domingo, 2 de marzo de 2025

 Esta mujer rubia, que aparece todos los sábados en el “espectáculo del odio” de Gaza, se llama Stephanie Eller... Aunque su rostro ya resulta familiar para muchos, sigue siendo una figura increíblemente esquiva... No tiene cuentas en las redes sociales... Wikipedia no la reconoce.. El sitio web del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), donde trabaja, no menciona nada sobre ella.. No aparece en los registros de la ONU.. La inteligencia artificial apenas la reconoce y Google no ofrece casi nada...

En las ceremonias de Hamás, suele permanecer de pie con una expresión fría como una piedra, como si los acontecimientos que se desarrollan a su alrededor no le importaran.. Pero una vez que baja del escenario, sonríe cálidamente a los combatientes de Hamás, dando incluso la impresión de coquetear... Porque nada humano le es ajeno... Excepto, por supuesto, los judíos, a quienes la Cruz Roja, donde trabaja, ignoró durante 500 días, y en el caso de Avera Mengistu, durante 10 años completos, a pesar de los repetidos viajes de su familia a Ginebra pidiendo ayuda....
Sin embargo, si se busca más a fondo, se descubre que Stephanie Eller ocupa el cargo de jefa adjunta de la subdelegación del CICR en Gaza... Pero, cuándo fue nombrada y por qué méritos?.. No hay información....
El periodista israelí Amit Slonim descubrió que Eller aparece en un documental suizo, Country Like No Other, donde se la presenta como una “oficial joven y perspicaz” que investiga el “trato horrible” de los prisioneros palestinos en las cárceles israelíes.... La película sugiere que antes de eso, envuelta en un chador, esta “oficial perspicaz” participó en alguna actividad en Irak... Qué exactamente?... Eso sigue siendo desconocido....
Luego, desapareció de la vista del público durante 10 años, solo para reaparecer en Gaza, apareciendo en tres videos llenos de maldiciones contra Israel...
Y qué pasó con la neutralidad?.. Bueno, en el sitio web del CICR, está escrito en letras negritas: “Mediador neutral: nuestro papel crucial”.... Con la explicación: “La neutralidad del CICR es una herramienta fundamental que nos permite ayudar a las personas en las situaciones más peligrosas y complejas, donde muchas otras organizaciones no tienen acceso”...
Pero en realidad, tenemos figuras “neutrales” como Stephanie. Representantes de una organización “neutral” que asiste “neutralmente” a grotescos desfiles fúnebres donde se exhiben los cuerpos de niños judíos al son de música alegre... Donde los rehenes torturados son obligados a besar a sus torturadores y pronunciar discursos de agradecimiento... Donde los funcionarios del CICR actúan como “equipo de calentamiento” de Hamás, firmando documentos y estrechando manos a los asesinos...
Stephanie Eller y su organización no se preocupan por aquellos que están siendo torturados, humillados y hambrientos en los túneles de Gaza... Y todo esto sucede mientras los representantes del CICR flirtean “neutralmente” con los terroristas.....
En respuesta a las críticas, el CICR declaró que “se está difundiendo demasiada desinformación sobre el trabajo de la organización”“Nuestras acciones dependen de la buena voluntad de las partes en conflicto... Una intervención prematura podría poner en peligro tanto a nuestro personal como a los prisioneros…”
Así que todo es por el pueblo.... Y la cruz roja sobre una bandera blanca?.... Solo un símbolo de rendición, ante monstruos cuyo amor trasciende toda neutralidad…
Por Alexander Levi

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