domingo, 5 de junio de 2016

Revista de Prensa

Atención al eje Riad-El Cairo

 

Banderas de Arabia Saudí y Egipto.
Omar el Shennety, director general de Multiples Investment Group, ve en el repliegue de EEUUen Oriente Medio y en la caída del precio del petróleo dos factores cruciales a la hora de explicar las transformaciones que están produciéndose en la región, donde Riad y El Cairo quieren tener mucho que decir.
Estos cambios hacen que Arabia Saudí sea diferente (…) y tendrán repercusión en Egipto de diferentes maneras.
Primero, Arabia Saudí liderará la región, o al menos lo hará junto con Egipto, y ya no aceptará quedar en un segundo plano en los asuntos regionales.
Segundo, la prioridad del reino de cortar la expansión de la influencia iraní en la región estará por delante de cualquier otra cosa, incluidos los asuntos de política doméstica.
Tercero, Arabia Saudí ya no dará más donaciones generosas a Egipto, sino que su apoyo adoptará la forma de inversiones y proyectos financieramente viables o préstamos con rentabilidad garantizada, tras la caída del precio del petróleo y el descenso del superávit en sus finanzas.
Cuarto, el Gobierno egipcio debe seguir adelante poniendo en práctica medidas de estricta austeridad, similares a las de Arabia Saudí, para reducir el déficit presupuestario, lo que implica una inflación alta y el deterioro de las condiciones sociales.
Las sanciones del Tesoro estadounidense están dañando las finanzas de la organización terrorista libanesa de obediencia iraní. Jonathan Schanzer, de la Foundation for Defense of Democracies, cree, no obstante, que esas medidas son insuficientes y que se impone actuar también en el plano militar.
(…) una estrategia para golpear a Hezbolá en las finanzas es insuficiente por sí misma. De hecho, el aislamiento financiero sin mecanismos creíbles para debilitarlo militarmente podrían llevar a Hezbolá, inadvertidamente, al campo de batalla. De hecho, cuando Hamás, el grupo terrorista afincado en Gaza (también aliado de Irán), libró una guerra contra Israel en 2014 lo hizo para negociar una salida a su aislamiento financiero. El resultado fue una guerra de 50 días.
Las sanciones del Tesoro a Hezbolá están provocando un impacto innegable. Pero es demasiado pronto para cantar victoria. Sin una amplia estrategia para combatir a Hezbolá en el futuro, incluso los esfuerzos más audaces para exprimir sus finanzas no serán suficientes.
Jaled Almaina, director de la Saudi Gazzette, reflexiona sobre el papel, todavía insuficiente, que desempeñan los medios de comunicación en el mundo árabe y la necesidad de contar con una prensa libre que informe a la sociedad.
En nuestra parte del mundo ha habido progresos tecnológicos en los medios y un flujo sin trabas de información. Sin embargo, hay pocos periodistas profesionalmente capacitados. Esto es porque no se ha hecho ningún esfuerzo por parte de los medios de comunicación (…). En segundo lugar, el ritmo de sustitución viene siendo alto porque esas personas se van a trabajos mejor remunerados.
La historia del periodismo árabe se ha visto ensombrecida por arrestos y despidos en algunos Estados regidos por dictadores. No eran signos alentadores. Lo que quedó fueron grupos de aduladores que lanzan alabanzas a la menor oportunidad o incluso fabrican historias para ganarse el favor de los poderes fácticos.

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