CUBA ESTA HAMBREANDO A SU PUEBLO
Los cubanos salieron la semana pasada a las calles de Santiago y otras ciudades más chicas en la parte oriental de la isla, para protestar por la extrema escasez de alimento y medicina y cortes de energía. Algunos cantaron “libertad” y “patria y vida.” Las multitudes se burlaron de los funcionarios de gobierno.
En muchas formas fue una repetición del 11 de julio del 2021, cuando las protestas contra el gobierno explotaron espontáneamente a lo largo de la isla. Excepto que esta vez La Habana estaba preparada. Está bien al tanto de la dificultad que creó con su paquete de austeridad del 1º de marzo, aumentando agudamente los precios de los alimentos y combustible, y anticipó el levantamiento popular. Parte de su respuesta planificada fue enmarcarse para los medios internacionales como una dictadura militar más amable y más gentil victimizada por la política estadounidense hacia Cuba.
El paso uno fue cortar las señales de teléfonos celulares e internet inmediatamente para detener la diseminación rápida de los eventos en vivo. Videos de matones golpeando a civiles desarmados, como sucedió hace tres veranos durante protestas en toda la isla, habrían abochornado a legisladores estadounidenses como el Rep. James McGovern (D., Mass.), quien utiliza sus bancas en el Capitolio para argumentar la defensa del régimen contra las sanciones a Cuba. Tampoco es manera de conquistar a los miembros éticos del Congreso.
La jefa del Partido Comunista de Santiago, Beatriz Johnson, subió a una terraza para "dialogar" con el público. Luego salió en la televisión cubana afirmando que los manifestantes no estaban en lo absoluto en polos opuestos con ella.
El dictator Miguel Díaz-Canel usó Twitter para poner lápiz labial sobre el cerdo, describiendo las protestas en Santiago como “varias personas” habiendo “expresado su insatisfacción con la situación del servicio eléctrico y la distribución del alimento." La dictadura, prometió él, se encuentra preparada "para atender las quejas de nuestro pueblo."
La charla feliz fue diseñada para el consumo estadounidense. En el terreno en Cuba, los locales dijeron a los periodistas independientes que la Sra. Johnson fue recibida con insultos y abucheos. Los manifestantes tocaron ritmos de conga mientras cantaban una vulgaridad contra el Sr. Díaz-Canel. Yo recibí informes que en Santiago, El Cobre y Bayamo la policía fue puerta por puerta para arrestar a los sospechosos de haberse involucrado en disenso. El régimen culpó a Estados Unidos por la agitación.
Técnicas represivas refinadas y giros de relaciones públicas no cambian nada. La policía estatal sigue siendo la misma. También la vieja práctica de usar el alimento como un arma para controlar a la población.
Los cubanos están más hambrientos y más desesperados que en cualquier momento durante la dictadura revolucionaria iniciada en 1959. El diario online Diario de Cuba informó el 7 de marzo que la organización no gubernamental Programa Monitor de Alimento afirma que tiene pruebas de un mercado negro de carne de gato. El diario dijo que no podía verificar la historia, pero seguro que huevos, gallinas, pescado y carne son rarezas, como lo es la medicación básica. El alimento a menudo se arruina debido a repetidos y prolongados cortes de electricidad.
El régimen podría reducir el sufrimiento si lo deseara. El mar alrededor de la isla está lleno de proteína, pero para la mayoría de los cubanos, poseer un bote está prohibido. Los granjeros podrían alimentar a la gente, pero no se les permite comercializar su producción. Cuando las cosas se salieron de control la semana pasada, repentinamente llegaron camiones para distribuir básicos como azúcar y arroz. Qué pasa con eso?
La política estadounidense impide que Cuba tome préstamos de bancos estadounidenses e inhibe el lavado internacional de sus ganancias por tráfico humano y de drogas. Pero no impide que La Habana compre alimento de EE.UU.. Cuba es un destino importante para los productos agrícolas estadounidenses.
El problema es una escasez de divisa fuerte. Mucho de lo que Cuba es capaz de ponerle las manos encima es gastado en sobornar al ejército, a la policía secreta y a las camisas marrones para que hagan su trabajo sucio contra los civiles. La ONG Cuba Archive dice que ha documentado 79 “muertes y desapariciones atribuidas al estado cubano en el 2023.”
La torta económica nunca crece porque es controlada por un número pequeño de elites del Partido Comunista. Un inversor extranjero puede encontrarse fácilmente en un calabozo cubano, como el ciudadano británico Stephen Purvis en el 2011. Su crimen fue dirigir un negocio que querían los jefes del régimen.
A los 92, Raúl Castro todavía detenta poder. No hay derechos de propiedad. Una reforma de "pequeño negocio" es poco más que el repartir las empresas estatales entre los amigos y familia de Castro. Los que engordan la miseria de Cuba incluyen a Manuel Marrero, un un ejecutor implacable del estado totalitario que se rumorea está esperando a los lados para suceder al Sr. Díaz-Canel.
La Cuba comunista una vez dependió de la Unión Soviética y más tarde de la Venezuela de Hugo Chávez para pagar sus cuentas. Ambos ahora están quebrados, y Cuba ha renegado miles de millones de dólares en préstamos a más de 20 países. Hay sólo un país de alguna importancia que no ha tenido que comerse un default cubano en los últimos 65 años: Estados Unidos.
Entonces estén preparados para escuchar todo acerca de cómo los estadounidenses están hambreando al pueblo cubano. Y acerca de cómo podría ser arreglado si sólo Estados Unidos cambiara su política hacia Cuba. Nada podría estar más alejado de la verdad
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