martes, 9 de septiembre de 2014

DE ACTUALIDAD

Ayer, con mucha tristeza, decidí salir de un grupo de Facebook...
Durante la guerra y la campaña Tzuk Eitan compartimos las noticias y nuestra indignación por lo que los enemigos de Israel, provocan en el mundo...
Creí, con ingenuidad que estábamos en el mismo "tren"...
Pero ahora veo con dolor, que la furia y la indignación se desborda hacia otros lados, específicamente hacia el mundo ortodoxo.
Yo no voy a defenderlo, porque también tengo mis críticas, y las tengo desde mis propias vivencias y no, de lo que la prensa y el prejuicio me quiere vender.
Sé que los ortodoxos critican a los laicos y tampoco voy a defender a los laicos, porque nací en ese ambiente, y también tengo mis propias críticas, fruto directo de mi experiencia personal y no de la demonización que algunos sectores ortodoxos hacen de ellos..
En todas partes se cuecen habas
Y ninguno de nosotros puede levantarse y decir, sin que se le caiga la cara de vergüenza, que el grupo al que pertenece es perfecto, sin mácula de corrupción, sin pecados y sin soberbia...
Creí, ingenuamente, que la amenaza de nuestros externos y verdaderos enemigos, nos uniría definitivamnete, y podríamos comenzar a pensar en un proyecto común para vivir juntos y en paz, entre nosotros, los judíos.
No existe una sola "bolsa" de religiosos y menos aún, si aquel que critica al mundo observante, quiere hacer creer que todos los religiosos son Naturei Karta. Cualquier persona medianamente pensante, sabe que la gran mayoría de la gente practicante, ama a Israel y a su pueblo y el grupo datí leumí (sionista) es muy numeroso y muy fiel tanto a la gente de Israel como a la Torah.
Tampoco existe una sola "bolsa" de judíos laicos y muchos de ellos, son menos laicos de lo que aparentan ser. Muchos creen en Dios, cuidan muchos preceptos de el hombre para con el prójimo y festejan gran parte de las festividades.
Yo he amado y sigo amando, judíos de todos los colores, de todas las gamas de grises, aunque no coincida con todos ellos en todo tiempo y lugar.
Yo me he enojado y sigo en conflicto, con judíos que se comportan con otros judíos, exactamnete como nuestros enemigos antisemitas, se comportan con todos nosotros, con odio gratuito y prejuicio irracional.
Hay laicos decentes y hay laicos que no lo son. Algunos defienden a los judíos y otros no.
Hay observantes que aportan al Estado de Israel y otros que no.
Hay tradicionalistas que sirven en el ejército y, hay laicos y observantes que también lo hacen.
Hay muchas cosas para arreglar y acordar para poder vivir en armonía, pero si realmente eres inteligente, abstente de seguir cavando zanjas para llenarlas de inmundas etiquetas. Toma la pala y la palabra y comienza a construir puentes.
No es fácil, los terroristas saben muy bien que para destruir algo, sólo necesitas de un buen explosivo y un segundo de tiempo.
Diferénciate de estos criminales, apostando a diagramar, diseñar, invertir, en la construcción de estos puentes, que unan a todo nuestro pueblo, aún, en el más apasionado disenso.
Con todo mi cariño hacia Am Israel.
Patriicia Deborah Starkloff

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