A Israel le cabe el derecho legal de frenar la flota
de Cidipal,
El Profesor Alan Dershowitz es uno de los jueces más famosos de Estados Unidos y, quizás, el defensor número uno de Israel en el mundo. En vísperas de la dura campaña que le espera a Israel en septiembre, ante Naciones Unidas, y un momento antes del arribo de la flota, con activistas pro-palestinos, el Profesor Dershowitz, dice que es posible frenar los barcos.
El objetivo de los organizadores de la flota no es ayudar a Gaza sino afectar a Israel en el ámbito internacional. Por ello, debe comprar concientización en los medios de comunicación de todo el mundo y demostrar que, Gaza, no es una enorme cárcel y que la situación de los gazaríes es mejor que la situación en El Arish, Túnez o Siria. Debe explicar al mundo que, la situación de los palestinos, mejoró mucho, aún otorgando poco crédito a Hamas.
Es muy importante poner al descubierto las intenciones de esos activistas.
Según la ley internacional, a Israel le cabe el derecho a imponer el bloqueo para impedir el tráfico de armas. No existe aquí un terreno gris y no creo que haya juristas serios que lo apelen. El bloqueo marítimo es algo reconocido ante la ley internacional y todo aquel que se involucre en saltearlo, se convierte en un combatiente que comete un acto militar. Según la ley, a Israel le cabe el derecho de frenar a todos los participantes, a excepción, quizás, de periodistas y médicos y someterlos a juicio. No sería inteligente hacerlo pero, en principio, sería posible. La idea de amenazar a periodistas fue muy mala y no debe permitirse que, esas decisiones, se tomen en el alto mando. Los periodistas de todo el mundo solo esperan una oportunidad de ese tipo para caer sobre Israel.
Israel debe cuidarse de no convertir el freno a la flota en una acción militar solamente sino involucrar también a la Cancillería y los expertos en comunicación, grabar todo lo que allí ocurre y demostrar al mundo cómo un estado democrático y civilizado, defiende sus fronteras.
Digo desde hace años, que se debe conformarse un cuerpo apolítico en la Casa Presidencial que sea responsable de la defensa de Israel, en lugar de la situación actual en la que la gente de esclarecimiento actúa por parte de cualquier gobierno. El esclarecimiento está destinado no a ayudar a un gobierno específico sino a defender al Estado de Israel. Eso no es lo que se hace.
El Primer Ministro me convocó para sentarme junto a Sara Banum en el Congreso pero el vuelo, a mi pesar, se canceló. Creo que su discurso fue brillante. Pero, ojalá hubiera tenido la posibilidad de dirigir el mensaje que tenía programado. A mi juicio, tenía la intención de ocuparse menos de la defensa y más de las medidas posibles para los palestinos, si tan solo retornaran a la mesa de negociación. Pero, Obama, logró asustar a las dos partes y alejar la paz. Posicionó a Israel en un lugar muy incómodo según el cual deberá retornar a los límites del 67 y, desde ese punto, dar y obtener, sobre cualquier corrección de límites; aún antes de exigir a los palestinos la renuncia al Derecho al Retorno. El Primer Ministro no tuvo más opción que defender su política, tal como bien lo hizo.
Obama cree que hace lo correcto y no creo que esté contra de Israel sino que recibe malas propuestas y eso no es bueno en especial para orientar las negociaciones. Querría la paz segura para Israel pero no actúa, con inteligencia, en todo lo vinculado al conflicto y se equivoca, una vez tras otra y, la probabilidad de paz, fue s más baja después del discurso. Creo que Obama pierde una parte. Si las elecciones fueran ahora, el apoyo habría bajado y hubiera perdido, por ejemplo, a los judíos de Florida (estado clave que, tradicionalmente, oscila); le sería difícil con los judíos de Nueva York (pero eso puede cambiar eso ya que, todavía, está a tiempo).
Llegó el momento que Obama vaya a Israel y hable al pueblo. Debe comprender que Israel es una democracia y que es imposible debatir solo con los líderes. Los líderes de Israel no tienen el poder de hacer la paz si no cuentan con el apoyo del pueblo. Más aún; debe asesorarse con Bill Clinton. Cuando Clinton hablaba, los palestinos e israelíes lo amaban y cuando Obama habla, pone nerviosas a ambas partes. Obama debe aprovechar la popularidad de Clinton en ambos lados y designarlo como mediador.
Creo que los próximos meses serán críticos, empezando por la flota y siguiendo por septiembre. Es importante que Israel promueva, tome acciones preventivas y tome en cuenta la opinión pública mundial. Llegó el momento de poner de lado las diferencias partidarias y cristalizar un frente unido para la defensa de Israel.
Una parte de mí lamenta el rechazo de la función que, Netanyahu, me ofreció entonces. Pero no podía. Sentí que si, como judío norteamericano destacado, representara el interés israelí (enfrentado al interés norteamericano), se despertaría el tema de la doble fidelidad de los judíos norteamericanos. Pero, estaré feliz de colaborar con Israel en Naciones Unidas o por medio del esclarecimiento.
El Profesor Dershowitz tiene 72 años, reside en Cambridge, Massachusetts. Es casado, padre de tres hijos y abuelo de dos niños. Se convirtió en Profesor de Derecho en Harvard a los 28 años y se desempeña allí hasta el presente. En los últimos años, se convirtió en el más sobresaliente difusor y esclarecedor de Israel en Estados Unidos y escribió un sin fin de artículos y notas que apoyan su política.
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