MOMENTO DEFINITORIO PARA LOS JUDIOS: CONFRONTAR LAS AMENAZAS Y ELEGIR NUESTRO FUTURO
El alcance y seriedad de estas atrocidades se extiende diariamente. El odio que nunca desapareció verdaderamente ha regresado, como si la historia insistiera en repetirse.
Por Micah Avni
Noviembre 14, 2024
traducido por Marcela Lubczanski
Nos encontramos en un momento decisivo en la historia judía—una divisoria de aguas que nos demanda que enfrentemos las verdades duras y asumamos elecciones difíciles. Hoy, Israel enfrenta una acometida implacable de enemigos desde todos lados, cada uno conjurado en destruirnos. Nuestras casas soportan una andanada de cohetes, nuestros hijos se refugian en refugios anti-bombas, y hombres y mujeres jóvenes ponen sus vidas en espera para servir en las líneas del frente defendiendo nuestra nación.
Se han perdido más de 2,000 vidas, decenas de miles han sido desplazados de sus casas, y 101 son todavía retenidos como rehenes en los túneles terroristas de Gaza. A lo largo del mundo occidental—desde New York a Londres, París, Amsterdam y más allá—los judíos son perseguidos, se les grita, son golpeados en las calles, acosados en los campus universitarios, atacados en los subterráneos, y amenazados en sus propios vecindarios.
El alcance y seriedad de estas atrocidades se extiende diariamente. El odio que nunca desapareció verdaderamente ha regresado, como si la historia insistiera en repetirse.
En este paisaje oscuro, 2024 recuerda a 1937 en formas que son escalofriantes e inequívocas.
De adolescente me encontré leyendo obsesivamente acerca del Holocausto, acosado por las opciones que enfrentaban los judíos europeos en la década de 1930. Algunos vieron la escritura en la pared y tomaron la decisión dolorosa de desarraigar a sus familias, dejando atrás todo para buscar refugio en Estados Unidos o, los más prescientes, en Israel.
Algunos se ocultaron en sótanos y áticos, entre paredes. Otros se quedaron, eligiendo luchar en los guetos o unirse a los partisanos en los bosques, resistiendo con cada pizca de fuerza. Y entonces algunos cerraron sus ojos, ignorando las señales o creyendo que lo peor pasaría—caminando con sus familias a los trenes con destino a Auschwitz, tranquilizando a sus hijos, "Sólo estaremos fuera por algunos meses."
Enfrentar el antisemitismo resurgente
Yo no podía entenderlo: ¿Por qué no escaparon todos? ¿Por qué no lucharon todos? ¿No vieron lo que estaba sucediendo? ¿Fue cobardía, o tal vez el mal era demasiado horroroso para comprenderlo? Estas preguntas pesaron en mí, y finalmente se volvieron la piedra angular de mi decisión de irme de Estados Unidos hacia Israel hace cerca de 40 años. Para mí, había sólo una respuesta.
A lo largo de los años, he escuchado a mis amigos en Estados Unidos y Europa repetir "Nunca Más" en las escuelas de día, sinagogas, y recaudadores de fondos, como un mantra o una oración, Pero aquí estamos, observando resurgir el mismo odio. Las formas pueden diferir y las caras pueden cambiar pero el objetivo final sigue siendo el mismo: la aniquilación del pueblo judío. La amenaza es clara, sin embargo millones de judíos parecen una vez más estar haciendo la vista gorda ante la realidad grotesca del antisemitismo, viviendo como si nada hubiera cambiado.
Entonces yo reto a cada uno de ustedes a tomarse un momento, mirarse al espejo y preguntarse: ¿Qué tipo de judío soy? ¿El tipo que corre, el tipo que ayuda, el tipo que lucha, o el tipo que hace la vista gorda?
La respuesta de ustedes hoy definirá no sólo su propia suerte, sino el futuro del pueblo judío para las generaciones venideras. La elección es de ustedes.
El autor es un empresario israelí, líder de pensamiento, activista, y presentador de un podcast en hebreo, El Liderazgo de Mañana.
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