domingo, 1 de noviembre de 2020

 

 

                                    **La Pena Del Adiós**

 

Aquí, frente a mi ordenador, procuraré recordar y escribir el paseo, que esta

mañana dí. Fui al aeropuerto internacional, con el fin de gastar el tiempo. En

el salón principal, un anciano apoyado en su bastón, despedía a un matrimonio

joven con un niño de seis o siete años.

 

*Se comunica a los señores pasajeros...*

 

El anciano dejó su bastón caer y abrió los brazos como queriendo abrazar, a sus

seres queridos, en un abrazo final, emotivo y procurando no llorar...

 Hoy, debo escribir que, he conocido la pena, el pesar, el desconsuelo y  el dolor .

! Debo reconocer que aún me dura la tortura de mi paseo matinal ! 

Mario Beer-Sheva

*...el embarque se hará por la puerta número...*

 

Los tres abrazados, entre si, el niño abrazado a la pierna de su abuelo. Al oír la

orden de embarque, comenzaron a llorar la partida inmediata...

 

*...se recomienda presentarse con la tarjeta de embarque en mano...*

 

Ya todo estaba dicho, ya todo faltaba por decir, sin decir, cada uno pensaba si

esta sería la partida final. Teniendo en cuenta la edad del abuelo, era el ir y no

regresar...

 

*...se aconseja, a los señores pasajeros, no olvidar pertenencias personales...*

 

Las lágrimas, que asomaban a sus ojos, como pequeños ríos del deshielo que

cae de la montaña, inundó los rostros de esta gente y me hizo doler el corazón.

! Partir es morir, sin posibilidad del reencuentro, es morir total !

 

*...esperamos tengan un buen viaje. ! Gracias por elegirnos ! *

 

Los tres jóvenes embarcaron, el abuelo levantó su bastón, apoyó un brazo en la

columna, escondió su rostro,  y sus hombros comenzaron a sollozar con el silencio

del gran dolor.

 

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