miércoles, 29 de enero de 2025

DEL JERUSALEM POST

 LA LIBERACION DE PRISIONEROS DE HAMAS ES UNA JUSTIFICACION PARA LA PENA DE MUERTE PARA LOS TERRORISTAS-OPINION

La pena de muerte para los terroristas no eliminará el terrorismo, ni siquiera la toma de rehenes para liberar a otros prisioneros menos malvados, pero minimizará el dolor de los israelíes afectados.
traducida por Marcela Lubczanski
Enero 29, 2025

Si alguien tenía alguna duda después de la mega atrocidad del 7 de octubre de Hamas, la organización terrorista ahora lo ha dejado claro: para disuadir el terrorismo, los países civilizados necesitan una pena de muerte, implementada rápidamente, después de actos de terror masivos. Permitir a los terroristas pasar el rato en prisión hasta que sean negociados a cambio de inocentes tomados como rehenes es absurdo, incitando a más terroristas a la violencia. 

El acuerdo de alto el fuego en Gaza ha condenado a los israelíes a embarcarse en una montaña rusa emocional durante las siguientes semanas. Primero, Hamas libera a algunos rehenes, gota a gota, tres, cuatro por vez. Los israelíes tratan de ver más allá de sus sonrisas inducidas por las drogas, esperando ver la fuerza que los sostuvo, temiendo un atisbo de la brutalidad que Hamas impuso sistemáticamente sobre ellos por cerca de 500 días. 
Mientras se deleitan con la liberación de los rehenes, llamando a estos extraños por sus nombres de pila porque los sienten como familia, todos se preparan para la resaca. Eso incluye los gritos angustiados de las familias cuyos parientes no están en esta lista cruelmente truncada, u otra historia más sobre otra víctima más del terror cuya vida fue sesgada muy pronto por los malhechores asesinos en masa que Israel continúa liberando para poner en libertad a los inocentes. 

Es un intercambio grotesco. Los filósofos—y propagandistas—pueden contrastar el culto a la vida de los israelíes, y el precio que paga Israel para liberar a cada rehen santo, con el culto a la muerte de Hamas, mientras ellos endiosan a asesinos de niños, de estudiantes que están comiendo en la cafetería de la Universidad Hebrea, de un comprador haciendo sus cosas en un día soleado. 

Sin embargo, la gente de consciencia en todo el mundo tiene que preguntarse: ¿cómo podemos impedir este espectáculo—y nuestros líderes lo están facilitando?

Cuando los políticos dicen: “No negociamos con terroristas,” es tan creíble como los deudores diciendo: “El cheque está en el correo.” La mayoría de los líderes occidentales no sólo negocian con terroristas, ellos facilitan el enfermizo mercado negro mediante el cual los inocentes secuestrados son considerados moneda de camio adecuada para liberar a maníacos homicidas.
¿Los terroristas han recibido un nuevo incentivo?
Las actuales estrategias incentivan doblemente a los terroristas. Ellos saben que si sobreviven al ataque, enfrentan años en prisiones bien atendidas, vinculándose con compinches que piensan igual. Y, en el caso de Israel, ellos saben que pueden pasar esos años demandando a su Corte Suprema, exigiendo derechos e indulgencias para sí mismos que sus líderes tiránicos no conceden a otros. Mientras tanto, su presencia en la cárcel alienta a los asesinos futuros a pasar a la violencia, esperando "liberar" a estos camaradas encarcelados.

UNA PENA de muerte especial para los terroristas—impuesta rápidamente—ayudará a romper el ciclo. No eliminará el terrorismo, o incluso la toma de rehenes para liberar a otros prisioneros menos malvados. Sin embargo, minimizará el dolor que están soportando actualmente los israelíes. Tal vez, la próxima vez—y habrá una próxima vez—los sobrevivientes no serán obligados a observar a los asesinos de sus seres amados saliendo en libertad, y luego celebrando descaradamente su "victoria" sobre la decencia humana.

Instar a cualquier país a ejecutar individuos a través de un proceso legal no es una postura a tomar a la ligera. El tema es especialmente sensible en Israel, que fue fundada después del Holocausto y después de miles de años durante los cuales los judíos fueron ejecutados injustamente por practicar un culto incorrectamente.
Pero el terrorismo epidémico actual está tan fuera de control que requiere medidas extremas. La pena de muerte impartirá justicia, restaurará alguna disuasión, y es una medida misericordiosa: para los asesinados y para los desconocidos que podrían ser futuros objetivos si los terroristas caminan libres nuevamente.

Incluso el ex presidente Joe Biden, mientras salía en una oleada de perdones y clemencias, destacó al terrorismo como particularmente atroz. El conmutó las penas de muerte de 37 asesinos de policías, asesinos de guardias penitenciarios, y ladrones letales de bancos. Pero mantuvo a tres asesinos en masa en la fila de la muerte, incluidos dos terroristas.

El otoño pasado, el Center for Strategic and International Studies advirtió que en Estados Unidos, "el número de ataques y conspiraciones terroristas internos contra objetivos gubernamentales motivados por creencias políticas partidarias en los últimos cinco años es casi el triple del número de tales incidentes en los 25 años previos combinados.” El ataque yihadista del Día de Año Nuevo en New Orleans comprobó que la amenaza islámica del extranjero—incluida la amenaza de extranjeros manipulando a ciudadanos estadounidenses—también se avecina.

Las salvaguardas son esenciales. Limiten esta pena de muerte a los terroristas en masa que mataron a tres o más personas, o a los terroristas que masacraron a menores de 18 años de edad. Pero la justicia debe ser también rápida. Las apelaciones después de juicios excepcionalmente acelerados deberían ser permitidas sólo dentro de los tres meses y aceleradas por medio de tribunales especiales. Al cabo de un año de cualquier ataque terrorista, el castigo debería ser impuesto.

Aunque Israel necesita tal legislación muy agudamente, otras democracias occidentales deberían aprobar leyes similares. El mensaje a una Israel que todavía está en recuperación de los asesinos en masa del 7 de octubre—y miles de ataques desde entonces—sería: "Los respaldamos."

Los terroristas llaman la atención aprovechándose de la gente de consciencia mientras siembran confusión. El terrorismo debe ser combatido de forma resuelta—y con claridad moral.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.