Piensen nuevamente: incluso sus más ardientes partidarios entre la judería sudafricana no podrían nunca haber imaginado que Warren Goldstein surgiría como un líder enérgico.
1/07/2011
Por Jonathan Rosenblum
Yo recién acabo de regresar de mi primera visita a Sudáfrica. El motivo de la visita fue la primera Indaba Sinaí. (Para los no iniciados, "indaba" es una palabra zulú que significa una reunión de líderes tribales para hablar de asuntos importantes, y se utiliza con frecuencia en África hoy en día para cualquier reunión grande.)
La Indaba Sinai consistió de oradores muy conocidos en todo el espectro ortodoxo, encabezados por el ex Gran Rabino Yisrael Meir Lau. La respuesta comunitaria superó bastante las expectativas de los organizadores: Unos 3000 asistieron en Johannesburgo, 500 en Ciudad del Cabo, y 200 en Durban. En la entrevista de seguridad de El Al antes de mi vuelo a casa, mi interrogador se disculpó por no haber llegado a ninguna de mis sesiones, dicho sea de paso haciendome saber que el había estado allí. El estimó que el 40% de los asistentes eran, como él, no observantes - aunque estas estimaciones son muy difíciles en una comunidad judía de mentalidad tradicional como esta, en la que casi todos los judíos pertenecen a una sinagoga ortodoxa y automáticamente se ponían una kipá para escuchar conferencias relacionadas a la Torá.
LA FUERZA MOTRIZ detrás de la Indaba Sinaí, como de tantas otras cosas con respecto a la judería sudafricana de hoy en día, fue el gran rabino Warren Goldstein. Originalmente nombrado en el año 2003 a la tierna edad de 32 años, Goldstein ha demostrado ser una sorpresa tanto para aquellos que expresaron asombro con su nombramiento inicial, como para sus partidarios. Ni siquiera sus partidarios más ardientes podría haber imaginado nunca que el joven rabino de hablar suave se iba a convertir en un líder comunitario contundente. Ellos lo imaginaron como principalmente adecuado para un rol ceremonial sobre la fuerza de su doctorado en derecho y su libro de correspondencia por correo electrónico con el nieto de Nelson Mandela, Dumani Mandela, titulado Habla del alma africana - Cuando la política no es suficiente.
Goldstein, sin embargo, tenía otro modelo en mente - ese del tradicional rav de Lituania como solucionador de problemas. Quedó claro para él poco después de asumir su cargo que iba a encontrarse a sí mismo presidiendo la rápida desaparición de los judíos de Sudáfrica si la tasa de crímenes violentos en los barrios judíos no se reducía drásticamente. La iniciativa resultante, CAP (Protección Comunitaria Activa) representa tal vez el mejor ejemplo contemporáneo de toda una comunidad judía calculando sus recursos - intelectual, financiera y mano de obra voluntaria - para hacer frente a una amenaza para la continua viabilidad de la comunidad.
En los últimos cuatro años, la tasa de incidentes de crímenes mensuales que implican el uso de armas se ha desplomado de un 80% a 90% en los principales barrios judíos de Johannesburgo. En el área de gran Glenhazel, la mayor concentración judía, había 20 delitos de contacto denunciados por mes en la víspera del lanzamiento de la CAP en 2006. En la actualidad hay menos de dos por mes.
Actualmente, los proveedores de seguridad privada, bajo un centro de control unificado de la CAP, están asegurando el espacio público en 12 barrios, con un total de 150000 habitantes (la mayoría de ellos no judíos).
En cualquier otra comunidad judía del mundo, la iniciativa de la CAP es casi seguro que hubiera estado bajo la égida de uno de los organismos comunitarios laicos. Sin embargo, en el contexto único de los judíos de Sudáfrica, la posición del gran rabino aún carga el suficiente respeto como para que él tome la iniciativa de los principales emprendimientos comunitarios. De manera similar, muchos prominentes judíos que son no practicantes en su vida privada respondieron con entusiasmo a las solicitudes de ayuda de Goldstein con la Indaba Sinaí, facilitando, por ejemplo, la página de Facebook, el espacio de publicidad valiosa en postes telefónicos y eléctricos a lo largo de los barrios judíos, y boletos de avión a los diferentes lugares locales.
Sorprendentemente, en un país de casi 50 millones de personas, con una población judía de sólo 75000 en la actualidad (de un pico de 120000), Goldstein se ha convertido en una figura nacional de importancia. Él fue la fuerza motriz detrás de un proyecto de ley nacional de Responsabilidades, y el ponente principal.
Sudáfrica es el único país del mundo que ha promulgado tal proyecto de ley. El proyecto de ley de Responsabilidades es habitualmente difundido en los medios de comunicación, y se han creado planes de estudio para enseñarlo en todos los grados en el sistema escolar.
El gran rabino británico Lord Jonathan Sacks es la voz pública más respetada de la religión en Gran Bretaña, en virtud de su propia elocuencia y la falta de valor de los competidores: el arzobispo titular de Canterbury es un traje vacío, y los clérigos musulmanes, que disfrutan la mayoría del seguimiento religioso ferviente, estan involucrados principalmente en amenazas a los "negacionistas" y demandas de autonomía.
Pero sólo en Sudáfrica una perspectiva central de Torá - aquella de la vida vista a través de la lente de los deberes, no sólo los derechos - ha impregnado tan minuciosamente la discusión pública. Y eso se debe casi en su totalidad al rabino Goldstein.
EN MUCHOS SENTIDOS, Goldstein es un producto representativo de la forma única de la ortodoxia no observante de Sudáfrica. Su padre fue un juez en Pretoria, la capital, y la familia es de origen lituano, al igual que casi todos los judíos sudafricanos. Los Goldstein eran tradicionalistas, pero no observantes del Shabat. Hoy en día, no sólo los dos hermanos del gran rabinos son religiosos, también lo son sus padres. Esa también es parte de la historia de la judería sudafricana.
La observancia de la Mitzva era casi letra muerta en el momento del nacimiento de Goldstein en 1971, aparte de un pequeño grupo de judíos alemanes, que llegaron a mediados de los años 30, y una activa Bnei Akiva centrada en torno a la Universidad Yeshiva en Johannesburgo, fundada por el rabino Avraham Jaim Tanzer de la Telshe Yeshiva de Cleveland. Los judíos sudafricanos, sin embargo, siempre dieron generoso apoyo a las sinagogas ortodoxas, exigieron la observancia rigurosa por parte de sus rabbonim, y contribuyeron con su tiempo y dinero para un gran número de instituciones comunitarias. Todos eran ardientes sionistas. Un alto porcentaje - incluso entre las personas activas en la política anti-Apartheid - estaban inclinados hacia el Sionismo Revisionista. Cuando Menajem Begin visitó como líder de la oposición, no se pudo encontrar sala lo suficientemente grande como para acomodarlo.
Hoy en día, el 20% -25% de los judíos de Johannesburgo son observantes de Shabat, uno de los porcentajes más altos de toda la comunidad judía en el mundo. Es raro conocer a alguien en la comunidad religiosa que no sea él mismo un baal teshuvá o hijo de ba'alei teshuvá. Sin embargo, debido a que la comunidad es tan tradicional, la transición a la vida religiosa descansa fácilmente sobre estos judíos recientemente observantes. Debido a que sus padres siempre se consideraron a sí mismos ortodoxos, aunque no practicantes, la mayoría de los ba'alei teshuvá no se enfrentó a la intensa oposición de los padres de sus homólogos en otras partes del mundo, de hecho, muchos padres se unieron a sus hijos.
La revolución de la teshuvá en Sudafrica en gran parte se inició con la llegada de un Kolel de Inglaterra en 1970, encabezado por el rabino Naftoli Shakovitsky, hijo del ex rabino de Gateshead, la comunidad más insular en Europa.
Cuando los rabinos en trajes negros y barbudos aparecieron por primera vez en el campus de la Universidad de Witwatersrand, los estudiantes judíos quedaron fascinados, todos ellos tenían un retrato de un antepasado de aspecto similar de Lituania sobre el manto de la chimenea. Pronto ellos estaban, literalmente, colgando de las ventanas en las clases del lunes por la noche en el edificio del Kolel.
EN MI último Shabat en Sudáfrica, pasé casi cuatro horas con los dirigentes de la Unión Sudafricana de Estudiantes Judíos. Algunos eran religiosos, otros no, pero debido a la homogeneidad de la comunidad y al hecho que casi todos fueron educados en las escuelas judías, ya sea laica o religiosa, las líneas de demarcación no eran tan fuertes como en otras partes, y no estaba claro de inmediato quien era observante y quien no. Ellos compartían un profundo conocimiento de los asuntos de Israel y el gusto por el debate fuerte y articulado. En los campus americanos hoy en día, es raro encontrar a un estudiante judío que pueda identificar el 4 de julio de 1976, como el día del rescate de Entebbe, si es que él o ella han oído siquiera hablar de Entebbe. Cada uno de estos estudiantes reconoció la fecha de inmediato.
La emigración judía de Sudáfrica se ha estabilizado en gran parte, pero nadie sabe lo que depara el futuro. Los propios estudiantes varían ampliamente en su evaluación del futuro para la comunidad judía local. Pero de una cosa estoy seguro: Estos productos únicos del ambiente judío de Sudáfrica, al igual que su gran rabino, dejarán su marca por el bien de cualquier comunidad judía en la que se encuentren sea en su tierra natal, Israel, o en otro lugar.
El autor es director de Jewish Media Resources, ha escrito una columna en forma regular en The Jerusalem Post Magazine desde 1997 y es el autor de ocho biografias de lideres judíos modernos.
Fuente: The Jerusalem Post Magazine- Traducido por Esther Sheine especialmente para el blog de OSA Filial Córdoba
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.