miércoles, 3 de agosto de 2011

GUERRA PARA TERMINAR TODAS LAS GUERRAS DE MEDIO ORIENTE‏

Aún entre los partidarios del intervencionismo y sus teóricos, una invasión a gran escala de Irán está lejos de ser popular.

15/07/2011
Por DOVID EFUNE

Tal vez sea una combinación de las preocupaciones más cercanas a casa y el malestar generalizado en Medio Oriente que ha permitido que la amenaza convincente de beligerancia nuclear iraní se escabulla de la vanguardia del discurso público de la política exterior. Parece que no fue hace mucho tiempo que el sentido de urgencia sobre el asunto era más pronunciado, y sin embargo ahora parece estar en gran parte relegado a la charla vacía o última idea. Incluso en el ámbito del activismo de la no proliferación nuclear, uno puede sentir un cierto grado de debilitamiento sobre el tema.
Sin embargo, la imagen rápidamente entra en foco hay un creciente caso para la invasión expeditiva de Irán.
Nunca ha habido tanto en juego - y nunca ha habido un momento más oportuno que ahora.
Un artículo del 2 de julio del Wall Street Journal, titulado "Irán Canaliza Nuevas armas a Irak y Afganistán", afirma que "Irak en los últimos años ha sido un campo de batalla indirecta para EEUU e Irán," y que "los funcionarios militares y analistas de defensa citan a Irán como una primera justificación para extender la presencia de EEUU" en Irak. El autor también señala, como ha sido documentado, que "Irán se ha vuelto cada vez más agresivo en tratar de influir en las rebeliones políticas en el Medio Oriente y África del Norte", y agregó que "en los últimos meses, de acuerdo con funcionarios de EEUU, Irán también ha aumentado sus actividades de inteligencia y propaganda en Egipto, Bahrein y Yemen."
Por supuesto, EEUU y la comunidad internacional han destinado recursos importantes para todos estos frentes vitales. Pero fue un soldado activo americano quien expresandome sus pensamientos personales esta semana, dijo que "tenemos que ir tras la cabeza de la serpiente, y es hora de dejar de perseguir sombras en Afganistán y luchar una guerra real."
El jueves pasado en The Daily Show, el asunto salió a la luz cuando el presentador Jon Stewart comentó al editor del Weekly Standard, Bill Kristol, "En terrorismo nosotros jugamos whack-a-mole", concluyendo en idish, "no está toda nuestra estrategia farkakteh?" Kristol respondió explicando que "no hay una solución única para cada parte del mundo."
Pero quizás la hay? En lugar de perseguir a los tentáculos de Irán a medida que ellos surgen en todo el mundo, no sería la estrategia más eficaz matar a la Medusa? Aún entre los partidarios del intervencionismo y sus teóricos, una invasión a gran escala de Irán está lejos de ser popular, pero la limitada eficacia de los ataques aéreos, ya sean americanos o israelíes, ha sido ampliamente reconocida. El año pasado, comentando en la revista Time, Joe Klein mencionó una evaluación por parte del Estado Mayor Conjunto en el Pentágono que los ataques aéreos "podrían dejar fuera algunas de las instalaciones nucleares de Irán, pero no había manera de eliminar todas ellas.
Algunos de los laboratorios nucleares se encuentran en zonas densamente pobladas y otros estaban a gran profundidad."
Además, el Centro Saban para Política de Medio Oriente documentó la importante amenaza de represalias cuando llevó a cabo una simulación de un día de duración de las potenciales consecuencias diplomáticas y militares de un ataque militar israelí contra el programa nuclear iraní.
Aunque desde una perspectiva militar el ejército iraní es superior al de Irak en 2003, el país se sabe que es internamente débil, como lo demuestran los levantamientos recientes de la Revolución Verde. Además, como está rodeado efectivamente por Irak y Afganistán, hay una mayor oportunidad de incorporar elementos sorpresa en una invasión. Entre las muchas opciones está tener columnas militares avanzando rápidamente en un movimiento de pinzas a través todo el país, cortando el Norte del Sur.
El socio confiable de Iran en el crimen, Siria, no está en condiciones de prestar alguna ayuda seria.
El apoyo para retrasar el programa nuclear de Irán y la difusión de su intromisión maliciosa es ampliamente extendido a través del mundo occidental, así como del islámico.
El pleno alcance de esto fue dado a conocer sólo a través de WikiLeaks, revelando que tanto el rey saudita Abdullah como el rey Ibn Isa Hamed Khalifa de Bahrein se encuentran entre los líderes árabes que han presionado a EEUU para que ataque a Irán. En las últimas semanas, Arabia Saudita ha señalado que incluso podría verse obligado a seguir un programa de armas nucleares propio en caso que se le permita continuar a Irán, en un intento por equilibrar la influencia regional.
La economía interna débil trae posible preocupación sobre la capacidad de Estados Unidos para sostener la campaña militar, pero como David Broder escribió el año pasado en The Washington Post, "Miren hacia atrás a Franklin Delano Roosevelt y la Gran Depresión. Qué resolvió finalmente esa crisis económica? La Segunda Guerra Mundial."
Y continuó: "Con un fuerte apoyo republicano en el Congreso para desafiar la ambición de Irán de convertirse en una potencia nuclear, [el presidente Barack Obama] puede pasar mucho del 2011 y 2012, orquestando un enfrentamiento con los mullahs. Esto le ayudará políticamente, debido a que el partido de la oposición lo estará presionando. Y a medida que las tensiones suban y nosotros aceleremos los preparativos para la guerra, la economía va a mejorar."
El movimiento contra la guerra a menudo utiliza el lema "traer nuestras tropas a casa", insinuando que ellos pueden estar cansados, hastiados o hartos de los retos a los que han sido presentados por su país. Pero el movimiento subestima la valía de los héroes de América. Los soldados con los que he hablado se sienten insultados por la sugerencia.
"El ejército de EEUU es voluntario", me dijo uno. "Aquellos que se inscriben saben por qué estan allí." Con respecto a Irán, el soldado ha añadido que "una nueva batalla contra un enemigo conocido sería un buen cambio de ritmo para nosotros, es sólo la opinión pública estadounidense que está cansada de la lucha por nuestros ideales."
No se equivoquen, sería una costosa batalla en muchos frentes, y, posiblemente, el mayor desafío militar de EEUU desde la Segunda Guerra Mundial. Consideren, no obstante, lo que está en juego: nada menos que la futura estabilidad del orden mundial tal como la conocemos - la vida, la seguridad, la libertad y la seguridad de las personas y las naciones a través del mundo. Si esta es de hecho la guerra para terminar todas las guerras de Medio Oriente, nosotros sabemos con certeza que no va a ser luchada en vano.

El escritor es el director de la revista Algemeiner y la GJCF.
Fuente: The Jerusalem Post Magazine- Traducido por Marcela Lubczanski especialmente para el blog de OSA Filial Córdoba

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