AMIGOS DE ISRAEL - CORDOBA (ARGENTINA)

 

Nido Alto, la comuna de la resistencia judía a los nazis que lideraron dos hermanas.

Nido Alto es una casa situada en un bosque en los Países Bajos que la autora Roxane Van Iperen adquirió hace unos años, y donde descubrió escondites que le revelaron su historia: la de una comuna de la resistencia judía ante la ocupación nazi que lideraron dos hermanas, las últimas personas que vieron con vida a Anna Frank.

• Van Iperen cuenta esta historia real en ‘Las hermanas de Auschwitz’, que acaba de llegar en español a las librerías. Se trata de una novela en la que reconstruye la vida de estas dos mujeres tras años de investigación de archivos, entrevistas y fuentes bibliográficas, ha explicado en entrevista.

Aunque se sabe que Lien y Janny Brilleslijper fueron las últimas personas que vieron con vida a Anna Frank y a su hermana Margot, e informaron a su padre sobre su muerte en el campo de Bergen-Belsen, al que llegaron tras Auschwitz, su historia era «una nota a pie de página».
Eran veinteañeras cuando estallo la Segunda Guerra Mundial, y Holanda fue ocupada por los nazis.

• Las dos hermanas entraron en la resistencia que se formo en los Países Bajos.

En julio de 1942 salio de allí el primer tren para Auschwitz, al cual siguieron otros 96 que llevaron a 108.000 personas, de las que solo regresaron con vida 5.000.

En 26 meses, los Países Bajos deportaron al 76 por ciento de su población judía.

• Huyendo de la persecución, la familia Brilleslijper encontró Nido Alto, una casa aislada en medio de una reserva natural, a la que empezaron a llegar refugiados judíos al difundirse su existencia, con lo cual se convirtió en una especie de comuna de resistencia en el corazón del infierno nazi, donde llegaron a convivir hasta 25 personas.
  Los refugiados se dedicaron a construir en ella zulos [escondrijos] para ocultarse en caso de que la casa fuera descubierta. Roxane Van Iperen encontraria esos escondites años después.
  Pero pasado un mes del desembarco en Normandía, las hermanas y sus padres fueron detenidos (aunque se salvaron sus maridos y sus hijos), y fueron trasladadas al campo de concentración de Westerbock, donde coincidieron con la familia de Anna Frank.
• De allí fueron llevadas a Auschwitz, y más tarde a Bergen-Belsen, donde las dos hermanas cuidaron de Margot y Anne Frank, menores que ellas, hasta su muerte.

La escritora asegura que existe una tendencia que solo ensalza la resistencia NO judía a los nazis, la cual puede verse en el cine y la literatura, y solo apenas en los años 70 «hubo más espacio para la narrativa de las víctimas, la narrativa judía».

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  A pesar de ello, hay todavía un «gran mito, no solo en los Países Bajos, sino en todo el mundo que los judíos fueron llevados a la muerte «de forma pasiva», explica Van Iperen, que asegura que no fue así y que hubo judíos en la resistencia.
  La de estas hermanas que sobrevivieron al Holocausto, es «solo una historia, no la historia», sostiene la escritora, que destaca como todas estas piezas eran conocidas como partes más pequeñas de otras más grandes.

Después de que los campos de concentración fueron liberados, Otto Frank, el padre de Anna Frank, puso anuncios en varios periódicos para preguntar por el destino de sus hijas, y Lien lo contactó para informarle de sus muertes.

La autora reconoce que después de haber estado años documentándose sobre el Holocausto, ha tenido que tener cuidado para no hacerse «una imagen muy oscura de la humanidad» ya que ese genocidio supuso «una nueva profundidad en la caída de la civilización».
No obstante, asegura que «el inmenso manantial de fuerte voluntad, coraje y humor de las hermanas Brilleslijper» que ha conocido al investigar esta historia, le servirá para toda la vida.

Por Carmen Naranjo.

En la imagen Roxane Van Iperen

Foto: Jan Willem Kaldenbach Wikimedia Commons CC BY 4.0

Aurora/ EFE