miércoles, 29 de enero de 2025

 Stefan Zweig fue otra víctima directa del nazismo a consecuencia de su condición judía.

Tras una larga huida, su último destino fue Brasil.
Allí se suicidió junto a su mujer Lotte el 22 de febrero de 1942, cansado de lo que llamaba "la larga noche" de la humanidad.
Dejó una última carta a modo de despedida:
"Por mi propia voluntad y en plena lucidez.
Cada día he aprendido a amar más este país, y no habría reconstruido mi vida en ningún otro lugar después de que el mundo de mi propia lengua se hundiese y se perdiese para mí, y mi patria espiritual, Europa, se destruyese a sí misma.
Pero comenzar todo de nuevo cuando uno ha cumplido sesenta años requiere fuerzas especiales, y mi propia fuerza se ha gastado al cabo de años de andanzas sin hogar.
Prefiero, pues, poner fin a mi vida en el momento apropiado, erguido, como un hombre cuyo trabajo cultural siempre ha sido su felicidad más pura y su libertad personal, su más preciada posesión en esta tierra.
Mando saludos a todos mis amigos.
Ojalá vivan para ver el amanecer tras esta larga noche.
Yo, que soy muy impaciente, me voy antes que ellos".
Stefan Zweig, Petrópolis, 22/2/1942
Cortesía: Chelo B. Andreu

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.