Comunidad Hertzlia
Pésaj: Tiempo de Liberarte
Pesaj es la fiesta de la primavera (Jag HaAviv), una celebración con la cual el hombre, en comunidad con la naturaleza, celebra la renovación de la vida.
Es también la fiesta de la libertad (Zman Jerutenu, tiempo de nuestra liberación), que conmemora el gran acontecimiento del éxodo de Israel de Egipto y traduce la promesa de redención futura, para la humanidad, de toda opresión. Pesaj es, pues, una fiesta de alegría y gratitud, de libertad y esperanza. (Jag Hamatzot, fiesta de los panes ázimos).
Pésaj es el nombre que se le da al sacrificio pascual. Cuando el Ángel de la Muerte iba de casa en casa, en Egipto, para aniquilar a los primogénitos, Di-s “Salteó”, “Pasaj”, los umbrales de las casas de los Israelitas, como su Protector y Salvador. En cada casa judía se sacrificó un cordero, que fue comido, y con su sangre se salpicó el umbral (origen de la Mezuzá), como señal del convenio en virtud del cual cada israelita se convertía en un sacerdote en el santuario de su hogar y cada casa era dedicada al servicio de Di-s.
Pesaj es la primera de las tres festividades (shloshet haregalim) de peregrinación en que los judíos, durante los días de la existencia del Templo, marchaban desde todos los rincones del país para celebrar la festividad en el Templo de Jerusalem.
Pesaj nos enseña a guardar eterna gratitud a Di-s, nuestro Redentor, por la libertad de que gozamos, y por la bondad y misericordia con que nos ha guardado a nosotros y a nuestros padres, en tiempos pasados. Nos enseña a confiar en El en todo momento y a confiar en la redención de toda nación y de todos los individuos oprimidos. Nos enseña a hacer todo lo que podamos para ayudar al oprimido y dar asistencia al desamparado.
Pésaj es el momento en el año, donde hablamos de la libertad. Estamos viviendo oprimidos por lo urgente, pero descuidamos lo duradero. Nos preocupamos por el presente, sin tener una visión de futuro. Sentimos que las cadenas no nos dejan avanzar, pero nadie tira de ellas, son propias e imaginarias. Liberate y vas a ver que bien se siente.
Pesaj es la fiesta de la primavera (Jag HaAviv), una celebración con la cual el hombre, en comunidad con la naturaleza, celebra la renovación de la vida.
Es también la fiesta de la libertad (Zman Jerutenu, tiempo de nuestra liberación), que conmemora el gran acontecimiento del éxodo de Israel de Egipto y traduce la promesa de redención futura, para la humanidad, de toda opresión. Pesaj es, pues, una fiesta de alegría y gratitud, de libertad y esperanza. (Jag Hamatzot, fiesta de los panes ázimos).
Pésaj es el nombre que se le da al sacrificio pascual. Cuando el Ángel de la Muerte iba de casa en casa, en Egipto, para aniquilar a los primogénitos, Di-s “Salteó”, “Pasaj”, los umbrales de las casas de los Israelitas, como su Protector y Salvador. En cada casa judía se sacrificó un cordero, que fue comido, y con su sangre se salpicó el umbral (origen de la Mezuzá), como señal del convenio en virtud del cual cada israelita se convertía en un sacerdote en el santuario de su hogar y cada casa era dedicada al servicio de Di-s.
Pesaj es la primera de las tres festividades (shloshet haregalim) de peregrinación en que los judíos, durante los días de la existencia del Templo, marchaban desde todos los rincones del país para celebrar la festividad en el Templo de Jerusalem.
Pesaj nos enseña a guardar eterna gratitud a Di-s, nuestro Redentor, por la libertad de que gozamos, y por la bondad y misericordia con que nos ha guardado a nosotros y a nuestros padres, en tiempos pasados. Nos enseña a confiar en El en todo momento y a confiar en la redención de toda nación y de todos los individuos oprimidos. Nos enseña a hacer todo lo que podamos para ayudar al oprimido y dar asistencia al desamparado.
Pésaj es el momento en el año, donde hablamos de la libertad. Estamos viviendo oprimidos por lo urgente, pero descuidamos lo duradero. Nos preocupamos por el presente, sin tener una visión de futuro. Sentimos que las cadenas no nos dejan avanzar, pero nadie tira de ellas, son propias e imaginarias. Liberate y vas a ver que bien se siente.
Shabbat Shalom y Jag HaPesaj Kasher veSameaj Por Hernán Kleiner.
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