SOBRE EL SÉPTIMO DÍA DE PESAJ Y EL CRUCE DEL MAR.
Daniel Karpuj
No, no es lógico el Sol de esta mañana calentando al Mundo.
Ni es lógico que las olas del mar bravío no invadan la tierra seca.
Ni es lógica mi emoción observando un tulipán amarillo.
Ni es lógico que los ojos de ese niño, ay ese niño, me lleguen a lo más profundo del alma y me conmuevan hasta las lágrimas.
Ni es lógico que tú, que no sé quién eres, estés leyendo este texto.
Y no es lógico…
¿Pero es que acaso puede haber algo lógico en el instante profundo y frágil que es la Vida?
Y cuando internalizamos estas ideas y meditamos en ellas, nos resulta casi lógico que el Mar se haya abierto ante un Pueblo exaltado y sediento de libertad y Sabiduría.
Porque lo lógico y lo ilógico son apreciaciones humanas, de un pequeño hombre, que cuando comprende este misterio se torna en un poderoso y gigante espiritual.
Y avanza e ingresa al Mar, en contra de toda lógica, por no tiene la más mínima duda que el mismo se partirá y lo dejará pasar.
Pero avanza e ingresa al Mar…
Por eso te deseo que ante tus Mares cerrados, no te detengas, no dudes, ni titubees.
No, avanza e ingresa a tu Mar, convencido, valiente y sin mirar hacia atrás.
Y entonces las aguas, cuando lleguen a tu cuello, se abrirán ante ti.
Pero avanza, no te detengas, no dudes ni titubees.
Porque el milagro no está en los Cielos sino al alcance de tu mano.
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