Estos funcionarios han permitido que la anarquía se infiltre en los sistemas estatales y debilite la cohesión de las FDI y los servicios de seguridad al promover el desafío.
Hoy están tratando de influir en la naturaleza de la investigación que examinará los fracasos que lideraron en el desastre del 7 de octubre.
Estos elementos no deben participar en las decisiones y consideraciones que determinarán cómo se investigará el desastre.
Esto es un claro conflicto de intereses.
El Estado de Israel necesita una investigación de la verdad.
Garantizaremos que la Comisión Nacional de Investigación sea amplia, limpia, profesional, represente a todo el público, a la oposición y a la coalición por igual y esté comprometida con una sola cosa: la verdad por el bien de la seguridad de Israel.
Tras el desastre del 11-S, se creó en Estados Unidos un comité igualitario, mitad demócrata y mitad republicano, que realizó una excelente labor. En este sentido, lo que es bueno para Estados Unidos es bueno para Israel.”

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