Hacer y no contemplar
Cuando era niña había un anuncio en la radio que decía: “¿Qué hacer? ¡Hacer!”.
De cierto modo, éste es el título de la Parashá de esta semana que acabamos de terminar, Parashá Terumá.
- Por primera vez desde el Éxodo, comenzamos a hacer.
- Hasta ahora Di’s había hecho todo para el pueblo de Israel: las diez plagas en Egipto, luego la partición del Mar Rojo y más tarde la entrega de la Torá en el Monte Sinaí.
- Todos los milagros y maravillas que les hizo, no impidieron que los israelitas se quejaran, algunos incluso sugirieron regresar a Egipto.
En el fragmento que leimos esta semana, se produce una revolución: el pueblo de Israel pasa de ser pasivo a ser activo.
Se le pide que se levante y empiece a hacer. Traer una donación, es decir, dar de su dinero y de sí mismos, y construir el Mishkán – el Tabernáculo, el centro espiritual del pueblo de Israel en el desierto.
Cuando hay alegría creativa, cuando hay una meta sagrada en común, las quejas también desaparecen.
- Di’s nos dice aquí: Ustedes son mis socios.
- Les doy mitzvot, mandamientos e instrucciones detalladas, porque los quiero conmigo en la historia.
- Si aún leemos estos versículos miles de años después de que fueron dichos, es señal de que continuamos siendo parte de la historia.
Están invitados a pensar en como agregar otra acción de santidad y bendición a la nueva semana.
Buena semana, Shavua tov
Sivan Rahav Meir
La Pagina Judia
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