Me gustó mucho!
“En Bnei Brak (el barrio ultraortodoxo en Jerusalem), algunas mujeres estaban estudiando a Malaquías.
¡Les gustaba estudiar profundamente hasta que entender todo exactamente!
Una vez se toparon con un párrafo que decía: "Y el pulidor de plata se sentó..." (Malaquías 3:3)”.
Trataron de encontrar explicaciones, pero ninguna las satisfizo...
¡A una de ellas se le ocurrió una idea: en vista que el pasuk hablaba de plata, ella podia ir a ver a un orfebre!
Y asi lo hizo. Cuando llegó lo vio tomando la plata y poniéndola en la parte más caliente del fuego.
Ella le preguntó "¿por qué en el más caliente? Casi te quemas. ¿Por qué ahí mismo?"
Y él le respondió: "¡Porque si no lo pongo en el lugar más caliente, las impurezas no saldrán!"
Ella exclamó: "Uau!!!
El orfebre siguió con todo el proceso que fue largo, de principio a fin, y la mujer observaba todo.
Le preguntó: "¿Por qué no lo dejas allí hasta que salgan las impurezas, te vas, y regresas después?"
"Porque no lo puedo dejar ni un segundo más. Tan pronto como se vayan las impurezas tengo que quitarlo".
y luego preguntó: "¿Y cómo sabes cuándo estás listo?"
Y el orfebre le contestó: "¡Ahh! Cuando veo mi reflejo en la plata, es porque está lista".
La religiosa regresó feliz donde sus compañeras y les contó la explicación del pasuk:
"Hashem a veces nos envía a la parte más caliente del fuego (pruebas muy fuertes).
¿Pero para qué?
Para que las impurezas salgan de nosotros.
¿Y HaShem nos castiga y se va? ¡No, El se queda con nosotros todo el tiempo! Él no nos abandona.
¿Y cómo sabe Él cuándo estamos listos? ¡Cuando veas Su reflejo en nosotros!
Cuando copiamos Sus midot, somos benevolentes como Él, actuamos con misericordia y levantamos Su Nombre en el mundo..."
F: Noticias de Guisheft vía Debora Salem.
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