domingo, 22 de noviembre de 2015

La yihad interminable


La yihad interminable

JIHAD INTERMINABLE

Dos días antes de los bestiales atentados del Isis en París, este mismo grupo terrorista difundió un vídeo de declaración de guerra a Egipto y a Israel, que cerraba declarando: “Los judíos se esconderán detrás de las rocas y árboles, y las piedras y los árboles llamarán: ‘Oh, musulmanes, Oh, siervos de Alá, hay un judío detrás de mí, ven y mátalo”.

Escrito por Marcelo Birmajer
Ese mismo texto es también el artículo 7 de la Carta Fundacional de Hamas, el grupo terrorista palestino que domina la Franja de Gaza. Ambos grupos terroristas son sunitas. El líder supremo de Irán, shiíta, el ayatollah Khamenei, declaró en mayo de 2014: “La Jihad nunca termina, porque Satán y el frente satánico existirán eternamente”. Para los ayatollahs iraníes, Satán es en primer lugar Estados Unidos, el pequeño Satán es Israel, y el frente satánico lo conforma cualquiera de las democracias occidentales.
Cuando el ex presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, declaró en 2007 en la Universidad de Columbia que en la República Islámica de Irán no existían los homosexuales, anunciaba la distopía de su jihad: el exterminio de la diversidad en todo el mundo.
Hezbollah, el Partido de Dios, también shiíta y con base en el Líbano, nos atacó en dos ocasiones, con el auspicio iraní: contra la Embajada de Israel en 1992, y la masacre de la Amia en 1994. Invadieron al país que inauguró la democracia de los 80 en la región. La diferencia histórica entre shiítas y sunitas refiere a que, a la muerte de Mahoma, los sunitas eligieron por consenso al suegro de Mahoma, Abu Bakr, para que los liderara, mientras que los shiítas son los seguidores de Alí, el primo de Mahoma, por ser el pariente de sangre más cercano.
Esto no ha obstado para que, desde la creación de la Hermandad Musulmana a fines de los años 20, no casualmente coincidente con el surgimiento del fascismo, ambas corrientes hayan incluido fundamentalistas islámicos terroristas, transversalmente. En fecha tan temprana como 1936, los terrorista palestinos dirigidos por el Mufti de Jerusalem asesinaron con cuchillos y hachas a más de una cincuentena de judíos civiles desarmados en las calles de Tel Aviv y Jerusalem, mucho antes de que se creara el Estado de Israel, cuando no existía ni un asomo de conflicto territorial.
Isis no está reaccionando a una intervención francesa previa. De hecho, De Gaulle retiró a los franceses de Algeria en 1962 para impedir precisamente atentados como los que ocurrieron la semana pasada en París. Pero es evidente que los fundamentalistas islámicos, sunitas y chiitas, desde la República Islámica de Irán hasta Isis, no buscan liberarse del Occidente democrático, sino sencillamente imponerle al mundo su sistema de terror.
Unidos por Israel con estrella español

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