lunes, 18 de febrero de 2013
cultura
Amigo, te necesito, de tus oídos y de tu atención.
De la palmada en mi espalda ,y que llega al corazón.
Amigo, hoy más que nunca, necesito hablar con vos y aunque no
me contestes, sabré que no estoy solo, en mi dolor.
La tristeza me embarga ,las lágrimas están a punto de caer, pero
tu estás conmigo, tu que eres mi muleta ,mi apoyo ,mi sostén..
Amigo, tu no eres pariente ,ni vecino, eres mi consuelo ,mi compañía,
mi confidente y por eso te he elegido para que ocupes un lugar en
mi vida alegre o tristón.
Amigo, hoy estoy herido ,la vida me lastimó.!Que cosa curiosa! Un
apretón de tus manos es un bálsamo a mi dolor.
Es como tener el dolor repartido entre dos .Tu presencia, solo tu
presencia, alivia mi agonía y me sumerge en la confianza ,que junto a ti,
podré llevar esta pena que acongoja mi vivir.
Amigo .Es tan difícil explicar, que la distancia y el tiempo ,nada tienen que
ver, en una amistad. Juntos hemos reído festejando la felicidad ,juntos
hemos llorado por alguna pérdida que la vida nos da.
Cuando alguno de los dos falte ,nuestra amistad continuará..Ya que
siempre, cuando alguno necesite de su oído, habrá una vos en nuestro
corazón y al conectarse sabremos si es por alegría o dolor.
**Amigo**
Mario Beer-Sheva