APASIONANTE! El Instituto Ayalon: la instalación secreta escondida bajo la lavandería de un kibutz.
En las profundidades del subsuelo de un kibutz era operada por la HAGANA-Fuerza judia de autodefensa compuesta por mujeres y hombres, que despues se convertiria en la columna vertebral del nuevo Estado de Israel-.
Esta es la historia del "Instituto Ayalon", cuyo trabajo aseguró la existencia del Estado de Israel.
- Debajo de una lavandería y una panadería de aspecto inocente, en lo que parecía ser un kibutz normal en el centro de Israel, yacía escondido un gran secreto.
- Si la persona equivocada lo hubiese descubierto, podría haber puesto en gran peligro el destino del Estado Judio.
Todas las mañanas a las siete, cuarenta y cinco hombres y mujeres jóvenes se dirigían rápidamente a la lavandería, arriesgando sus vidas por el Estado que estaba pronto a nacer.
- Desaparecian en el interior del edificio hasta horas de la tarde. De hecho, descendian a las profundidades del subsuelo, donde se había establecido una fábrica clandestina de armas de la Haganá, como parte del proyecto secreto conocido como "El Instituto Ayalon".
Esto no es un cuento... Dentro del modesto edificio de lavandería había una abertura secreta que conducía a la fábrica subterránea oculta.
Fue aquí donde se produjeron armas para luchar tanto contra el gobierno del Mandato Británico, como contra los terroristas árabes.
- Sobre el suelo, un kibutz aparentemente ordinario, establecido en Givat HaKibbutzim ("Colina del Kibutz") fachada para la animada y laboriosa fábrica, construida bajo tierra en 1945.
- En sus tres años de existencia, el Instituto Ayalon produjo unos 2,25 millones de balas de 9 mm para una versión de producción local de la ametralladora británica "Sten", todo ello bajo las sospechas de las propias autoridades del Mandato británico.
- La munición producida aquí resultaría vital para el ejército israelí durante la primera fase de la Guerra de Independencia.
Cuatro grupos diferentes trabajaban en la fábrica.
Entre ellos se encontraban: miembros de Ta'as, la industria militar de la Haganá, que administraban el Instituto y se desempeñaban como personal técnico profesional a cargo de la producción; miembros del Movimiento de Scouts Hebreos que buscaban establecer un kibutz de pescadores algún día; miembros del grupo de asentamiento Regavim de la fuerza de combate del Palmaj, y varios miembros del grupo de asentamiento Habonim o "constructores" que más tarde fundaron el kibutz Kfar HaNassi en Galilea.
- La industria militar de la Haganá ya había estado produciendo todo tipo de armamento, incluido el cañón Sten, pero la escasez de municiones seguia siendo un importante cuello de botella hasta la fundación del Instituto Ayalon.
La fábrica fue establecida por iniciativa de Yosef Avidar con la ayuda de maquinaria contrabandeada desde Polonia por Yehudah Arazi.
- El proyecto fue encabezado por Pesaj Ayalon. Entendieron que la única manera de operar una fábrica de esta escala y no atraer miradas sospechosas era enterrarla bajo tierra.
- Buscaron una ubicación no muy lejos de Tel Aviv, y "Kibbutz Hill" encajo perfectamente.
- Su ubicación estaba aislada pero no demasiado apartada, era posible excavar el área necesaria y la historia de tapadera funcionó.
- Los grupos de asentamientos que luego fundarían comunidades en todo el país fueron entrenados en el complejo sobre el suelo, proporcionando un grupo adecuado de hombres y mujeres jóvenes para la fábrica debajo de él.
- Para ocultar el ruido generado por la fábrica, la lavandería tenía que funcionar constantemente, pero los lugareños no generaban suficiente ropa sucia para justificarlo, asi que como forma de asegurarse que la fachada permaneciera hermética, se enviaba ropa adicional desde Rehovot y el hospital de maternidad.
- Y para que los residentes no vinieran a la colina a buscar su ropa, se puso en marcha un servicio de entrega, al igual que una lavandería moderna, la cual enviaba la ropa a un punto de recogida en Rehovot.
- La carpintería local y el huerto también servían para ocultar lo que ocurría bajo tierra.
- De este modo, los trabajadores llevaban una doble vida, siempre arriesgándose a ser descubiertos. Con ingenio y creatividad, se ocuparon de todo tipo de problemas y mal funcionamiento.
- Desde el principio, trabajar con pólvora bajo tierra estuvo plagado de riesgos. También había temores que iban más allá del peligro de una explosión repentina.
Las condiciones de trabajo no eran sencillas. Los hombres y mujeres pasaban todo el día bajo tierra, sin luz solar ni aire fresco, y esto afectaba a su salud.
Sufrían cada vez más dolores de cabeza, problemas oculares y debilidad general, hasta que el director del Instituto apeló al médico jefe de la Haganá, el Dr. Yosef Kot, quien visitó personalmente la fábrica.
- El médico regresó con una recomendación: los trabajadores deben estar expuestos a una lámpara de cuarzo o halógena durante unos minutos cada día. Así, incluso en pleno invierno, los trabajadores del Instituto Ayalon parecían tan bronceados como si hubieran venido "de la Riviera (francesa)".
- El médico de la Haganá también les dijo a los trabajadores que bebieran cantidades adicionales de leche, tragaran aceite de pescado para obtener las vitaminas, y asignaron un solo huevo entero para el desayuno. Era una época de escasez de alimentos: otros tenían que conformarse con medio huevo.
El hecho de que la otra entrada al Instituto secreto estuviera en la panadería local, también era una fuente de problemas de salud.
- El pan solo se podía cocinar por la noche o cuando la gente no estaba trabajando debajo, ya que el humo del horno entraba en la fábrica con el aire caliente a través de la chimenea.
Yosef Blit, un miembro del Palmaj que se encontraba entre los trabajadores locales, recordó:
- "Una noche estaba trabajando en la panadería. Encendí el horno a fuego alto y me puse a preparar la masa para el pan. Mientras estaba concentrado en el trabajo, dos tipos que no conocía en absoluto irrumpieron en la panadería y me gritaron:
- '¿Estás loco? Podrías habernos matado. ¡Casi nos asfixiamos allí abajo!".
- Y, en efecto, resultó que los dos eran de la Haganá y habían venido a calibrar armas en la sala de tiro, pero se olvidaron de decírmelo".
También había personas que vivían en el sitio y caminaban por la superficie, pero no sabían nada sobre el Instituto debajo de él.
Aquellos que estaban al tanto del secreto se referían a estas personas como "jirafas".
Y ¿qué pasaba con los familiares o invitados que venian de visita?
- Los lugareños encontraron una solución inteligente a este problema:
- "Todos los días, en la puerta de nuestro kibutz había todo tipo de avisos: 'Fiebre aftosa', 'Plaga de aves', 'Enfermedad infantil', 'Cuarentena', etc., todo para mantener a la gente alejada del lugar", recordó Yehudit Ayalon.
A finales de junio de 1948, ya no había ninguna amenaza inmediata para el centro de Israel, y los británicos ya se habían marchado.
- No había necesidad de una fábrica clandestina de armas. Después de tres años de arduo trabajo, las máquinas de fabricación de armas se trasladaron del Instituto a otros lugares.
- Algunos de los trabajadores que se habían asentado en la zona partieron en septiembre de 1949 para establecer un nuevo kibutz -Maagan Michael- situado entre la cordillera del Carmelo y el mar.
Fueron reemplazados en Givat HaKibbutzim por el Cuerpo Científico de las FDI, que mantuvo el secreto de la ubicación.
- Más tarde, el lugar cambió de manos varias veces, y el Instituto Ayalon se mantuvo en secreto durante décadas después de que el proyecto llegara a su fin.
No fue sino hasta 1975, treinta años después de su fundación, que se hizo pública la asombrosa historia del Instituto.
- El coordinador de la Sociedad para la Protección de la Naturaleza en Israel en Rehovot trató de preparar un recorrido que garantizara la preservación de los sitios alrededor de la ciudad.
- Al reunir material para este propósito, descubrió el gran secreto del sitio.
El 29 de octubre de 1987, la antigua fábrica subterránea fue designada oficialmente como sitio de preservación nacional.
Este artículo se basa en el folleto El Instituto Ayalon – Givat HaKibbutzim, Rehovot [hebreo], publicado por la Sociedad para la Protección de la Naturaleza en Israel y el Consejo para la Conservación de los Sitios del Patrimonio en Israel.
Liron Halbriech y Amit Naor participaron en la preparación de este artículo.
Traducido por Lilian Rotter para Amando Nuestra Cultura Judia.
Fotos: Del folleto "El Instituto Ayalon – Givat HaKibbutzim, Rehovot", publicado por la Sociedad para la Protección de la Naturaleza en Israel y el Consejo para la Conservación de los Sitios del Patrimonio en Israel
The Librarians.
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