viernes, 26 de diciembre de 2025

 las agresiones sexuales y la violación en cautiverio palestino: “Lloré sin control, me quedé paralizada”.

La sobreviviente del cautiverio, Romi Gonen, relató anoche (jueves) que sufrió cuatro episodios distintos de acoso, por parte de cuatro hombres, durante los 471 días de cautiverio en Gaza. “Hubo distintos niveles de gravedad”, recordó. La tercera vez, contó en el programa Uvdá, fue la más dura: “Duró casi media hora. Él (el terrorista) me dice que vaya al baño, que me lave en el lavamanos. Yo lloro sin control, y él está en la cima de su vida, recibió un regalo para toda la vida. Hasta que no estás en esa situación no entiendes lo que le pasa al cuerpo, y el miedo paraliza. Yo me quedé paralizada”.
Describió ese día estremecedor: “Me voy a dormir por la tarde en el salón, en el suelo, y me despierto cuando Ibrahim y Muhammad hablan encima de mi cabeza. Él se inclina hacia mí y me dice: ‘Escucha, Hamás me llamó y me dijo que te matara, y pregunté si había alguna opción de mantenerte con vida para mí y dijeron que sí, pero que tenemos que huir de esta casa’. Me dice que vaya al baño, que me lave en el lavamanos porque no sabe cuándo será la próxima vez. Fue la primera vez que me permitió ir sola al baño. Allí ocurrió la tercera agresión: fue la más dura de todas.
“No me pasaba mucho por la cabeza, salvo que estaba realmente asustada, asqueada, y preguntándome: ¿por qué? ¿por qué? Mi palabra constante con todos es ‘no es justo’. Hay un momento en el baño, cuando todo ocurre: había una pequeña ventana cuadrada, y miro a través de ella —de verdad, wow—. El cielo azul, los pájaros cantando, y esta es la situación en la que estoy ahora. La disonancia entre la vida hermosa y la inmundicia del baño. Es un momento que no olvidaré jamás. Llegué al peor estado posible: no hay más abajo que eso. Cuando él salió del baño y yo detrás, en un segundo un pitido en los oídos y no escucho nada. Camino y siento que el mundo gira a mi alrededor. Todo lo que me pasó por la cabeza fue: ‘Romi, todos en Israel creen que estás muerta y vas a convertirte en esclava sexual en cautiverio’”.

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