domingo, 30 de junio de 2024

ISRAEL NATIONAL NEWS

 LOS EUROPEOS, DELIBERADAMENTE CIEGOS ANTE LA VIOLENCIA ISLAMICA, ESTAN COMETIENDO SUICIDIO CULTURAL.

TRADUCIDO POR Por Giulio Meotti 

Marcela Lubczanski


Durante algunos minutos, un migrante afgano vaga alrededor del stand del movimiento civil "Pax Europa" en Mannheim, Alemania. Una bandera israelí flamea en el escenario. Frente a él, un cartel con el escrito: "La crítica no está dirigida contra los musulmanes, sino contra el Islam político."
Entonces él ataca a Michael Stürzenberger, a los organizadores, y a la policía (uno más tarde murió) con un cuchillo. Sabemos sobre el terrorista que él ha estado en Alemania desde el 2014, que está casado, que tiene dos hijos y que vive con su familia en Heppenheim, Hesse. El parecía un ciudadano modelo. Un abanderado de la "diversidad" elogiada por los líderes de la política y los medios.
Pero según los medios de comunicación principales, parece que hubo un "incidente" previo con "gente" en Baden-Württemberg, de donde venía también Shani Louk, la chica israelí asesinada por Hamas. Ni siquiera tales atrocidades parecen ser suficientes para poner un final al sueño de nuestra Bella Durmiente y poner el freno de mano en la entrada a la barbarie.
En una relativización sin precedentes, un activista que ejerce su derecho a la libertad de expresión es colocado en el mismo nivel que un yihadista y hecho poco ceremoniosamente cómplice en su suerte. Cualquiera que ose sostener un espejo cerca de nuestra institución psiquiátrica, conocida comúnmente como el Occidente, merece la muerte. En las redes sociales, Stürzenberger es definido como un "agente del Mossad" debido a su posición pro-Israel.
El 1º de diciembre, entró en vigencia en Mannheim la ordenanza sobre la "prohibición de llevar cuchillos en el distrito urbano." Pero como los alemanes son metódicos, la prohibición se aplica exclusivamente desde el viernes a las 8 p.m. al sábado a las 6 a.m., el sábado desde las 8 p.m. al domingo a las 6 p.m. y en la víspera de festividades desde las 8 p.m. a las 6 a.m.. Es una vergüenza que el ataque por lo tanto tuviera lugar el viernes a la mañana.
Mientras tanto, los gobernantes se ocultan detrás de frases vacías con las cuales quieren evitar abordar la conexión con los dos grandes temas tabú: la política migratoria catastrófica y el Islam. Europa Occidental está en camino de convertirse en semi-islámica en su carácter cultural, y muy rápidamente.
En las mismas horas del ataque en Mannheim, en Loyettes (Francia), un hombre destruyó una cruz usando una van. El ató la cruz con una correa al vehículo y la derribó. De origen turco, el hombre gritó "Alahu Akbar" antes de empezar a rezar en la escena del accidente. La policía dijo que él estaba "trastornado." De hecho, ¿qué persona juiciosa haría eso?
Y durante las mismas horas, Mathis, de 20 años de edad, e Ibrahim, de 18 años de edad, dos residentes de Verviers, Bélgica, fueron arrestados por el proyecto "Pati 2" nombrado como el profesor francés que fue asesinado por un terrorista islámico el 16 de octubre del 2020. Mathis e Ibrahim ya habían adquirido un machete. Ellos primero dañaron la capilla de Nuestra Señora de los Pobres en Stavelot y pisotearon una cruz. "Yo soy musulmán," dijo Ibrahim al juez. "Acepto a Ala como el único juez, renuncio totalmente a tus leyes." Ellos querían matar a un profesor que "habla mal del Corán."
Tres ataques en 24 horas, pero para los medios occidentales es como si no sucedió nada.
Parece que se ha perdido toda brújula y el deseo de una transición hacia una nueva entidad cultural nueva es más fuerte que nunca en Europa. Podría ser genial, pero podría no ser tan genial. Seguramente tal transformación sin precedentes no puede fallar en tener consecuencias. Estamos en el medio de un levantamiento de nuestra identidad, nuestras costumbres mayoritarias y nuestra estructura democrática que desaparecen en el flagelo masoquista.
Y luego terminará la "diversidad" y reinará una nueva homogeneidad. 
El tiempo para la intransigencia política y la tenacidad cultural debería haber llegado hace mucho tiempo, pero no es sin razón que "L'amour toujours" sea cantado en cada bar, en cada playa y en cada festival de Europa.
Giulio Meotti, editor cultural de Il Foglio, es un periodista y escritor italiano y miembro del Middle East Forum.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.