog de OSA Filial Cordoba 12/8/13 por Jonathan S. Tobin El año pasado el Departamento de Estado de Estados Unidos destaco que "una creciente ola de antisemitismo" estaba extendiendose a traves de Europa. Fue un importante reconocimiento de un problema critico. Pero tan seria como fue esta advertencia, el dilema de la juderia europea continua siendo un tema marginal que solo obtiene atencion esporadica cuando hay un delito flagrante o una medida para prohibir practicas religiosas judias en un pais especifico. Por mucho que el asesinato de cuatro judios en un festival de tiro en Toulouse por parte de un terrorista islamista o los intentos de prohibir la circuncision o faena kosher hacen los titulares, el renacer de un odio judio en el continente europeo no es tanto la funcion de incidentes graves como es un proceso historico que esta llevando a lo que parece una conclusion inevitable. Es en este contexto que el ensayo de Michel Gurfinkiel "Tu Solo Vives Dos Veces" sobre el tema en la edicion de este mes de la revista Mosaic debe ser visto como una contribucion importante a la historiografia judia. Despues de decadas de celebrar el inesperado renacer de la juderia europea despues del Holocausto que creo nuevas comunidades vibrantes donde habia existido desolacion en 1945, hemos ahora llegado al momento en que el ciclo del odio se dio vuelta nuevamente. En una proeza brillante de la perspectiva historica, Gurfinkiel nos recuerda que el virus del odio al judio no ha meramente revivido sino que amenaza con escribir lo que puede ser el capitulo final en la larga saga de la juderia europea. Gurfunkiel pone en contexto el goteo constante de historias depresivas acerca del antisemitismo. Pero es importante porque osa trazar conclusiones acerca del problema que muchos sobrios comentaristas europeos se rehusan a encarar. En vez de lamentar meramente una tendencia triste, el demanda que los judios saquen las propias conclusiones de los hechos. Eso es algo que estan haciendo crecientes numeros de judios europeos, ya que muchos estan emigrando a Israel. Pero su conclusion debe enviar escalofrios a las columnas vertebrales de no solo judios sino tambien de todas las personas civilizadas que podrian de otra manera estar inclinadas a asumir una opinion menos alarmista de los acontecimientos: Una vision mitigante de la situacion de hoy podria tener que, muy al menos, la divina providencia permitio beneficamente a unos dos millones de judios europeos una breve edad dorada, un verdadero renacimiento, el cual a su vez trajo nuevo lustre a la civilizacion europea tanto como estimulo e inspiracion a millones de sus compañeros judios en todo el mundo, muy especialmente en el estado judio. Suficientemente cierto; pero lo que no es menos cierto es que el fin de la juderia europea, una civilizacion milenaria y un logro coronador del espiritu humano, dara un golpe duradero a la psique colectiva del pueblo judio. Que tambien dara un juicio demoledor sobre la llamada idea europea, expuesta como una injusticia letal para cualquiera con ojos para ver, es frio consuelo en cambio. El deseo de evitar sacar tal conclusion marcada acerca del problema es natural y esta basado en medida no menor, como destaca Gurfinkiel, en el hecho que la juderia europea "se ve saludable y segura." El renacimiento posguerra de la vida judia en Francia e incluso Alemania ha creado comunidades sustanciales y una poblacion que esta invertida en el futuro de estos paises. Ellos han gozado una edad dorada que creo una similitud superficial a la fuerza y seguridad de la juderia americana. Pero las comparaciones ya no tienen sentido. Con el antisemitismo extendiendose en la izquierda y la derecha y con el crecimiento sin precedentes en la poblacion de inmigrantes musulmanes en Europa (especialmente en Francia), no necesitas ser un alarmista para comprender que "la catastrofe puede estar adelante." Lo que Gurfinkiel ve como las "semillas de un nuevo antisemitismo” fueron sembradas en Francia por Charles de Gaulle quien repudio la alianza de su pais con Israel despues de la Guerra de los Seis Dias y se embarco en una campaña de deslegitimizacion del estado judio que no excluyo pronunciamientos francamente antisemitas. Pero aun cuando de Gaulle merece una gran cantidad de la culpa, el problema fue mayor que el enorme ego de ese heroe de la Segunda Guerra Mundial. Los intelectuales europeos de la posguerra fueron destetados en una creencia que el imperialismo fue el pecado original de la civilizacion europea y categorizaron erroneamente al Sionismo como parte de la empresa colonial en vez de como el movimiento de liberacion nacional del pueblo judio. Mientras Europa disfrutaba un breve periodo de filosemitismo como parte de la reaccion al Holocausto, el movimiento buscando etiquetar como ilegitima la expresion de la identidad judia hervia bajo la superficie. Asi como el antisemitismo musulman "ha estado conectado intimamente con el antisemismo europeo clasico durante mas de un siglo" y toma prestado libremente del manual hitleriano, como destaca el historiador, "las dos ramas comparten un lenguaje comun, y cada una ve en la otra una imagen espejo de si misma." El regreso del odio al judio en Europa esta vinculado intrincadamente con su aumento en el mundo musulman y arabe. El problema es que el “nuevo” antisemitismo que se centra en Israel es meramente una variacion sobre los viejos temas que una vez arrasaron el continente europeo. Quizas la vision mas importante en un ensayo llenoi de ellos sea el señalamiento por parte de Gurfinkiel que mientras en el periodo posterior al Iluminismo los judios europeos pensaban que podrian obtener igualdad y aceptacion echando por la borda su identidad y fe judias especificas, asi tambien, algunos ahora piensan que pueden escapar a la marea antisemita distanciandose de Israel. En su mayor parte, en Francia y a traves de Europa Occidental, ese precio fue pagado totalmente y voluntariamente. Generaciones de judios prometieron ansiosamente su lealtad a los ideales de democracia, patriotismo, y tolerancia religiosa, echando sus prodigiosos talentos y energias en hacer de Europa un lugar mejor. A traves de los siglos, en buen tiempo, el trato se sostuvo; en el malo, el precio seria aumentado sucesivamente, revisadas las condiciones de aceptacion, cubierto el trato hasta que al final la oferta fue fianlmente, brutalmente, rescindida en masacre en masa. Ahora, construyendo ocupadamente monumentos y museos, Europa participa ostensosamente en celebrar y llorar a sus judios muertos perdidos de ayer, cuyo asesinato variadamente perpetro, incito, o (con excepciones) encontro que podria soportar. Mientras tanto, alienta y suscribe a la eliminacion de la vida judia hoy. Una vez mas, los judios son aceptados bajo condicion: que ellos se separen de sus hermanos en Israel y se unan al consenso oficial europeo en demonizar al estado judio; que aprendan a acomodarse a la realidad que tantos europeos etnicos los odian y les desean mal, y que los islamistas en suelo europeo buscan su extincion; y que en el interes de justificar su continuo derecho a la ciudadania europea, acepten la proscripcion por parte de Europa de algunas de las practicas mas basicas de su fe. Para los judios muertos de ayer, todo; para los judios vivos de hoy, poco y menos aun. Esta yuxtaposicion de afecto por los muertos e indiferencia u hostilidad por los vivos es un tema comun en mucho del mundo despues de 1945, pero especialmente asi en Francia y Europa. Como en el pasado, los que creen que pueden escapar al odio dando su espalda a su propio pueblo pueden descubrir algun dia que han cedido mucho a cambio de poco o nada. Aunque algunos pueden esperar que no sea demasiado tarde para que sea revertida la ola de antisemitismo, es dificil discutir con la conclusion de Gurfinkiel. Aun mas para el punto, es un argumento poderoso para apoyo aun mayor por un estado judio que proporciona el unico recordatorio apropiado para el Holocausto y la unica respuesta eficaz al odio antisemita.