LOS OJOS MALVA ERAN JUDÍOS
La actriz, nacida en una familia cristiana, decidió iniciar su camino hacia el Judaísmo tras la muerte de su esposo Michael Todd, también judío, que falleció en un accidente de avión en 1958.
El Rabino Max Nussbaum guió su proceso de nueve meses hacia la conversión al Judaísmo, que culminó con una Jupá tradicional con Fisher en el Templo Reformista Israel.
Tras su conversión, pasó a ser Elisheva Rajel.
No era, en absoluto, una mujer practicante y sólo frecuentaba la Sinagoga en las grandes fiestas.
Hasta 1998.
En ese año, su fe despertó y volvió al Judaísmo. Comenzó a estudiar Cábala con el Rabino Eitan Yardeni.Lo que nunca había desaparecido fue su compromiso personal con el Estado De Israel.
Fiestas para recaudación de fondos, compra de bonos del Estado, visitas a Israel, colaboración con organizaciones como Keren Kayemet…
Pero, ante todo, Taylor era una ferviente y convencida sionista.
Protestó ante el propio Secretario de la ONU Waldheim cuando identificó racismo, ofreció su casa a los israelíes afectados en Uganda por el caso Entebbe…
Canceló una visita a Moscú cuando la entonces URSS criticó la actuación de Israel en la Guerra de los Seis Días.
Llegó a donar su famosa colección privada de joyas para la asociación Víctimas de la Guerra en Israel.
A su muerte, como una de las mayores activistas pro Israel, se dijo que ella consideraba sus buenas acciones, en especial su ayuda a las víctimas del SIDA, como una manera de hacer realidad esa reparación del mundo.
Y es cierto que podemos considerar sus acciones como un verdadero Tikun Olam.

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