martes, 23 de agosto de 2016

Por qué visitar Israel y los lugares que no te puedes perder
Israel es la cuna de las tres grandes religiones. Dar un paseo por la Historia y por grandes hallazgos arqueológicos; descubrir un mosaico étnico y religioso fascinante, con numerosos enclaves antiguos y sagrados. Donde tan solo unos minutos de viaje separan montañas de llanuras, campos fértiles de desiertos y… 4 mares. Saborear una gastronomía deliciosa y variada. Realizar múltiples actividades de ocio y relax. Con salida al mar Mediterráneo y al mar Rojo, han ido surgiendo una serie de enclaves que son icónicos para judíos, cristianos y musulmanes y que hoy en día se han convertido en visita obligatoria para todo aquel que va. Sin duda, es un gran desconocido al otro lado del Mediterráneo. A escasas 4 horas y media de vuelo desde España. Te destacamos un dicho muy utilizado en Israel que te sirva como una referencia rápida: “Mientras Jerusalén reza, Tel Aviv se divierte y Haifa trabaja”. Hay tanto que ver que te traemos una relación de aquellos “imprescindibles” de Israel. Y como te quedarás con ganas de más, volverás y aprovechamos otro dicho: “El año que viene, en Jerusalén” (también).
Jerusalén, lo llevarás siempre en el corazón
Una ciudad de emociones que promete una profunda experiencia espiritual y un memorable encuentro con 3000 años de historia - la espiritualidad se siente en el aire, los caminos empedrados cuentan historias. ¡Casi como si las piedras pudieran hablar!
También conocida como la Ciudad Dorada, alberga un importantísimo legado histórico de todas las culturas y civilizaciones que la han habitado, creando un llamativo contraste entre el Cardo romano, la Ciudad de David, los bastiones otomanos, la Basílica del Santo Sepulcro, el Jardín de la Tumba, las mezquitas y el Muro Occidental. En este último, durante el día y durante la noche es posible encontrar personas de todas las edades vaciando su corazón en una plegaria o una lamentación. Visitantes de todos los credos también vienen a orar aquí y escriben notas de papel que incrustan en las grietas del muro. Aprovecha la oportunidad.
Todo ello puedes contemplarlo, no solo en un mismo país, sino en una única ciudad, en Jerusalén, convirtiéndose en un destino imprescindible para los amantes de la historia y la cultura.
El mar Muerto, el punto más bajo de la tierra
Para llegar al mar Muerto desde Jerusalén, tendrás que atravesar los montes de Judea y entonces el paisaje cambiará completamente. De hecho, en menos de media hora de trayecto, te encontrarás en el punto más bajo de la tierra.
Los recursos naturales del mar Muerto, su riqueza de minerales y la atmósfera calma y tranquila conforman una fórmula integral para la buena salud y el bienestar. A 416,5m por debajo del nivel del mar, la naturaleza es diferente. Los rayos solares ultravioletas son menos dañinos, el aire está limpio de polen y los altos niveles de oxígeno y bromo tienen un efecto relajante, ¡con solo pasar un tiempito allá se sentirá mejor! La salinidad del mar Muerto y la riqueza de minerales de sus playas, proveen una solución natural para muchos problemas de salud, incluyendo problemas respiratorios o de piel. Sin duda, el mejor alto en el camino para recargar las pilas antes de continuar con el viaje. Imprescindible: la impresionante fortaleza de Massada.
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