sábado, 11 de enero de 2025

DEL WSJ

 UN IRAN DEBILITADO SE PREPARA PARA ENFRENTAR A TRUMP 2.0

Desde el empeoramiento del malestar social hasta el colapso militar de sus aliados, Teherán se prepara para lo que podría ser un año difícil.

Por Benoit Fauçon
Enero 5, 2025
traducido por Marcela Lubczanski

Irán enfrenta un año duro de enfrentamiento con la administración Trump entrante mientras mantiene una posición excepcionalmente débil después que el año 2024 lo dejara con una aguda crisis económica en casa y reveses en el Medio Oriente.

La nueva administración estadounidense planea incrementar las sanciones sobre Irán como parte de una campaña agresiva para contener su apoyo a grupos terroristas en el Medio Oriente. La estrategia de Teherán, menos potente de lo que era, todavía amenaza a los aliados y socios de Washington, especialmente a Israel, y es también impopular entre muchos iraníes comunes. El equipo del presidente electo Donald Trump está también sopesando opciones, incluyendo ataques aéreos, para impedir que Irán construya un arma nuclear.

La economía de Irán ya ha sido paralizada por una mezcla de mala gestión, corrupción y sanciones existentes. Los cortes de energía han cerrado las oficinas gubernamentales, escuelas y universidades e interrumpieron la producción en docenas de plantas de fabricación. Al mismo tiempo, la amenaza militar de Irán ha sido embotada por la paliza de Israel a los aliados Hezbola en Líbano, Hamas en Gaza, el ahora colapsado régimen de Assad en Siria y muchas de las defensas aéreas de Irán.
Las dificultades de la República Islámica representan el desafío más grande para sus líderes clericales desde el 2022, cuando el país fue sacudido por agitación generalizada provocada por la muerte de una joven mujer en custodia policial después de llevar supuestamente un velo inapropiado. 
Las autoridades aplastaron el levantamiento con fuerza bruta que las organizaciones de derechos humanos dijeron mató a cientos de personas. Aunque las protestas por el cuadro económico que está empeorando siguen siendo limitadas, el régimen parece más vulnerable a la agitación ahora.
El liderazgo de Irán "está probablemente experimentando los retos más profundos de hechura propia" en años, dijo Sanam Vakil, directora del programa de Medio Oriente y Norte de Africa en Chatham House en Londres. Eso podría también empujar a Teherán a negociar un compromiso con el Occidente mientras busca una salida a la crisis, agregó ella.
Espectro de Malestar Social
El presidente Masoud Pezeshkian fue electo en julio en virtud de una plataforma de reformas sociales, renacer económico y apertura política al Occidente. Pero a seis meses, las esperanzas de los iraníes de mejorar sus vidas diarias se están desmoronando rápidamente. La crisis económica ha aumentado la amenaza de agitación social, una preocupación para las autoridades iraníes. Los comerciantes han estado protestando por la espiral inflacionaria mientras que los pensionados y obreros petroleros han estado protestando por los pagos retrasados o reducidos.
La moneda de Irán—un indicador del sentimiento económico—terminó en el 2024 en una baja histórica de 821,500 riales por dolar, abajo un 40% de donde empezó el año. El PBI per cápita ha caído 45% desde el 2012—cuando se intensificaron las sanciones por su programa nuclear—a u$s4,465.60 el año pasado, de acuerdo con el Banco Mundial.
Los fabricantes de zapatos y otros comerciantes en el principal bazar de Teherán organizaron una huelga poco común el 29 de diciembre por la alta inflación, dijo Hamidreza Rastegar, director de la Cámara de Gremios de Teherán, la cual representa a los vendedores. “No teman, cierren,” dijeron algunos de ellos en videos publicados en redes sociales por los sindicatos de comercio iraníes. Los manifestantes “temían que artículos con estos tipos de cambio simplemente quedarán fuera del alcance de la mayoría de los consumidores,” dijo Rastegar en una declaración en el sitio web de los Gremios.
Las protestas por cuestiones económicas se están volviendo más frecuentes a lo largo del país y a través de las industrias. Enfermeras y obreros de las telecomunicaciones han protestado por pagos atrasados. Los maestros jubilados en las últimas semanas han protestado frente al parlamento por retrasos en los pagos de la ayuda social, según un sindicato de docentes.
El descontento se está extendiendo al sector petrolero, la industria más estratégica del país y su mayor fuente de divisas extranjeras. Los obreros en la planta petroquímica Abadan, una de las más grandes del país, protestaron por tres meses de salarios impagos, de acuerdo con los medios estatales y sindicatos de comercio iraníes.
Las manifestaciones se están volviendo cada vez más politizadas, con algunas personas criticando al régimen por estar muy enfocado en su agenda ideológica y no lo suficiente en la economía. “Basta de belicismo, nuestra mesa está vacía,” decía un cartel llevado por los jubilados que protestaron en la ciudad de Ahvaz. “Dejen en paz el velo y piensen en nosotros,” decía otro cartel, en una foto que fue publicada el 29 de diciembre por el Sindicato Libre de Obreros Iraníes, un grupo de sindicatos de comercio iraníes.
La escasez de energía debido a años de mala gestión y baja inversión ha exacerbado la crisis.
Las plantas industriales el mes pasado estaban produciendo a apenas el 41% de su capacidad debido a la escasez en el suministro de electricidad y gas natural, dijo la Cámara de Comercio, Industrias, Minas y Agricultura de Irán el 18 de diciembre. La producción más baja resultante entre los proveedores de aves de corral y carne está amenazando la seguridad alimentaria del país, dijo la cámara.
Pezeshkian hace poco dijo que su gobierno estaba abordando la escasez de energía alentando a las empresas y hogares a dejar de desperdiciar el gas natural y la electricidad tanto como combatiendo el contrabando de combustible. 
Las fábricas están sumidas en una "profunda recesión," dijo Mahmoud Najafi Arab, el director de la cámara, la cual representa a algunas de la empresas más grandes de Irán, en una declaración en el sitio web de la cámara. “Las actividades de estas empresas no pueden ser económicamente lucrativas" con las actuales tasas de utilización, agregó él.
La escasez de energía ha paralizado 22 plantas de cemento y lentificó la producción farmacéutica, de acuerdo con la agencia noticiosa semioficial Noticias Obreras. Las cuestiones de energía también están a punto de dañar la cosecha de Irán este año cerrando las bombas de agua e interrumpiendo el suministro de fertilizantes dependientes del gas natural, dijo Ali Gholi Imani, director de la Asociación Nacional de Granjeros de Trigo, al diario de negocios Noticias Tejarat el miércoles.
Precios de alimentos disparados
La crisis energética ha alimentado la inflación, la cual estaba situada en una tasa anual del 37% en noviembre, de acuerdo con el banco central del país. Los productos alimenticios son los que han sido impactados más fuerte. En los últimos tres años, el precio de la carne se ha quintuplicado y los precios de la papa se han más que duplicado, dijo el Centro Estadístico de Irán el 31 de diciembre. Unos 32 millones de iraníes—más de un tercio de la población—ahora están viviendo debajo de la línea de pobreza, de acuerdo con la cámara de comercio, comparados con 18 millones de personas en el 2017.
El lamentable estado económico preocupa al liderazgo de Irán. El Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, la fuerza paramilitar encargada de proteger a la República Islámica, advirtió el 30 de diciembre de más agitación y criticó los "intentos de retratar al sistema como ineficaz, y sembrar el miedo dentro de la sociedad."
Ali Rabiei, asesor en asuntos sociales de Pezeshkian, dijo que las generaciones más jóvenes de iraníes ahora están rechazando el aislamiento económico y las restricciones sociales que han caracterizado a Irán en los últimos años. Ellos están "mostrando señales de rebelión contra el status quo," escribió él en el diario reformista Shargh el 27 de diciembre. “Las sanciones prolonadas han contribuido significativamente a la sensación de desesperación prevaleciente, dejando profundas cicatrices sociales y políticas.”
La administración de Pezeshkian ha respondido al descontento de los iraníes jóvenes aliviando algunas de las políticas más represivas de Teherán. A finales de diciembre, levantó una prohibición sobre el servicio de mensajería WhatsApp y la aplicación GooglePlay. Pero mantuvo un bloqueo sobre Instagram y Telegram, otras dos plataformas de redes sociales utilizadas ampliamente en Irán para criticar a las autoridades.
El presidente iraní también se las arregló para bloquear la implementación de una nueva ley que presentaba castigos más duros para las mujeres y niñas por exponer su cabello, antebrazos o parte inferior de las piernas. Las restricciones existentes—las cuales incluyen un uso obligatorio del velo para las mujeres—ayudaron a desencadenar las protestas nacionales en el 2022.
“El régimen está tratando de apagar incendios en lugar de resolver cualquier problema,” dijo Behnam Ben Taleblu, alto director para Irán en la Foundation for Defense of Democracies, una think tank de Washington que aboga por sanciones más ajustadas sobre Irán.
Incluso bajo las sanciones más paralizantes, Irán pudo todavía disuadir los ataques extranjeros en su suelo aprovechando las amenazas del Eje de la Resistencia, una alianza informal de milicias meso-orientales liderada por Teherán.
Pero esos aliados han sido derrotados en gran parte durante el año pasado. La remoción de Bashar al-Assad en Siria, en diciembre, el principal estado aliado de Irán en el Medio Oriente, siguió a una cascada de eventos catalizados por el ataque letal de Hamas contra Israel el 7 de octubre del 2023. Desde entonces, Israel ha devastado a Hamas, principal aliado palestino de Irán, y mató a la mayoría del liderazgo de Hezbola, el aliado más poderoso de Irán. 
Teherán está ahora apostando a los aliados iraquíes y yemenitas para amenazar a Israel. Pero sus bases están lejos de sus objetivos, limitando su efectividad.
Los eventos dejan a Teherán con mucho menos espacio de maniobra mientras se prepara para lo que podría ser un tira y afloje trascendental con Trump. Los reveses del año pasado han aumentado las preocupaciones que Irán podría acelerar su programa nuclear para restaurar alguna disuasión contra los ataques extranjeros.
Durante meses, los funcionarios iraníes han debatido abiertamente si incrementar los esfuerzos nucleares y si reconsiderar la promesa de dos décadas del líder supremo iraní Ali Khamenei de no adquirir armas de destrucción masiva.
La República Islámica ha luchado por demostrar una capacidad de repeler los intentos por destruir su programa nuclear. Israel en el 2024 lanzó dos rondas de ataques aéreos contra Irán, que atacaron instalaciones militares y sacaron de juego los sistemas de defensa aérea proporcionados por los rusos, en respuesta a ataques iraníes directos sin precedentes contra su territorio. 
Trump también ha estado considerando formas de impedir que Irán sea capaz de construir un arma nuclear, incluyendo posibles ataques preventivos que romperían la política de largo tiempo de EE.UU. de contener a Teherán con diplomacia y sanciones.
Mala sangre con Trump
Enfrentando la perspectiva de nuevas sanciones, el ministro del exterior de Irán, Abbas Araghchi, dijo el viernes que su país estaba listo para reanudar las negociaciones nucleares "sin dilación" a cambio de levantar las sanciones. Pero en noviembre, él también dijo que el programa nuclear avanzando de Teherán mostraba que podía lidiar con cualquier nueva restricción.
“‘La Máxima Presión 1.0’ obligó a la ‘Máxima Resistencia’ y terminó en la ‘Máxima Derrota’ para Estados Unidos,” dijo él refiriéndose a las sanciones impuestas bajo el primer mandato de Trump. “¿La prueba? Un ejemplo: Sólo comparen el programa nuclear pacífico de Irán antes y después de la llamada política de 'Máxima Presión’.”
Para llegar a un acuerdo, ambas partes tendrán que alejarse de la acritud. El enfoque de Trump hacia Irán está probablemente teñido por el conocimiento que sus agentes intentaron asesinarlo, han dicho ex funcionarios de Trump. Khamenei evoca frecuentemente el recuerdo de Qassem Soleimani, el comandante militar iraní cuya eliminación ordenó Trump en el año 2020.
“Hay una pequeña ventana donde el régimen estará ansioso por negociar y Trump tendrá impulso para obtener lo que quiere vender,” dijo Vakil de Chatham House. “Pero el tiempo no está del lado [de Trump]. Los ideólogos en el bando de Trump buscarán el compromiso de Teherán que éste puede no estar listo para aceptar. Así que hay mucho más dolor por delante para Irán.”
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