De verdad, se desgarra el alma
El teniente Ivri Dickstein, quien fue asesinad@ en el Líbano el jueves, ordenó flores para que le llegaran a su esposa antes de Shabat, y escribió una nota justo antes de ir a su última misión, porque sabía que no volvería a casa ese fin de semana.
El viernes, pocas horas después de su funeral, su esposa recibió una llamada. Un repartidor estaba afuera con el ramo que su esposo había pedido: las últimas flores y una carta suya.
En la nota escribió:
"A mi querida esposa, te escribo de nuevo desde el lejano norte, espero que sea la última vez.
Estoy aquí, feliz y orgulloso de hacer algo importante por nuestra nación; les pido que continúen sonriendo y estén con la cabeza en alto.
Estoy bien, no te preocupes. Te quiero mucho".
Que su memoria sea una bendición.
Hananya Naftali
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