NAIM QASSEM ES FINALMENTE LA NOVIA
Por David Daoud
Noviembre 5, 2024
TRADUCIDO POR Marcela Lubczanski
Hezbola tiene un nuevo secretario general, aunque lejos de la elección obvia. El 29 de octubre el grupo anunció que su recatado y de modales suaves Naim Qassem, que se rumorea se está ocultando en Irán, había sucedido a Hassan Nasrallah, quien fue asesinado el 27 de septiembre, para el principal puesto local de Hezbola. Aunque completamente alineado ideológicamente, hay un vasto contraste entre las personalidades y habilidades de los dos hombres, que podrían impactar la imagen y efectividad organizacional de Hezbola.
Qassem nació en 1953 en la aldea de Kfar Kila en el sur de Líbano. El se convirtió en un miembro temprano de Hezbola y uno de sus fundadores, uniéndose a la corriente intelectual que más tarde se transformaría en la organización en 1979. Sin embargo, su carrera política empezó antes como miembro del Partido Amal del Imán Musa al-Sadr, demostrando una preferencia de largo tiempo por la corriente activista dentro del chiísmo—aunque no la variante khomeinista específicamente. La biografía de Qassem incluso afirma que él ayudó a Sadr a encontrar su activista Movimiento de los Desposeídos durante la década de 1970. Durante este tiempo, él también buscó un título de Ciencia en Química de la Universidad Libanesa—Hadath Campus (1971-1977) y sus estudios religiosos superiores bajo el ayatola Mohammad Hussein Fadlallah. Qassem fue también políticamente activo en el campus, ayudando a fundar la Unión Libanesa de Estudiantes Musulmanes, un organismo que buscaba alentar la observancia religiosa y diseminar las enseñanzas de Fadlallah.
Mientras todavía era un estudiante universitario, él también asumió el liderazgo de la Asociación para la Educación Religiosa Islámica de 1974 a 1988, la organización paraguas que más tarde dirigiría el sistema de Escuelas Mustafa de Hezbola y mantendría un rol supervisor sobre las escuelas desde entonces. Después de la graduación, Qassem cambió a pedagogía, trabajando como un maestro de secundaria durante seis años.
La orientación intelectual de Qassem dictó el curso de su carrera en Hezbola. Aun no se conoce la extensión en la cual él se involucró en alguna actividad militar durante los primeros días de la organización. Qassem se hizo un nombre por sí mismo como jefe intelectual de Hezbola y el articulador de su ideología. El es un autor prolífico y ha escrito más de una docena de libros que mapean la ideología de Hezbola hasta temas religiosos y políticos.
Su obra magna es, tal vez, Hezbola: Metodología, Experiencia, y Futuro, ahora con muchas ediciones de antigüedad y traducida al inglés entre otros seis idiomas, tanto como Hezbola: La Historia Desde Adentro. Este libro recuerda la fundación e historia de Hezbola a través del lente ideológico particular del grupo. Qassem también dio regularmente largas entrevistas orientadas intelectualmente, principalmente a medios noticiosos de Hezbola, esbozando las creencias y objetivos del grupo. Esto contrastó con Nasrallah, quien sólo periódicamente daba tales entrevistas largas pero fuertemente cargadas de propaganda.
Qassem siempre tuvo roles significativos dentro de Hezbola. El es un miembro del Consejo Shura del grupo y supervisa sus actividades parlamentarias, políticas y gubernamentales. Pero nunca estuvo destinado a ser el sucesor de Nasrallah—un honor dudoso asignado al primo materno de Nasrallah, Hashem Safieddine. Hace poco se confirmó que Saffiedine ha resultado muerto el 4 de octubre—y las opciones de Hezbola sólo se han estado achicando desde entonces bajo la continua presión militar israelí. Qassem era en cambio la dama de honor perpetua de Hezbola—habiendo sido electo como subsecretario general el 22 de mayo de 1991, durante el segundo cónclave de Hezbola, bajo el entonces secretario general Abbas al-Musawi. Cuando los israelíes eliminaron a Musawi el 16 de febrero de 1992, Qassem mantuvo su puesto cuando el más joven Nasrallah asumió el rol de secretario general—y allí permaneció y tenía intención de permanecer. El tampoco expresó nunca públicamente un deseo de asumir su posición actual.
No obstante las afirmaciones de Hezbola y Qassem, la rápida ola de eliminaciones por parte de Israel ha arrojado al desorden la cadena de sucesión del grupo. Después de la muerte de Saffiedine, la falta de opciones arrojó a Qassem a la cima de una lista muy corta de sucesores potenciales de Nasrallah.
Ahora dirigiendo a Hezbola, sigue siendo una incógnita si Qassem puede liderar eficazmente al grupo multifacético. Aunque él ciertamente posee algunas habilidades organizacionales, ellas palidecen comparadas con las de Nasrallah o Saffiedine. Mientras Qassem estaba escribiendo libros, tanto Nasrallah como Saffiedine presidían el Consejo Ejecutivo de Hezbola, el organismo responsable por gestionar las actividades no militares del grupo, que actúa como su motor para reclutamiento y crecimiento, antes de asumir el puesto de secretario general. Qassem también parece carecer de cualquier entendimiento de asuntos militares, no habiendo luchado nunca—hasta donde sabemos—en las filas de Hezbola como Nasrallah ni se sentó en su Consejo de Yihad como Saffiedine. Ahora, al pensador se le está pidiendo que baje de su torre de marfil para manejar estas funciones complejas durante lo que es posiblemente la guerra más existencial de Hezbola a la fecha.
También hay una pregunta de si Qassem puede llenar el vacío dejado por el culto a la personalidad de Nasrallah. Hassan Nasrallah se convirtió en el segundo secretario general de Hezbola en 1993, cuando la organización era todavía relativamente nueva, y la dirigió por el grueso de sus 42 años de existencia.
El era también un orador natural, una habilidad que lo ayudó a mantener la atención de su público e influenciar sus sentimientos. Sus gestos con la mano, su posición como un sayyed y presunto descendiente del profeta islámico Mahoma, sus giros de frases proletarias, su capacidad para pasar sin problemas del árabe clásico al dialecto del sur de Líbano, e incluso su defecto al hablar con la letra "R"—todo capturó el afecto de los partidarios de Hezbola. Incluso su nombre, "Nasrallah," Victoria Divina, sumaba al dominio del culto del secretario general de largo tiempo de Hezbola. "Labayka ya Qassen" (A tu mando, Qassem) simplemente no tiene el mismo timbre—si es que tiene alguno.
La personalidad y longevidad de Nasrallah dejan su impronta en la "marca" Hezbola, tal que es difícil identificar donde terminaba el hombre y comenzaba la organización. Saffiedine poseía suficientes de los rasgos intangibles de su primo materno para ser un sucesor efectivo. Pero el cerebral, universitario, francófono, y, uno se atreve a decir, mundano Qassem, no tiene nada de eso y nada del populismo de Nasrallah, lo que lo hizo querido por la base del grupo.
Nada de esto sugiere que Qassem esté algo menos comprometido con la ideología, visión del mundo, u objetivos finales de Hezbola. El es un proponente ardiente de Velayat-e Faqih, insistiendo en una serie de entrevistas en el 2016 con Al-Mayadeen que Hezbola—como islámicos, en sus palabras—todavía aspira a convencer a los libaneses de todas las sectas a adoptar el sistema teocrático de gobierno iraní como la única forma de establecer una sociedad verdaderamente justa. El comparte el odio de Nasrallah al "Gran Satán," Estados Unidos, creyéndolo el proveedor principal de un modelo cultural "capitalista" decadente y corrupto inherentemente en polos opuestos con el de Hezbola e Irán. Qassem también tiene un deseo inflexible de ver a Israel destruida y que Hezbola contribuya a esa destrucción.
En resumen, Hezbola no se moderará o cambiará sus lealtades principales con Líbano bajo su nuevo secretario general de hablar suave. Sin embargo, la naturaleza cerebral de Qassem puede afectar como Hezbola persigue sus objetivos ideológicos, mientras su aparente falta de calificaciones para la posición de liderazgo puede hacer menos competente a la organización. La falta de liderazgo efectivo de Hezbola podría también ver a la Revolución Islámica de Irán intervenir para ayudar a resucitar y dirigir a Hezbola, recordando las etapas embriónicas del grupo. Pero esta discusión entera del liderazgo de Qassem puede terminar siendo teórica. Poco después del nombramiento de Qassem, el ministro de defensa israelí Yoav Galant amenazó "Nombramiento temporario—ha comenzado la cuenta regresiva [para la eliminación del nuevo secretario general]." Considerando la suerte de los predecesores de Qassem, esta puede no ser una amenaza vacía.
David Daoud es un miembro principal en la Fundación para las Defensas de las Democracias, se enfoca en cuestiones de Hezbola, Israel y Líbano.
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