domingo, 19 de junio de 2011

Para la Universidad de Yale del antisemitismo musulmán equivale a Islamofobia- de Cidipal,


Abby Wisse Schachter New York Post La semana pasada, la Universidad de Yale suprimió el programa interdisciplinario de estudio del antisemitismo, creado a iniciativa de la propia universidad (Yale Initiative for the Interdisciplinary Study of Antisemitism o YIISA), único en su tipo en el país, el cual conformaba un grupo académico estelar y de investigación sobre antisemitismo. Peor aún; es casi seguro que lo hicieron porque la YIISA se negó, en su estudio actual, a pasar por alto en su investigación la forma más común, virulenta y genocida de odio a los judíos: el antisemitismo musulmán.Haciendo mención de una revisión oficial por parte de un comité de Yale, cuyos integrantes se niega a identificar, la universidad cerrará el programa a finales del próximo mes. Uno de sus principales dirigentes, el Director de Comunicaciones Estratégicas, Charles "Robin" Hogen, escribió un correo electrónico afirmando que la YIISA había fallado en la prueba clave: Se suponía que iba a "servir a los intereses de la investigación y a la enseñanza de un grupo significativo de profesores de Yale, y que generaría la energía creativa de una masa crítica de profesores de Yale".El año pasado, cuando se celebró el éxito de la YIISA en la conferencia inaugural de la lucha contra el antisemitismo mundial, el rector, Frances Rosenbluth, afirmó todo lo contrario, señalando que la YIISA estaba "guiada por un destacado grupo de académicos, de todas partes de la universidad, que representan a muchas disciplinas diferentes", incluidos profesores de historia, sociología, idiomas, psiquiatría, economía y ciencia política.Hogen se contradice a si mismo en el correo que trataba de excusar a Yale señalando que, "el comité de dirección se pronunció más bien por un apoyo continuo al grupo de lectura de la facultad sobre el antisemitismo", además que "el apoyo institucional seguirá existiendo, para el grupo de profesores que deseen continuar su exploración científica de este importante tema". ¿En que quedamos? Se está o no se está interesada en estudiar el antisemitismo o, por el contrario, ¿tiene gran interés en el estudio del antisemitismo?Al parecer, la cuestión depende del tipo de antisemitismo que se quiera investigar. Sobre el antisemitismo cristiano es correcto que se indague, así como el odio político a los judíos ( ya sea el comunista o el fascista) . El tema, en si mismo, no genera controversias. Pero, acercarse al antisemitismo musulmán o al vigente en Medio Oriente, tal como lo expuso la YIISA el año pasado, supone cruzar las líneas rojas. Yale desarrolló el oído, muy receptivo, a las críticas tras la conferencia. El representante de la OLP en Estados Unidos reprendió al presidente de la escuela, Richard Levin, quejándose de la atención dada al antisemitismo entre palestinos y musulmanes."Es sorprendente que una institución respetada, como Yale, de una plataforma para los extremistas de derecha y a sus odiosas ideas" escribía el “embajador” de la OLP, Maen Rashid Areikat. "Les insto a que se disocien, en público, usted y la universidad de Yale del extremismo anti-árabe y de la programación del odio que se presentó en esa conferencia".Otros ataques provinieron de los bloggers de izquierda y de los fanáticos anti-Israel, así como un estudiante de Derecho de Yale que se quejó sobre los potenciales peligros de la conferencia. Citando la supuesta "peligrosa situación en el que ahora viven los musulmanes estadounidenses", se quejaba de la probable "intolerancia contra los musulmanes difundida bajo la bandera de la credibilidad de Yale", insistía Yaman Saleh, diciendo que "la universidad no puede predicar, al mismo tiempo, la tolerancia y la inclusión y proporcionar refugio a ideas fanáticas sobre musulmanes y árabes, las cuales a menudo constituyen la base para el sentimiento islamófobo en este país"Sin embargo, no hubo ni una palabra sobre esas “ideas intolerantes” que cuestionan la "bandera dea credibilidad de Yale", cuando, el año anterior, un profesor del Centro Jackson para Asuntos Mundiales de Yale llevó a sus alumnos de posgrado a Nueva York para visitar al presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad. Ahmadineyad explicó a los estudiantes que no existe ninguna prueba científica poderosa que, el Holocausto, ocurrió. Ni el docente ni el Centro enfrentaron críticas tras la reunión con ese dictador que, tan sólo unos meses después, mandó asesinar, torturar y aterrorizar a sus propios ciudadanos para modificar el resultado de las elecciones. Yale dice ahora que, cada nuevo centro de investigación, se revisará cada cinco años después de su creación, aunque esa medida no se aplicaría para aquellos cerrados recientemente. Tampoco la YIISA puede apelar la decisión de la universidad.Algunos sugieren que, Yale, considera que puede actuar con impunidad porque, a principios de esta primavera, uno de los partidarios más poderosos de la YIISA falleció, y sin su dinero e influencia la Universidad se liberó de un tema políticamente inconveniente. Los antiguos alumnos es posible que deseen tener esto en cuenta la próxima vez que la Universidad de Yale les requiera para una donación.

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