TRADUCIDO Marcela Lubczanski
LOS GUARDIAS REVOLUCIONARIOS DE IRAN
El CGRI es una de las organizaciones más poderosas en Irán, concebido como el defensor principal de la revolución de 1979, y ahora un vínculo crucial para los grupos militantes islámicos opuestos violentamente a Israel y a Estados Unidos.
Noviembre 12, 2024
Introducción
El Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI) es una de las organizaciones más poderosas y temidas en Irán, desempeñando roles centrales en la proyección de poder, seguridad interna y economía del país.
Luego de la revolución de 1979, los líderes clericales de Irán crearon el CGRI fuera de los servicios armados tradicionales del país—y como un contrapeso a ellos--de los que desconfiaban. Hoy, reporta directamente al líder supremo Ali Khamenei, y su tamaño y poderes se han expandido inmensamente. Entre sus muchos prominentes deberes militares, el cuerpo opera el formidable arsenal de misiles balísticos de Irán y supervisa la Fuerza Quds, un brazo expedicionario que colabora con los varios afiliados regionales de Irán, incluidos Hamas y Hezbola. Para finales de 2024, Israel estuvo librando grandes conflictos con ambos grupos terroristas, en la Franja de Gaza y Líbano, respectivamente, y había conducido ataques directos en represalia contra Irán.
El CGRI es también altamente influyente en la política nacional de Irán. Muchos veteranos del cuerpo han pasado a roles prominentes de gobierno, incluso en el gabinete, parlamento, y provincias. El cuerpo mientras tanto se ha enriquecido con miles de millones de dólares manejando redes comerciales y financieras ilícitas alrededor de las sanciones internacionales. Muchos expertos regionales esperan que el CGRI desempeñe un ro crucial en seleccionar un sucesor para el anciano Khamenei, lo cual podría consolidar más el poder del grupo e incrementar las barreras para la reforma política.
¿Por qué fue establecido el CGRI?
El CGRI fue fundado en el período posterior inmediato a la caída del Shah Mohammad Reza Pahlavi en 1979, cuando izquierdistas, nacionalistas e islámicos competían para marcar el rumbo de la república revolucionaria. Mientras el primer ministro interino controlaba el gobierno y las instituciones estatales tales como el ejército, muchos clérigos y discípulos del líder supremo fundador de Irán, ayatola Ruhollah Khomeini, organizaron contrapesos para esas instituciones heredadas. Entre ellos estaba el CGRI, que operaba más allá de los límites de la ley y el poder judicial. Respondiendo al líder supremo, su estructura de mando elude al presidente electo.
Los guardias fueron concebidos como un "ejército popular," ayudando a consolidar la revolución mientras Khomeini instituía un estado basado en el concepto de velayat-e faqih, o tutela del jurista. El objetivo era establecer a Irán como una república constitucional, envuelta en una estructura teocrática. Khomeini tenía la intención que el CGRI protegiera al nuevo régimen de un golpe de estado, tal como el de 1953 que echó al gobierno electo democráticamente de Mohammed Mossadeq y que restableció al shah en el poder.
¿Cómo está organizado el CGRI?
La Guerra de Irán-Irak (1980-88) transformó al CGRI en más que una fuerza de combate convencional, con una estructura de mando similar a la de los ejércitos occidentales. Ahora altamente institucionalizado, sigue siendo una fuerza paralela a la de las fuerzas armadas normales, con arriba de 190,000 tropas bajo su mando, de acuerdo con el International Institute for Strategic Studies (IISS). Alrededor de la mitad de este personal son conscriptos. Las ramas del CGRI incluyen:
. fuerzas terrestres radicadas a lo largo de 31 provincias de Irán y Teherán, que tienen más de 150,000 tropas;
. la fuerza paramilitar Basij, la que afirma puede movilizar unos seicientos mil voluntarios;
. fuerzas navales, separadas de la rama naval del ejército normal de Irán, las que tienen unos 20,000 marinos y están encargadas de patrullar las fronteras marítimas de Irán, incluido el Estrecho de Ormuz, a través del cual pasa cada año un tercio del petróleo crudo del mundo transportado por mar;
.una fuerza aérea de 15,000 soldados, también aparte de una rama paralela del ejército normal, la cual maneja el programa de misiles balísticos de Irán; y
.un cibercomando, el cual trabaja con empresas afiliadas al CGRI en espionaje militar y comercial, tanto como distribución de propaganda, de acuerdo con el IISS (su relación precisa con los hackers afiliados con el estado no está clara).
¿Cuál es el rol en política exterior del CGRI?
El CGRI comenzó a patrocinar a grupos armados no estatales en la región en la década de 1980, desplegándose por primera vez en la Guerra entre Irán e Irak. La Fuerza Quds surgió como el brazo de facto en asuntos externos del CGRI, y ha desarrollado lazos con grupos armados de Afganistán, Irak, Líbano, los territorios palestinos, Yemen y otras partes, proporcionándoles entrenamiento, armas, dinero y asesoramiento militar para proyectar el poder de Irán en el exterior. Algunos de estos grupos operan frecuentemente de forma independiente de Irán y de cada uno de los otros, pero Teherán los ve como parte de un "eje de la resistencia" contra el Occidente, bajo su influencia. Los expertos dicen que Irán ha intentado fortalecer la cooperación dentro de esta alianza en los últimos años.
Fomentando a estos grupos, Teherán ha buscado exportar su revolución y disuadir la agresión de los países occidentales y su enemigo perenne, Israel. El movimiento libanés Hezbola, por ejemplo, comparte la hostilidad de Irán hacia Estados Unidos e Israel, la cual ocupaba el sur de Líbano cuando el grupo fue fundado. Los bombardeos de 1983 a la embajada estadounidense y a los cuarteles del Cuerpo de los Marines de EE.UU. y de los paracaidistas franceses en Beirut, tanto como los asesinatos de varios opositores el régimen, han sido atribuidos a Irán y sus satélites, a saber, Hezbola. Además, funcionarios de inteligencia occidental y meso-oriental han vinculado al CGRI con el bombardeo en 1994 de un centro judío en Buenos Aires, Argentina, aunque Teherán dice que no estuvo involucrado.
El involucramiento del CGRI en Irak después de la invasión estadounidense en el 2003 se volvió una fuente particular de disputa entre Teherán y Washington. En el 2007, el presidente estadounidense George W. Bush acusó a la Fuerza Quds de proporcionar a los terroristas musulmanes chiíes bombas a los costados de las rutas para matar a las fuerzas estadounidenses, aunque expertos dentro y fuera del gobierno estadounidense cuestionaron si tales órdenes llegaron directamente desde Teherán. La administración de Donald Trump culpó al CGRI por los asesinatos de 608 tropas estadounidenses en Irak los años 2003 y 2011.
Luego de los levantamientos regionales del 2011 conocidos comúnmente como la Primavera Arabe, la Fuerza Quds se desplegó en Siria. Irán inicialmente afirmó que los agentes estaban llevando a cabo una misión limitada defendiendo los santuarios chiíes, pero más tarde admitió que la fuerza estaba ayudando al presidente sirio Bashar al-Assad a reprimir la agitación entre la población de mayoría suní. Cuando el descontento se volvió guerra civil, la Fuerza Quds sirvió no sólo como asesores militares, sino también en las líneas del frente, luchando junto a las fuerzas del régimen sirio, los terroritas libaneses de Hezbola, y refugiados afganos que sirven en milicias satélites del CGRI. Mientras tanto, después que los levantamientos provocaron de forma similar una guerra civil en Yemen, el CGRI canalizó el apoyo de información, entrenamiento, y armas del CGRI a los hutíes de Yemen para ayudar al movimiento rebelde contra las fuerzas combinadas del gobierno del país y el rival de Irán, Arabia Saudita.
Afiliados Regionales de Irán
Los funcionarios iraníes expandieron la presencia de la Fuerza Quds en Irak y Siria en respuesta al surgimiento del grupo Estado Islámico. Ellos advirtieron que si la organización terrorista musulmana suní no era derrotada allí, marcharía sobre Teherán. En Irak, las movilizaciones populares de decenas de miles de milicianos chiíes pronto eclipsaron al ejército nacional. Muchas de estas milicias prometieron lealtad al líder supremo de Irán y fueron lideradas por comandantes que trabajaron con la Fuerza Quds contra la ocupación estadounidense en la década anterior. El funcionario que lideró la movilización fue Abu Mahdi al-Muhandis, con ciudadanía tanto iraquí como iraní y había sido oficial en la Fuerza Quds. La movilización proporcionó las fuerzas terrestres que replegaron al Estado Islámico; Estados Unidos proporcionó fuerza aérea, haciendo efectivametne a los guardias y a las fuerzas estadounidenses socios tácitos.
Esa alianza tuvo vida corta—con el Estado Islámico derrotado en gran parte para el 2019, se reanudaron las hostilidades entre EE.UU. e Irán. En el siguiente enero, un ataque estadounidense con dron mató a Muhandis y al poderoso comandante de la Fuerza Quds, Qasem Soleimani, quien había cultivado muchas de las sociedades de Irán con grupos armados regionales. Washington buscaba sofocar la influencia de los guardias en Iral, el cual tenía que depender de Irán para seguridad, energía, y comercio. Irán y sus aliados prometieron venganza, y grupos respaldados por Teherán aumentaron los ataques contra las fuerzas de la coalición estadounidense en Irak y Siria, con un ataque con cohete hiriendo a docenas de soldados en el 2021.
Los vínculos entre el CGRI y su red regional han sido cada vez más evidentes desde octubre del 2023, cuando Hamas perpetró el ataque más letal contra Israel en su historia. La incursión inmediatamente planteó cuestiones sobre si Irán estuvo involucrado, algunas de las que siguen no resueltas. El líder supremo Khamenei dijo públicamente que Irán no tuvo rol alguno en el ataque del 7 de octubre, pero algunos expertos dicen que Teherán estuvo probablemente al tanto de una ofensiva inminente, y que había ayudado a facilitarlo a través de su apoyo de décadas a los combatientes palestinos.
En el conflicto consiguiente entre Israel y Hamas, el CGRI ha proporcionado armas y otra ayuda para ayudar a sus socios en Irak, Líbano, Siria y Yemen a atacar objetivos israelíes en solidaridad con Hamas. Y, en abril del 2024, el CGRI disparó cientos de drones y misiles hacia Israel, marcando el primer ataque directo de Teherán contra territorio israelí. Aunque nadie resultó muerto, porque Israel y sus aliados interceptaron la mayoría de los proyectiles, el ataque no obstante alimentó los temores globales de un conflicto en escalada en el Medio Oriente. Los líderes iraníes dijeron que el ataque fue en represalia por el presunto bombardeo israelí a la embajada de Irán en Siria, donde habían sido eliminados siete comandantes del CGRI anteriormente ese mes.
En octubre, el CGRI lanzó otra ola de ataques aéreos contra Israel, consistiendo en su mayoría de misiles balísticos, lo que marcó una represalia para una presunta eliminación por parte de Israel de un prominente funcionario de Hamas en Teherán en julio, y el bombardeo confirmado del líder de Hezbola en Beirut en septiembre. Israel y sus aliados una vez más neutralizaron en gran parte los ataques iraníes. Un ataque israelí en represalia contra Irán a fines de octubre golpeó las defensas aéreas y plantas de producción de misiles del país.
A principios de noviembre, la administración Biden acusó a tres hombres como parte de un presunto complot del CGRI para asesinar a una periodista estadounidense y crítica del régimen de Khamenei en New York. Se cree también que el CGRI encargó a uno de los acusados asesinar al ex Presidente Donald Trump.
¿Cuál es el rol interno del CGRI?
El CGRI también se ha vuelto un actor central en la política interna de Irán, evolucionando en lo que Ray Takeyh del CFR ha llamado la organización más importante en el país. El líder supremo Ali Khamenei—quien lideró al CGRI durante la Guerra entre Irán e Irak—ha nombrado a ex comandantes del CGRI para los principales puestos políticos, y ex guardias en el parlamento tienden a defender una política de línea dura, tanto como el apoyo para desarrollar un programan nuclear civil.
Debido a que el CGRI marcha paso a paso con las posiciones políticas del líder supremo, sus poderes a veces parecen eclipsar los del presidente de Irán, quien no controla a ninguna de las fuerzas armadas y tiene relativamente pocos poderes propios. (Sólo hombres han sido presidentes, y si la ley iraní lo requiere no está claro.) Aunque el presidente tiene influencia sobre la política interna—él controla el presupuesto nacional, por ejemplo—su influencia sobre la política exterior es limitada.
La influencia de la organización todavía es superada por la de Khamenei, con quien el CGRI comparte una relación de beneficio mutuo, dicen los expertos. "Desde que Khamenei se volvió líder supremo en 1989, han llegado y se han ido cinco presidentes iraníes (Ali Akbar Hashemi Rafsanjani, Mohammad Khatami, Mahmoud Ahmadinejad, Hassan Rouhani y Ebrahim Raisi), pero ninguno ha traído cambios significativos o duraderos para la estructura de poder de Irán—o para su conducta interna o externa," escribió Karim Sadjapour, un experto iraní en el Carnegie Endowment for International Peace. En julio del 2024. “Khamenei y la Guardia Revolucionaria—que él comanda—se han vuelto más poderosos a lo largo de las décadas y dominan las instituciones políticas bizantinas del país, tanto como el poder judicial, los medios y vigilancia estatal. La represión social y corrupción gubernamental endémica, mal manejo e incompetencia han seguido siendo constantes, sin importar quien sea el presidente."
En el 2007 la milicia Basij fue llevada bajo el mando directo del CGRI, una reorganización que algunos analistas atribuyeron a un foco renovado sobre las amenazas internas percibidas para el régimen. En junio del 2009, el CGRI ayudó supuestamente a arreglar la elección presidencial en favor de Ahmadinejad. En medio de las manifestaciones masivas subsiguientes que alegaban fraude, los grupos de derechos humanos documentaron a la Basij atacando a los manifestantes. Miles fueron detenidos, y muchos políticos reformistas y activistas fueron encarcelados.
La elección presidencial del 2013 también fue estropeada por la intervención del CGRI. Aunque Hassan Rouhani finalmente prevaleció sobre los intransigentes favorecidos por muchos guardias, los informes indicaron que el CGRI creó una atmósfera de intimidación antes de la votación y presionó al Consejo Guardián, el cual veta a los candidatos por su idoneidad ideológica, para descartar a los candidatos que ellos estimaban inaceptables. El cuerpo vio crecer su apoyo político con las elecciones generales de 2020 de Irán y la elección en el 2021 del sucesor de Rouhani, Ebrahim Raisi.
Pero los expertos dicen que la mano pesada del CGRI en la política y su voluntad contínua de dañar a los iraníes lo hacen impopular entre el público. La organización recibió un golpe a su reputación después que derribó por error un avión de pasajeros que volaba sobre espacio aéreo iraní en enero del 2020, asesinando a todas las 176 personas a bordo. La mayoría de ellos eran iraníes. Además la Basij y el CGRI más amplio han sido acusados de golpear, disparar, atacar sexualmente, y torturar a las iraníes que participaron en el movimiento de protesta contra el gobierno "Mujeres, Vida, Libertad" que surgió en Irán a finales del 2022.
La elección sorpresa de Masoud Pezeshkian como presidente en agosto del 2024, luego de la muerte de Raisi en un accidente de helicóptero, pareció ofrecer un destello de esperanza a los reformistas de Irán. Pero muchos expertos meso-orientales ven al CGRI ganando influencia en medio del conflicto con Israel, y dicen que ellos tendrán mucha influencia en el proceso final de sucesión luego de la muerte de Khamenei.
¿Cuán profundamente está involucrado en CGRI en la economía de Irán?
Entre los intereses políticos que defienden los guardias está un imperio económico: de acuerdo con un informe del 2020 del Center for Strategic and International Studies, “el CGRI se ha vuelto el controlador más poderoso de todos los sectores económicos importantes a lo largo de Irán." El CGRI primero se convirtió por primera vez en un actor económico cuando fue encargado de reconstruir la infraestructura destruida en la Guerra de Irán-Irak, y el cuerpo desde entonces se ha expandido hacia muchas otras industrias que incluyen bancos, transporte, manufactura, e importaciones de consumo. El poder político garantiza a las empresas afiliadas al CGRI contratos sin licitación del estado para prestar servicios al sector petrolero y desarrollar infraestructura.
Estas actividades económicas enriquecen a los funcionarios del CGRI y financian sus actividades, tales como adquisición de armas, operaciones encubiertas en el exterior, y el programa nuclear de Irán. Ellas también apoyan a los veteranos y a las familias de los miembros del CGRI eliminados. Los proyectos de obra pública que desarrollan las regiones rurales de Irán fortalecen la buena voluntad del CGRI que le falta en zonas urbanas y proporciona trabajo a los voluntarios de la Basij. Cuando las inundaciones devastaron áreas rurales en el occidente de Irán en abril del 2019, guardias voluntarios asumieron un rol protagónico en las campañas de ayuda. En Siria, el CGRI ha dirigido proyectos de reconstrucción iraníes.
El CGRI también participa en mercados negros masivos. Algunos analistas dicen que la ola de sanciones estadounidenses ha beneficiado al CGRI a costa del público y la economía más general de Irán; ya que las empresas iraníes han sido quitadas de las finanzas y comercio lícitos, el CGRI ha tenido mayores oportunidades en el mercado negro. Con la reimposición de las sanciones petroleras estadounidenses levantadas bajo el acuerdo nuclear del 2015, el CGRI ha contrabandeado petróleo, más que nada a China, y generó millones de dólares para la Fuerza Quds y Hezbola.
Miembros de los Guardias Revolucionarios asisten a una sesión parlamentaria en Teherán. Atta Kenare/AFP/Getty Images
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