viernes, 26 de enero de 2024

 El Renacimiento de la Anémona Roja de Israel a lo largo de la Frontera con Gaza.

Ajena a la guerra que asola la región, la icónica anémona corona roja (Anemone coronaria, conocida como calanit en hebreo),vuelve a florecer a lo largo de la frontera entre Israel y Gaza, brindando un espectáculo natural que trasciende las tensiones geopolíticas.
A pesar de las adversidades y las tragedias asociadas con la frontera de Gaza, la anémona corona roja persiste, recordándonos la fuerza de la naturaleza y su capacidad para renacer incluso en medio de conflictos humanos.
Esta flor, que ostenta el título de flor nacional de Israel, pertenece a un grupo de cinco especies de flores rojas en forma de cuenco con centros negros, las cuales florecen secuencialmente para evitar competir por los escarabajos polinizadores. Este fenómeno forma parte del extraordinario florecimiento de las flores de primavera que atrae a los israelíes a los desiertos, costas y colinas del Mediterráneo durante los meses de enero a abril.
Aunque el Tu Bishvat, el Día judío del Árbol, suele asociarse comúnmente con el florecimiento del almendro, la anémona corona roja se roba el protagonismo en esta época del año.
A lo largo de la frontera con Gaza, los campos se visten de rojo, convocando a admiradores y espectadores en un fenómeno que solía ser celebrado en el festival «Darom Adom» («Sur Rojo»).
Lamentablemente, muchos de estos lugares que antes eran sinónimo de gracia y belleza se han visto marcados por las atrocidades perpetradas por Hamás el 7 de octubre.
El Kibbutz Be’eri y el Kibbutz Re’im, en particular, se han convertido en escenarios trágicos de eventos que marcaron el inicio de una brutal guerra en Gaza.
Este año, en un esfuerzo por simbolizar el renacimiento y contribuir a la recuperación de la zona, se llevará a cabo un Darom Adom limitado en febrero.
El evento evitará el término «festival» y contará con un pequeño número de eventos conmemorativos.
La anémona corona roja, como muchas otras flores, depende de los polinizadores para su reproducción.
En este caso, los escarabajos son cruciales, siendo atraídos por el distintivo color rojo de la flor.
La forma de cuenco facilita la llegada de los escarabajos, quienes, atraídos por el color y la forma, caen sobre la flor y se dirigen hacia el centro negro, donde se encuentra el polen.
La teoría sugiere que el punto negro imita a otros escarabajos, indicando la presencia de alimento.
La anémona sigue el movimiento del sol durante el día, cerrándose al atardecer o en días nublados para proteger su polen. Este delicado equilibrio asegura la reproducción y la supervivencia de la especie.
En Israel, varias flores rojas comparten esta forma distintiva de cuenco con un centro negro.
La anémona corona es la primera en florecer, seguida por el pequeño ojo de faisán, los tulipanes, el ranúnculo del turbante y la flor de amapola.
Este renacimiento, marcado por la belleza efímera de las flores, ofrece una visión esperanzadora en medio de tiempos difíciles.
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