viernes, 15 de abril de 2016

SHABAT SHALOM-DANIEL KARPUJ 
No seamos infantiles, no seamos inmaduros.
La noche de Pesaj, en la que relatamos acerca de la Salida de Egipto, no recordamos un acontecimiento histórico de hace miles de años.
No seamos hipócritas.
Nadie puede vincularse de un modo esencial y vivo con un hecho sucedido hace miles de años.
Tampoco se trata de un acontecimiento, tal como un cumpleaños, en cual “recordamos” una fecha de nacimiento.
No y no.
Quien no logra descubrir de qué Egipto debe liberarse “él mismo”, en esa noche de Pesaj, nada tiene que hacer alrededor de esa mesa.
Porque no necesitamos una nueva teatralización vacía de contenido.
Porque no es una noche que simboliza “la libertad”.
No sigas repitiendo lo que te enseñaron a los cuatro años.
Esa noche te liberas de tu propio Faraón, o mejor quédate durmiendo.
Ahora, a una semana de esa noche fantástica, ahora es el momento de meditar acerca del Egipto que nos esclaviza, y del Faraón que nos priva de la posibilidad de encaminarnos hacia nuestra Tierra Prometida.
No desperdiciemos un años más, comiendo, bebiendo y conversando de política o deportes.
Ya crecimos, ya maduramos…
Estamos a pocos días de esa oportunidad.
Despertemos, sin miedos ni temores, sin ataduras ni ligazones, y esta vez sí, sí, sí, dejemos la esclavitud de una vez y para siempre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.