Teherán, y luego emite una amenaza contra las exportaciones de misiles a Rusia.
Dos días después de volver a emitir una exención de sanciones a Irán de u$s10,000 millones, la administración Biden el viernes amenazó con sanciones coordinadas del G-7 contra Irán si éste envía misiles balísticos a Rusia. La señal política que envían estas medidas es incoherencia.
Los líderes del G-7 están hablando duro. “Si Irán fuera a proseguir con proporcionar misiles balísticos o tecnología relacionada a Rusia," escriben, "estamos preparados para responder rápidamente y de forma coordinada incluyendo con medidas nuevas y significativas contra Irán." Rusia se ha beneficiado en gran medida de los drones iraníes en su invasión de Ucrania, y su interés en los misiles de Teherán ha sido claro durante meses.
Todo esto fue previsible cuando EE.UU., Reino Unido, Francia y Alemania permitieron que el embargo internacional contra el programa misilístico de Irán caduque en octubre. En lugar de provocar el retroceso rápido a las sanciones, la administración Biden prefirió evitar una escalada que podría arruinar la diplomacia con Irán. Semanas después de la masacre del 7 de octubre, mientras los satélites de Irán estaban disparando contra tropas de EE.UU. en la región, el apaciguamiento estaba en el aire.
Fue la misma historia en noviembre, cuando la administración renovó por última vez la exención de sanciones dando a Irán acceso a más de u$s10,000 millones. Abre para Irán el ingreso congelado de sus envíos de electricidad a Irak, el cual parece tener una excusa perpetua para comprar bienes sancionados de Irán.
Como es usual, la versión del Departamento de Estado es que el dinero puede ser usado sólo para “propósitos humanitarios,” y que la administración Trump emitió exenciones también. Ningún punto sobrevive al escrutinio.
Las anteriores exenciones permitían a Irak importar electricidad de Irán, pero enviaban el dinero a depósitos de garantía en Irak, donde Irán no podía tocarlo. El Presidente Biden cambió las normas, permitiendo que el dinero abandone el depósito en garantía, sea convertido a euros y termine como un fondo iraní en bancos de Omán. Puede ser asignado a pagos de deuda y subsidios de importación de Irán, de acuerdo con Richard Goldberg de la Fundación para la Defensa de las Democracias.
Los adultos saben que el dinero es fungible. Estos fondos liberan otros para usar en expandir el terrorismo en el exterior y hacer avanzar el programa de armas nucleares en casa. ¿Por qué la administración Biden finge lo contrario?
Tal vez es por la misma razón que la administración mantiene oculto a cuantos de los u$s10,000 millones ha accedido Irán desde que fue extendida la exención por última vez: Al pueblo estadounidense puede no gustarle lo que descubra.
La reciente asertividad del G-7 sobre las transferencias de misiles iraníes a Rusia es bienvenida, pero su valor disuasorio es socavado por la exención del Presidente Biden 48 horas antes. Su política hacia Irán ha seguido atascada en el mundo del 6 de octubre, desesperado por comprar paz y calma a un régimen sin ningún interés alguna de las dos.
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