jueves, 17 de diciembre de 2020

 ACOM celebra el establecimiento de relaciones entre Marruecos e Israel. Eso es objetivamente bueno.

Cómo Marruecos juega sus bazas diplomáticas con EEUU no es un asunto que comentemos directamente. No obstante, evidentemente, tiene consecuencias indirectas para nuestro país, pero sólo en relación a cómo juegue sus propias bazas nuestra diplomacia. Y hasta ahora lo ha hecho fatal.
ACOM ha venido advirtiendo que la irresponsable política española hacia los EE.UU. tendría consecuencias. La hostilidad del Gobierno de España contra la administración Trump ha hecho que ésta haya considerado a otros como aliados más fiables y los haya beneficiado con decisiones duraderas. Ningún país tiene el derecho permanente de aliado preferente. Es un juego de reciprocidades.
Por eso es esencial para los intereses españoles que nuestro gobierno asuma las consecuencias negativas para nuestros intereses de sus acciones en el tablero internacional, recapacite sobre el hostigamiento permanente a aliados naturales como EE.UU. e Israel (y el alineamiento con sus enemigos Venezuela e Irán, que no ofrecen rédito alguno), y se alinee con las tendencias positivas en política internacional, como los acuerdos de Abraham, que ofrecen oportunidades de conciencia y prosperidad, no sólo para Medio Oriente sino, como hemos visto, para el Mediterráneo y llegando al Atlántico.
Eso, y no pataletas sin fundamento, nos ofrecerá réditos y resguardará nuestros intereses.


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