Que excelente enseñanza!!
“Se cuenta sobre el Saba de Slavodka que una vez le pidieron que fuera el Jazán (oficiante) del rezo de Minjá. Al empezar a decir el Kadish, (la oración de duelo), comenzó a tartamudear y a decir las palabras entrecortadas; parecía que no sabía leer.
La gente no podía entender que pasaba.
No era posible que el Saba de Slavodka no pudiera leer bien.
¿Qué hizo el Saba de Slavodka?
Se paró para ser Jazán y tartamudeó con toda intención, para que la gente viera que él también podía equivocarse y que nadie es perfecto.
Imaginemos la escena: un gran Jajam(sabio) prefiere quedar en ridículo frente a la gente, para dar la lección que no hay que burlarse de los otros, menos aún en el lugar de rezos.
Salo Michán M.
Osher Shalom.
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