El congresista brasileño Eduardo Bolsonaro jugó un papel fundamental para lograr que se desestimaran las acusaciones de crímenes de guerra contra el soldado israelí Yuval Vagdani, quien regresó a Israel el miércoles después de que las autoridades brasileñas cerraran oficialmente la investigación.
La denuncia de 500 páginas acusó a Vagdani de demoler edificios residenciales con explosivos en noviembre pasado. La Fundación Hind Rajab, pro palestina y conocida por emprender acciones legales contra soldados de las Fuerzas de Defensa de Israel en el extranjero, afirmó que las demoliciones se produjeron fuera de combates activos y que tenían como objetivo refugios para palestinos desplazados.
Una campaña conjunta en línea encabezada por el Ministerio de Asuntos de la Diáspora israelí y Bolsonaro llevó a las autoridades brasileñas a anunciar que no seguirían adelante con el caso.
“Enero es nuestro receso parlamentario, un tiempo que suelo pasar con mi esposa y mis dos hijos. Por eso grabé el primer video defendiendo al soldado israelí en casa”, explicó Bolsonaro.
“Lanzar una campaña de defensa en línea fue una decisión espontánea, pero conozco a la Fundación Hind Rajab. Grabé un video en portugués e inglés, y lo compartí en mis cuentas de redes sociales. En Instagram y X, soy @BolsonaroSP, con 13 millones de seguidores”, señaló.
Bolsonaro reveló que el intento de cancelar la investigación comenzó con una llamada inesperada. “Unos minutos después de publicar el video, sonó mi teléfono. El identificador de llamadas mostraba una bandera israelí, así que supuse que era la embajada de Israel y respondí en portugués. Pero no era la embajada, era el ministro de Asuntos de la Diáspora, Amijai Chikli, que se encarga de la lucha contra el antisemitismo”, contó Bolsonaro, según The Jerusalem Post.
“Pensé: ‘Vaya, la inteligencia israelí es impresionante; apenas un minuto después de publicarlo, ya me están llamando’”, bromeó Bolsonaro. “El ministro Chikli explicó que la Fundación Hind Rajab no es solo otra ONG, está vinculada a grupos terroristas”.
Es mucho más profundo
Bolsonaro agregó que la conversación cambió su perspectiva. “Me di cuenta de que el conflicto actual de Israel implica más que operaciones militares; también incluye el ‘poder blando’ como parte de una estrategia más amplia. Inicialmente, pensé que estas ONG en Brasil estaban dirigidas simplemente por extremistas, no algo relacionado con el terrorismo”.
Bolsonaro continuó: “La sede de la fundación está en Bélgica y opera en Brasil a través de filiales libanesas, vinculadas principalmente a Hezbolá”.
Bolsonaro dijo que las amenazas no lo disuadieron. “Al contrario, me convencieron de que debíamos actuar con decisión. Lanzamos una contraofensiva en línea, centrada en Instagram y X, y logramos cambiar la narrativa. Finalmente, la policía federal solicitó al juez que reconsiderara la denuncia. El caso fue desestimado”.
“Desestimarlo significó que el soldado ya no corría riesgo de ser arrestado”, enfatizó Bolsonaro. “Me enteré del cierre del caso estando con mi padre, Jair Bolsonaro, que también se alegró. Incluso grabamos un video de celebración juntos”.
Cuando le preguntaron si el incidente dio lugar a advertencias para los veteranos de las Fuerzas de Defensa de Israel sobre viajar a Brasil, Bolsonaro respondió: “Creo que los israelíes que sirvieron en las Fuerzas de Defensa de Israel pueden visitar Brasil”. Añadió: “Gracias a nuestros esfuerzos con el ministro Chikli, este caso de persecución obtuvo una amplia atención de los medios de comunicación en toda América Latina”.
“La decisión de no investigar sentó un precedente”, concluyó Bolsonaro. “En el futuro, los jueces lo pensarán dos veces antes de aceptar este tipo de denuncias, ya sea de la Fundación Hind Rajab o de organizaciones similares. Nadie quiere que su nombre se asocie a algo vinculado al terrorismo”.
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